El destierro de torren

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CAPÍTULO 2. EL DESTIRRO DE TORREN

Torren:

Desde el día que perdí a mi mate, me metía en batalla, salí lastimado varias veces, casi lastimo una loba que entro en riña conmigo.

El consejo decidió que yo era inestable y que no debía estar en la manada.

Así me lo hizo saber mi alfa y padre; sé que le dolió desterrarme, pero no me importaba yo solo quería a mi loba devuelta.

Sabía que no podía ser, pues murió llevándose a mi hijo con ella.

Su embarazo era de alto riesgo y los dos murieron en el parto.

Ya nada me importaba y desde su muerte no hablaba con mi lobo.

Un día no aguante más y deje que mi lobo se hiciera cargo.

El me llevo a un lugar que no conocía, había un lago y ahí un hermoso reflejo de la luna, sentí por primera vez paz.

Un olor agradable a pradera y flores silvestres vino a mí y mi lobo me dijo sin más; nuestra mate , yo le dije, no ella ha muerto. Me contesto.

No, nuestra mate, es diferente, es nuestra mate.

No. Fil ya te dije que nuestra mate ya murió.

Fil:

¡¡¡No!!!, es diferente es nueva no sé cómo explicarlo es fresca y su presencia fluye como el agua.

Ella está aquí lo puedo oler, pero no la veo.

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Una Manada Un Tanto PeculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora