Mis ojeras y mis ojos tristes, contaban una historia. Tal vez ninguna haya sido narrada igual que la mía, sólo son cuentos similares.
Leo y escribo sobre el amor, aunque nunca lo he sentido. Tal vez si, pero nunca terminaron bien.
Todas las noches me desvelo pensando, porque al fin y al cabo es lo único que puedo hacer. Pienso en que sería despertar una mañana y encontrarte a mi lado, cómo sería besar la comisura de tus labios, tocar tus manos y porqué no también tocar tus tatuajes.
Estas tan lejos de mi felicidad.
Tu voz ronca en la mañana debe ser la mejor sinfonía, una hermosa melodía. Que nunca podré escuchar, sólo queda soñarlo.
Tú eres la causa de mi desvelo.
La causa de estas ojeras.
La causa de mi felicidad y de la tristeza de mis ojos.
