PRÓLOGO: Primer Año en Hogwarts.

806 48 1
                                    

Prólogo:
- Mami, mami, ¿ha llegado ya? - pregunto ansiosa.
- Cielo, el correo llega en dos horas - me contesta tranquilamente mientras me coloca en frente un bol con cereales.
Llevo toda la semana esperando mi carta para entrar a Hogwarts pero nunca llega. Seguro que la lechuza se ha perdido. Mis dos papas son magos y estudiaron en ese cole. Mamá es Hufflepuf y Papá Ravenclaw. Yo no sé en que casa estaré pero me da más miedo no hacer amigos. Me siento frente a la puerta y espero a que llegue mi carta. ¡Las dos horas más largas de mi vida! Por fin llega el correo y segundos después un sobre más grande. Cojo el sobre y veo el sello de Hogwarts que me enseñó mamá.
- ¡Papá, Mamá, ya ha llegado!
Corro hacia el salón todo lo rápido que puedo y me tiro encima de Papá.
- Muy bien campeona, estoy orgulloso de ti. Tenemos una semana para comprar todo y hacer la maleta.
- ¿Quieres ir mañana al Callejón Diagón?
Nunca me habían llevado porque querían esperar a que llegara mi carta.
- Mañana es muy tarde. Vamos ahora - contesto asintiendo con la cabeza para que entendiesen que estaba segura.
- Tienes una semana por delante. Si vamos hoy, ¿qué harás los demás días?
- Vale... Vamos mañana - digo poniendo morritos.
De nuevo, las horas más largas de mi vida. A la mañana siguiente me levanto pronto y me paso una hora para elegir la ropa. Cuando termino de ponerme el tercer vestido, rojo con florecitas blancas, bajo corriendo a desayunar. Mamá y Papá me estaban esperando y estaban sonriendo.
- Antes de ir queríamos darte un regalo.
- ¿Que és? ¿Qué es? - pregunto entusiasmada.
Mamá me entraga una caja blanca con una tapa agujereada. Lo miro extrañada de que este rota. Lo abro y veo un gatito super chiquitín de color gris con unos ojazos verdes.
- Un gatito.
- A Hogwarts puedes llevar una mascota: un sapo, una lechuza o un gato.
- ¿Cómo se llama? - pregunto entusiasmada.
- Puedes ponerle el nombre que quieras.
Volví a mirarlo y su color me recordo al de los días de niebla.
- Pues se llamará Niebla.
Papá coge su varita y en el collar aparecieron unas letras con su nuevo nombre. Le pongo el collar a juego con sus ojos. Cada vez que se mueve, el cascabel empieza a sonar.
- Tenemos que dejarle en casa, no podemos ir al Callejón Diagon con ella - me dice Mamá.
- Pues entonces vamos mañana.
- ¿No querías ir hoy? - pregunta Papá.
- Ya no. Vamos pasado mañana. Que hoy y mañana quiero jugar con Niebla.
Desde luego cumplo mi palabra y dos días después vamos al Callejón Diagón aunque me da pena dejar a Niebla sola.
Primero entramos en una tienda llamada Ollivanders. Un señor mayor muy majo me examina con la mirada y yo le sonrío. Él me devuelve la sonrisa y va a buscar algo.
- 23 centímetros, madera de olmo, pelo de unicornio, muy flexible.
- ¿Qué? - pregunto sin entender nada.
- La varita mide 23 centímetros, esta hecha con madera de olmo muy flexible y su nucleo es un pelo de unicornio.
- Ala, ¿es mi varita?
- Pruébala.
La cojo y doy un suave golpe sobre un lapiz encima de la mes. Este sale volando y desaparece entre cajas y cajas de varitas.
- No, desde luego el pelo de unicornio no. Y menos flexible.
Se vuelve a ir murmurando cosas y vuelve con otra caja alargada. Saca una varita y me la entrega.
- 24 centímetros, nogal, poco flexible, fibra de corazón de dragón.
- Pobrecito dragón, ¿no?
- No te preocupes cariño, no le pasó nada malo.
Cojo la varita y doy un toque al aire. La planta que hay en una maceta sobre la mesa sale ardiendo en llamas y yo me hecho para atrás asustada, aunque instantes después rompó a reír.
- No, claramente no puede ser.
- ¿Por qué no? Esta me parece bonita.
- La varita elige al mago, no al revés.
- ¿Y cómo lo hace?
- Ya lo sabrás.
Se vuelve a ir y vuelve murmurando, otra vez. Me entrega otra varita, la madera esta pintada de color negro, tiene una espiral plateada de la parte de abajo hasta la de arriba y un pequeño rubí en la parte de abajo.
- 21 centímetros, nogal, inflexible, pluma de fénix.
La cojo y noto un calor recorrerme el brazo. No sé como, siento lo que tengo que hacer y hago un círculo con la varita. La planta chamuscada empieza a crecer de nuevo hasta quedarae como estaba.
- La varita elige al mago querida niña.
Le sonrío y Papá paga.
- Mira Mamá, tiene un rubí.
- Como tu nombre - exclamó ella dándome un sonoro beso en la mejilla que no tardo en restregar para quitar el pintalabios.
- Con que te llamas Ruby, ¿eh? - me dice el señor con una sonrisa.
Yo asiento emocionada. Salimos de la tienda.
- Ahora vamos a por tu capa y tu uniforme.
- ¿Puedo ir solita?
- No sé yo cariño.... - dice Mamá.
-Dejalá, no pasará nada - dijo Papá.
