Novena carta.

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Querido Sam,

No sé por qué, pero tengo la fe de que será todo como antes. Y que volveremos a los mensajes nocturnos, a las caídas, a nuestras pequeñeces compartidas.

Y lo que más anhelo es que volvamos a mirarnos y a charlar sin prisas; quiero volver a olvidarme del resto del mundo sólo estudiando tu rostro.
Tienes los ojos más bonitos e hipnotizantes que he visto y hace demasiado que no los veo.

Me prometí que te olvidaría, porque has sido un imbécil y un impresentable ¿pero cómo se puede olvidar a una parte de ti mismo?

Thomas no me atrae por su persona. Me gusta porque me recuerda demasiado a ti. Cuando miro sus celestes ojos te veo a ti, a Sam, al igual que cuando me habla de vuestros entrenamientos y vuestras charlas.

Puede que inconscientemente haya intentado reemplazarte, pero no soy capaz.

Thomas es un gran amigo, con el que quiero seguir confiando siempre; pero no me imagino a nadie que no seas tú. Y sé que debería olvidarte, pero mi interés hacia ti, por desgracia, es algo que no puedo manejar.

Y he estado intentado deshacerme de todo, de cada recuerdo tuyo, pero...

Oh, mierda, aún te quiero.

Siempre tuya,

Hayley.

Querido Sam.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora