Desencuentro.

Capitulo 5.

Se miraban expectantes, desafiantes. Ninguno sabía que decir, pero Vico tenía en claro que no quería dejar que ella se vaya. Sentía que tenía que decirle algo, pero no sabía exactamente qué. Lo único que quería era disfrutar aunque sea un rato más de su presencia.

- ¿Vic? - una voz conocida se acerco a ambos. Victorio cerró los ojos con fuerza, rogando desaparecer. A los segundos, una chica rubia se paro frente a ambos. Candela noto que era la misma que había visto con el chico hace meses en la playa, y de la que estaban hablando segundos antes. - ¿Qué haces acá? Hola - saludo a la morocha sorprendida.

- Euge - se rasco la cabeza, volviendo su mirada a los ojos de Candela. - estaba tomando un café... es una, vieja amiga.

- ¿No nos vas a presentar? - sonrió la rubia, mirándolo extrañada - Soy Eugenia, mucho gusto.

- Soy Candela - contesto la castaña y la mirada azul de Euge se poso rápidamente sobre Victorio con confusión. El no miraba a ninguna de las dos. Su sonrisa no se borro, simplemente parecía menos animada que segundos antes.

- Ah, vos sos Candela, un gusto. Yo los dejo, me tengo que ir con unas amigas que me están esperando - explico torpe y rápidamente, tratando de escapar de esa situación con urgencia. - Te llamo después Victorio.

Cuando Eugenia se fue, Vico pensó en seguirla. El peso de la culpa lo empezó a invadir y Candela seguía frente a él, anonadada.

- ¿Qué sabe sobre mí esta chica? - pregunto confundida, clavando sus ojos en el chico que seguía sin mirarla.

- Todo. - susurro - Hace dos días Peter cayó en mi casa. Hace dos días que le conté toda la historia.

- Y ahora me conoce. Dejemos de lastimar gente Victorio ¿sí? - un poco enojada, se dio media vuelta esquivando un par de mesas para salir del local sin chocarse de nuevo con el cuerpo de él.

Victorio pago la cuenta y salió del lugar sentándose sobre un banco. La lluvia lo empapaba pero no le importaba en absoluto, estaba confundido. No quería lastimar a Eugenia pero sabía que no le había sido indiferente a la rubia su encuentro con Candela. No quería presionarla a Cande a hablar con él, pero sentía que lo había hecho. En dos días volvía a sentir como sus sentimientos se mezclaban y esa sensación de "no saber qué hacer" volvía a invadirlo.

- ¿Mariana? ¿Mariana Esposito? - Peter continuaba riendo cuando una voz conocida por la morocha, la llamo a unos metros. Un chico rubio, de ojos azules y una sonrisa única estaba parado allí observándolos a ambos.

- ¿Gastón? - grito emocionada y sin pensarlo dos veces, soltó al morocho, corriendo a abrazarlo. Peter los observo con cautela, sorprendido. Lo conocía de algún lado, pero no estaba seguro de quien era el rubio, que abrazaba a Lali con la misma fuerza que ella lo hacía.

- ¿Cómo estas hermosa, tanto tiempo? - la miro. Peter carraspeo tras ellos. - ¿Juan Pedro? ¿Peter? - esta vez lo miro a él. Se sorprendió y miro a Lali, que los observaba con una sonrisa - ¿Cómo estas campeón?

- ¿Quién sos? - susurro con curiosidad.

- ¿No te acordas de mi? Gastón, tu amigo, por favor - protesto con indignación.

- ¿Gas? - pregunto riendo - Que cambiado estas - se acerco chocando las manos. - Que flash, por dios. No te veo hace años...

- Desde que te pusiste de novio más o menos. - vacilo el rubio - ¿Te casaste al final?

- No. - por un segundo se escucho solo la lluvia caer.

- Pero no importa eso - Mariana era una experta en cortar momentos incómodos. - Te extrañaba Gastu.