Un trato para amarnos

Olvidar

Oh querida... ¿De verdad crees que lo olvidarás así de fácil? Crees que un día despertarás y dirás: ya no lo quiero..!! No mi amor, no pasará eso. Lo tendrás enterrado en tu mente durante unos cuantos meses... años... hasta que te consuma completamente. Hasta que ya no quede nada más de tí para dar. Hasta que la última célula de tu cuerpo le haya dado todo lo que tiene. Hasta entonces, querida, puede que comiences a olvidarlo. Comenzarás a dejar de pensar en él. La necesidad de verlo desaparecerá con el paso de los días y ya no recordarás su rostro a los pocos meses. Será un sueño lejano, algo que sabes que pasó por tu cabeza... pero desaparecerá. Después de tanto sufrir, de tanto pensarlo simplemente dejarás de hacerlo. Finalmente, la vida tendrá de nuevo sentido y volverás a ser tu misma. Pero hasta entonces lo seguirás amando con locura, con una pasión inmensa. Lo seguirás queriendo sin razón, escuchando al corazón. Seguirás amándolo como si tuvieras todo el tiempo del mundo, lento pero seguro. Disfrutando cada momento de estar a su lado. Amando cada sonrisa, cada caricia, cada gesto. Riendo sus chistes y besando sus miedos. Pero no te preocupes, todo eso se esfumará para no volver... al menos hasta que lo veas de nuevo y tus murallas sean vencidas como antes. Entrará en tí de nuevo para continuar lo que había comenzado, porque no deja las cosas a medias; siempre las termina. Siempre. Tú, proyecto de un hombre sin corazón. Ámalo hasta que lo dejes en los huesos, temblando de frío... y entonces, sólo entonces abandona su amor, déjalo sólo y no mires atrás, porque si miras atrás no podrás dejarlo. Volverás sobre tus pasos para abrazarlo y amarlo como ya lo haces... lo cual te consumiría de nuevo, como siempre lo ha hecho.