Y de pronto despertó

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Porque de pronto se dio cuenta de lo que el mundo era. Nada de cuentos, nada de ilusión, nada más que la dura y fría realidad. ¿Fé en la humanidad? Talvés sí y disminuía poco a poco. Cegada tanto tiempo, retenida en contra de su saber. Escondida del mundo y estancada en un pozo de ilusiones y pensamientos utópicos. El mundo es diferente de lo que creía, es mucho más y menos al mismo tiempo. Tiene esas cosas que un padre no querría que supiera su hija: la realidad.

Su mente comenzó a dar vueltas alrededor de imágenes llenas de injusticias, de actos de violencia, se dio cuenta que lo que siempre le dijeron que era malo, maldito e innatural: no lo era. Se dio cuenta que en realidad estaba siendo apartada de un mundo referido como cambiante, un mundo creado por los mismos ciegos en donde la lucha entre la libertad y la esclavitud es enorme, que se ve en todos lados. Ellos eran los causantes de guerras, violencias, odio, envidias y batallas internas. Causantes de violaciones, suicidios y amarguras del alma. Había vivido su vida en una mentira, en un mundo supuesto dice que todo está bien "mientras no te acerques a ellos, los iracundos".

"Alimenta a los pobres" "Haz actos de caridad" pero ¿Y ellos? ¿Porqué no hacen nada para remediarlo? "Sé gentil, ama a tu enemigo, siempre acepta al otro sin juzgar..." ¡Ja! Ironía. ¿Qué le habían estado enseñando todo ese tiempo? A hacer todo lo contrario de lo que predicaban. Le enseñaron a mantenerse con los ojos cerrados sin cuestionarlo, pero finalmente en este día abrió los ojos; y de pronto despertó.


Un trato para amarnosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora