El día de la fiesta se acercaba y Karla empezaba a ponerse muy nerviosa, lo que conllevaba un cambio radical en su carácter. No quería asistir a esa maldita fiesta, pero negarse, eso sería el fin de su matrimonio y no podía permitirlo. Aún no le había dicho nada a Marcos y el tiempo jugaba en su contra, por lo que ya era absurdo esperar o pesar en nada más. Hablaría con él, se lo contaría todo y que pasara lo que tuviese que pasar .
Marcos estaba dándose una ducha, cuándo ella entró en el dormitorio dispuesta a afrontar la ira de éste al saber la verdad, se apoyó en el quicio de la puerta observándolo, le encantaba mirarlo, sus brazos, sus piernas, tenia un cuerpo perfecto. El deseo se apodero de ella, necesitaba sentirlo, estar cerca de él, así que se desnudó y con sigilo se metió en la bañera, acercó su cuerpo desnudo al de Marcos, que en ese momento estaba con las manos apoyadas en la pared y con los ojos cerrados, dejando que el agua calmara sus nervios. Cuándo Marcos sintió como los pechos de Karla se apoyaban en su espalda, un descarga recorrió todo su cuerpo, estos días habían sido horribles, ella se había mantenido distante y él.....su cabeza era un hervidero de ideas y cada cual más descabellada. Cuándo conoció a Karla toda su vida dio un giro, él era un hombre serio, muy hermético para mostrar sus sentimientos e incluso un poco salvaje para ciertos aspectos .....íntimos, el caso es que ninguna de sus amantes se quejo nunca, pero no era muy dado a demostrar tintes cariñosos en sus relaciones. Todo eso cambio en cuanto Karla se cruzó en su camino, aquel día fué el fin y el comienzo de algo, se convirtió en un hombre cariñoso, tierno y amable ,que se desvivía por su mujer y sus hijos, paso de un trabajo arriesgado, solitario y bien pagado, ha un simple trabajo de seguridad privada que nada tenia que ver con lo que había realizado hasta ese momento, pero, que le daba la seguridad y estabilidad que necesitaba.
M-Hola preciosa, dijo Marcos aun con los ojos cerrados, cuando sintió el cuerpo de Karla pegado al suyo.
K-Tienes un cuerpo perfecto, no he podido resistir la tentación, dijo Karla pasando las manos por el cuerpo de Marcos .
M-A sí?, cómo de perfecto, dijo Marcos girándose para abrazarse a ella.
Karla no hablaba, lo miraba fijamente a los ojos mientras sus manos recorrían cada músculo ,cada parte de su cuerpo. El miembro de Marcos pasó a estar como una piedra, en el momento en que ella posó sus delicadas manos en él, llevándolo a la locura. Muy despacio sin dejar de mirarlo Karlas se situó a la altura de su pene, para acto seguido con mucha delicadeza pasar la lengua por toda su longitud. Marcos cerró los ojos dejándose llevar por lo que estaba sintiendo, una de sus manos sujeto la cabeza de Karla que en ese momento hacia desaparecer por completo su pene en la boca, Dios!! como siguiera haciendo eso ,no duraría ni dos minutos, pensó Marcos . Así que muy a su pesar, la puso en pie, la apoyo contra la pared y pasando las manos por sus muslos la levanto para hundirse en ella, estaba tan excitado, que no de daba cuenta de que no estaba siendo demasiado delicado, Karla lo rodeo con sus piernas y clavo las uñas en su espalda, eran dos animales salvajes dando rienda suelta a sus deseos y sus necesidades, los días de estrés estaban dando paso a una furia inusual en ellos, pero que no dejaba de ser excitante y satisfactoria, ya que los dos terminaron dejándose caer exhaustos y abrazados en la bañera, con el agua resbalando por sus cuerpos y acompasando sus respiraciones .
Cuándo los dos se relajaron, salieron de la bañera, se secaron y Marcos la cogió en brazos para llevarla a la cama, cuando los dos estuvieron en la cama uno frente a otro, se miraron, sus cabezas trabajaban a mil por hora, los dos querían contar lo que les preocupaba, pero ninguno tenía valor para afrontar las respuestas. Así que Marcos, se limitó a callar hasta que tuviera las pruebas necesarias, y Karla, creyó que sería mejor aguantar un poco más, aunque sí tuviera que preguntarle si quería asistir a esa fiesta, por si llegado el momento no se atrevía a contarle la verdad y tenía que acatar las ordenes de bastardo de Néstor.
