El Libro de la Metamorfosis.

El color perfecto.

Obsequiame esos labios rojos, llenos furia y odio, remojados por esas lágrimas que en secreto caen hasta la comisura de tu boca, destrozados por todas las maldiciones que le has hecho saber a la gente y aun así siguen de ese color rojo tan característico, un rojo pasión, rojo como el amor que nos tenemos, rojo como el color de la sangre que tanto nos gusta y al parecer somos adictos, ese color carmín tan intenso que hace perderme en un infinito de estrellas y que no pueda saber de mí en mucho tiempo. Simple y sencillamente me vuelvo loco al fijar mi mirada en tus dulces labios, que aún estando deshidratados por este frío que nos envuelve me siguen hipnotizando día a día.

Deja que te cure esas heridas de la boca, las haré sanar hasta que ya no sientas ningún tipo de dolor, el mismo que otras personas te han causado y tanto trabajo te costó olvidar. Sólo necesito un beso para sanarte de todo mi vida, un beso largo y apasionado, como uno de los tantos que nos hemos dado, deja que nuestras bocas se junten una vez más, que nuestras lenguas jueguen por toda nuestra boca, que mis mordidas sean cada vez mas fuertes, al grado de que dejes salir un pequeño grito de dolor y placer al mismo tiempo, que mis labios bajen hasta tu cuello y después regresen a tu linda boca, quedemos frente a frente y dejame ver lo profundo de tus ojos, lograré percibir el dolor que siente tu alma y compartirla con la mía para que ya no sufras más, pues ya es tiempo de que descanses un poco de todo lo malo que te acontece.

Quiero que con ese beso me hagas escapar de la realidad, quiero perderme en las profundidades del espacio, donde nuestro amor será eterno y nunca se desintegrará, que me hagas viajar por mundos de fantasía, que ese beso me transmita toda la fuerza necesaria para seguir adelante. Viajemos por el cielo, no tengas miedo de nada yo te protegeré de todo lo que te pueda pasar, y es que solo en el cielo nuestros deseos se harán realidad y podremos vivir juntos para toda la eternidad.
Mi cariño.