Capítulo 8

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Una vez que el se marchó y mi cuerpo volvió a su ser, no paraba de pensar qué era lo que acababa de pasar, por qué me ponía tan nerviosa la proximidad de ese hombre. Eran preguntas para las que no tenía respuestas, así que Karla recogió sus cosas y se marchó a casa con la conclusión y la certeza de que debería mantenerse alejada de él .

Mientras conducía, su cabeza volvía una y otra vez a recordar esa frase "lo has sentido ....", por dios, como podía tener tanta desfachatez y cara dura, jamás se encontró con un hombre así. Parecía tan seguro de si mismo con esa prepotencia. Mientras recordaba sus palabras y repasaba mentalmente su rostro. el pensamiento de Karla voló al igual que sus manos, que se desplazaron a su cuello, una calor sofocante se estaba apoderando de su cuerpo, a su mente venían esos enormes y fuertes brazos que seguro serían capaces de sujetarla fuertemente contra la pared mientras él le devoraría la boca.. Las manos de Karla viajaron por su pecho hasta situarse en la unión de sus piernas que en ese momento palpitaba de excitación, eso no podía estar pasando, iba conduciendo y se había puesto muy , muy caliente pensando en él, tanto, que el pitido del coche que estaba detrás la sacó de su ensoñación, provocando que diera un salto en su asiento y que fuera consciente de lo que estaba haciendo. Cuando llegó a casa tuvo que darse una ducha bien fría.

La tarde pasó relativamente tranquila ya que no dejaba de pensar en lo sucedido, sintiéndose culpable por esos sentimientos que estaba teniendo. Cuando Marcos llegó a casa, le contó su aventura como jefe y lo bien que resultó la reunión, por supuesto omitiendo a cierta persona que resultó ser el hijo del cliente y que la puso muy nerviosa. Esa noche Karla volvió a tener uno de sus sueños, pero esta vez, le podía poner cara al desconocido, ya que con claridad podía distinguir la cara de Néstor.

Escrito por Loli Fernandez

La tentacion de karlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora