Capítulo VI: La escena

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La madre quedó en shock. Su tono de piel rosado cambió a blanco en cuestión de segundos. Ya no pudo mantener la compostura y se precipitó al suelo.
-¡¡NOOOOOOO!! -gritó entré sollozos y lágrimas, a la par que golpeaba el pavimento lenta y débilmente.
Fueron más de cinco minutos en los que estuvo igual.
Los hombres guardaron silencio. Ver a la mujer en esa situación era deprimente y todos derramaron unas cuantas lágrimas.
-Ya... yo... quiero verla -dijo decidida-. Tal vez... yo... así... yo lo supere más rápido.
Luego de pronunciar estas palabras, los hombres intercambiaron miradas expresando desacuerdo.
-Mira Edith, nosotros creemos que...-dijo Friedkin.
-¿Qué? ¿Qué es lo que creen? Soy... su madre y tengo derecho a verla.
Friedkin no tuvo más remedio que llevarla.

Al asomarse, Edith vio a una multitud de gente y prensa al rededor del cuerpecito. Le costó adentrarse, pero lo consiguió. Al llegar al centro, vio que la escena era atroz. Lo primero que Edith vio fue al cuerpo de su hija partido a la mitad a partir del ombligo. Ya no tenía mamos ni pies. Fueron amputados desprolijamente. Tenía una gran herida sobre su clavícula y un seno le había sido amputado. Sin embargo la cara se llevó la peor parte luego del torso. Esta presentaba múltiples heridas, pero había algo que era característico. Su boca había sido cortada, formando una sonrisa de Glasgow* de oreja a oreja.
Edith simplemente se desmayó, chocando su cabeza con una piedra y quedando en un profundo sueño.

Horas después, la desgraciada mujer despertó en el hospital. Advirtió que Friedkin estaba al lado suyo, esperando a que despierte.
-Jamás tendré nietos, Karl -dijo con los ojos lagrimosos y una voz entrecortada-... nunca veré a mi hija disfrutar de su familia... nada, nunca.
-Edith, yo...
Acto seguido, entra un doctor a la sala y dice próspero:
-Muy bien señora Schwind, usted se encuentra estable y podrá irse pronto a casa.
-¿Para qué, doctor? Si yo no tengo por que vivir... No tengo por qué vivir...

El cuerpo de su hija fue llevado a la morgue y se le practicó una autopsia. Reveló que murió a causa de un fuerte golpe en la nuca, y que todas sus heridas fueron realizadas después de haber muerto. Su pequeño cuerpo había sido desangrado y carecía de ambos riñones. Todas las amputaciones que había recibido su ya fallecido cuerpo fueron realizados con un hacha y ayuda de una navaja. Marcas en sus brazos y piernas revelaron que había sido atada por sus extremidades, probablemente para desangrar el cadáver.

Las investigaciones en el lugar fueron casi imposibles, debido a la muchedumbre que había estado pisoteando el lugar, arruinando por completo casi todas las pruebas. Aún así, había una prueba interesante. Junto al cadáver se encontraba una sábana, en la cual había sido enrollada para depositar el cuerpo. Además, la posición en la que el cuerpo fue encontrado estaba forzada.


-Podría haberla escondido -pensó-... pero fue una gran creación. MI gran creación... quiero que el mundo sepa de lo que soy capaz.


*Sonrisa de Glasgow: slang británico que designa una herida inflingida desde la comisura de los labios hasta las orejas, creando una suerte de sonrisa.


Glasgow SmileDonde viven las historias. Descúbrelo ahora