Algún día

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Hoy desperté sabiendo una sola cosa: es sábado. Y honestamente los sábados son los más dolorosos. Me duele saber que estarás con ella y no conmigo. Me duele saber que es ella la que disfruta de tus abrazos y de tus besos mientras yo me revuelco en mis sábanas esperando que pasen las horas, esperando tu llamada. Te extraño demasiado. Saber que estamos en la misma ciudad a unos cuantos kilómetros de distancia... y que la prefieres a ella, duele. Sé que debo olvidarte, verte como lo que aparentamos ser, amigos. Pero algo en tu sonrisa me permite ver la realidad. Nuestra realidad. Te quiero, te extraño y no sé qué hacer. Hoy me dices que tendrás tiempo para mí hasta las 10pm... pero ¿Qué hago si son apenas las 3?

Miro el techo, me duermo, despierto, miro la ventana. Lluvia. Miro el reloj, las 4. Mi obstinado corazón te desea amado mío. Me duermo. Despierto. Hago tarea y pienso en ti, ¿Qué estarás haciendo? Estar con ella. Sólo de imaginarte besándola afloran mis lágrimas y mi corazón se endurece. "Sé fuerte" Cierro mis ojos y veo aquellas fotos en las que se encuentran ustedes dos siendo felices. Esa frase de "Si lo amas déjalo ser feliz con otra persona..." es una verdadera estupidez. No quiero ser egoísta, pero la verdad es que merecemos algo mejor. Amado mío, te quiero. Y yo sé que tú me quieres, porque lo veo en tus ojos y en tu sonrisa, en tu forma de tocarme y en tu manera de hablarme. Te importo y mucho. Soy para ti algo más que una amiga, pero mucho menos que una novia... Tristemente soy esa persona que aprendió a quererte en muy poco tiempo, soy la que te querrá por siempre. Lamentablemente soy aquella que te escuchará y entenderá por el resto de sus días. Con un poco de suerte dejaremos de vernos en unos meses. Nos olvidaremos y podré seguir con mi vida. Podrás dejarme de doler... algún día.


Un trato para amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora