Capítulo 4.-Un beso, no se le niega a nadie.

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Abro los ojos, oscuridad, no se si es de día o de noche porque solo veo oscuridad, lo que recuerdo es la sonrisa única de Emilio.

Me siento y volteo a ver a ambos lados, estoy en mi habitación, aun se escucha el sonido ahogado de la música, todavía no ha terminado la fiesta, veo hacia mi ventana, hay alguien parado frente a esta, viendo la ciudad supongo, creo que es Emilio, me quedo en silencio viéndolo embobada como se ve de perfil.

- Nos preocupaste.- Dice Emilio, sacándome de mis pensamientos, ¿como se dio cuenta que estaba despierta?- Llevó cuidándote más de una hora.

- Lo siento, no fue mi intención que alguien me golpeara con no se qué cosa, además yo no pedí que me cuidaras, ¿donde están Ellie y Luz?

- Tranquila guapa, que yo solo le hago un favor a mi amigo Mateo, para que se enrolle con tu amiga Ellie, y de tu amiga Luz, ni me la han presentado, ha y fue un balón de fútbol el que te golpeo, solo por si tenias dudas.- dice volteando hacia mi.- yo me marcho, tengo demasiadas cosas que hacer como para quedarme discutiendo contigo, guapa.

- Oye, espera.- dije, me levanté tan rápido que me dio un mareo, que hizo que casi cayera frente a Emilio, en unos segundos ya me encontraba de pie, envuelta en sus brazos.

- Tranquila Guapa, que el golpe que te diste fue muy fuerte.- dijo cerca a mi oído, con ese acento que me derrite, Concentración Mer, Concéntrate me dije a mi misma.

- Gracias y deja de llamarme "Guapa" que no soy la "Guapa" de nadie.- le dije separandome de él, Dios qué perfume más delicioso, noooo concéntrate.- además que ¿hacías parado ahí?

- Me desespere al ver que no despertabas y no quería cometer una locura por la cual luego me llevarían a la cárcel, así que preferí ver por la ventana para no verte a ti.

No respondí a lo que dijo, bajo la mirada hacia el suelo, no me puede ver avergonzada, me quede en silencio desde el momento en el que menciono que me estaba viendo mientras estaba inconsciente, no puedo creer que esto me esta sucediendo, Dios mío, conciencia aparece en este momento dame algo para responderle a este hombre.

Una mano acaricia mi rostro, sigo viendo hacia mis zapatos, no quiero ver hacia el rostro que se que me observa, y se que es Emilio, que me sucede hace ya tiempo no sentía esto, con su mano todavía en mi rostro hace que lo eleve para poder veme a los ojos, con la oscuridad que hay en mi habitación no puedo ver el bello color de sus ojos, ya que ahora los veo negros como la noche, tiene su mirada fija en mi.

- ¿Que locura cometerías para que te llevaran a la cárcel?- Logro balbucear apenas esa pregunta, sin apartar la mirada, de donde saque tanto valor.

Se queda callado y me regala una sonrisa para derretirse, cielos que hago, se acerca lentamente hacia mi, yo me quedo petrificada que hará este hombre.

- ¿En serio quieres saberlo Guapa?-Susurra a escasos centímetros de mis labios.

- Si.-Logro decir.

Me quedo observando sus labios detenidamente, cuando levanto la vista, el me observa detenidamente con su sonrisa insufrible, se acerca un poco mas y me ve como si estuviera pidiendo mi autorización para acercarse, cierro los ojos y me quedo esperando ese beso, pasan unos segundos y no sucede nada, que pasa, abro los ojos y lo encuentro observando mi rostro con una sonrisa.

- Mal, mal guapa, no te gusta que esté acá y aun así esperas un beso mío.- Dice con una sonrisa en el rostro.- que contradictoria eres guapa.

- Mira españolito.- Le digo con una sonrisa en mis labios tan cercanos a los suyos, aun viéndolo a los ojos.- si algo he aprendido de mis amigas es que, "Un Beso, No Se Le Niega A Nadie", porque después te quedas con la carga moral y las ganas.

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2016 ⏰

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