- Graciaaas - digo dándole un super abrazote.
- Toma el dinero y en media hora nos vemos en la puerta - dice Mamá dándome un beso en la frente.
Entro a la tienda que me han dicho y una señora me saluda.
- Vengo para comprar mi uniforme.
- ¿Tú sola?
- Sí, ya soy mayor, tengo once años.
- Siéntate allí y luego te llamamos para hacerte el uniforme.
Dos chicas iguales, no sé si gemelas o mellizas, hablan tranquilamente. Un chico está sentado leyendo un libro. Me acerco y me siento a su lado pero el ni se inmuta. Me inclino para ver el título del libro que es del escritor muggle Julio Verne.
- Ala, me encanta este libro.
Alza la vista y me mira con unos ojos azules casi ocultos por su pelo castaño.
-¿En... en serio? - pregunta muy bajito.
- Sí, mi libro favorito es Viaje al centro de la Tierra pero otro que también me gusta es Veinte Mil Legias de Viaje Submarino.
- Mi favorito es este - dice enseñándome la portada. La Isla Misteriosa.
- Es mi escritor muggle favorito. Me he leido muchos de sus libros.
- También es mi escritor muggle favorito - dice con una sonrisa algo más confiada.
- Me llamo Ruby y voy a empezar mi primer año en Hogwarts - digo extendiendo mi mano.
- Yo me llamo Remus y también es mi primer año.
- ¡Qué bien! ¿A qué casa quieres ir?
- No sé, creo que a Ravenclaw como mi padre.
- Mi padre también era de Ravenclaw.
- ¿Tus dos padres son magos?
- Sí y mi madre fue a Hufflepuf.
- Mi madre es muggle pero no le importa que mi padre y yo seamos magos.
- Yo estaba super contenta cuando me llegó la carta.
- Yo también me alegré de que me dejaran entrar. Pero vino el director a darme la carta y a hablar con mis padres.
- ¡Qué morro!
- Pero no se lo digas a nadie.
Hice como si me cerrara la boca con cremallera y tirara la llave.
- Remus Lupin - dijo la señora de antes.
Él se levanta y va a por la bolsa.
- ¿Mañana junto a la pared del andén 9 y 3/4 a las 10.30? Así cogemos sitio juntos.
- Vale - me dice despidiéndose con la mano.
Poco después la señora se me acerca y me toma medidas. Vuelvo a la sala de espera y cuando están mis cosas pago y voy fuera para encontrarme con mis padres.
El resto del día me enseñan Gringotts, compramos los libros y un baúl para llevar todo. Cuando volvemos a casa les cuento lo de mi amigo.
El día antes hice la maleta y Papá hizo un hechizo para que entraram más cosas. También nos sacamos una foto y con un hechizo de Mamá cobró vida. La guardé en el baúl y me fui a dormir.
Pero ahora estoy pendiente de encontrar el muro con Papá y Mamá así que busco a Remus. Le veo junto a un hombre alto y una mujer muy guapa.
- Hola - digo lanzándome a darle un abrazo.
Nuestros padres se presentan y empiezan a hablar de cosas aburridas.
- Estoy super nerviosa - le digo mirando a todos lados.
- Yo también.
- Espero que estemos en la misma casa. Y si no prométeme que seguiremos siendo amigos - digo levantando el meñique.
- Prometido - dice enganchando su dedo con el mío.
- Bueno chicos es hora de entrar - dice la madre de Remus.
Cruzamos a través del muro entre las plataformas 9 y 10, y vemos un enorme tren de vapor y un cartel que pone Andén 9 y 3/4. Nos despedimos de nuestros padres y buscamos un vagón vacío. En el viaje empezamos hablando de Julio Verne pero acabamos con historias de nuestra vida. En realidad hablo más yo porque él está un poco callado. Luego empezamos a practicar hechizos fáciles. Después de un rato llega una chica pelirroja con ojos verdes como los de Niebla, que se pasea por la cabina.
- Hola, ¿podemos sentarnos aquí? Es que está todo lleno.
- Claro - le digo con una sonrisa.
Detrás de ella entra un chico paliducho con el pelo largo.
- Me llamo Lily y el es mi amigo Severus.
- Yo soy Ruby y él es Remus.
Empezamos hablando de las clases que ibamos a tener pero más tarde empezamso a hablar de las casas a las que queríamos ir.
- Yo también quiero Gryffindor - le digo a Lily - O sino a Ravenclaw como Lupin.
- Yo iré a Slytherin - dice Severus.
- Es una pena que no vengas conmigo - le dice Lily. Resulta que se conocen desde hace mucho.
- Ven tu a Slytherin - le dice él.
- Slytherine es lo peor. ¡Viva Gryffindor! - grita un chico castaño y con gafas que entra en la cabina sin ser invitado.
- Cada uno le gusta le que quiera - dice Lily fulminando al chico con la mirada.
- Me llamo James - dice sentándose como si nada.
- Yo soy Sirius - dice un chico de pelo negro que entra detrás de James.
- Nosotros somos Lily, Remus, Severus y yo Ruby.
- Un placer - dice Sirius.
- ¿Sois de primero? - pregunta James.
- Sí, ¿y vosotros? - pregunta Lily.
- También.
Después de hablar un rato, Lily y yo nos vamos a cambiar. Cuando volvemos, James y Sirius están dando empujones a Severus y Remus se ha marginado en una esquina con su libro.
- Ey, parad - dice Lily separando a James.
- Tranquila solo estabamos bromeando - se defiende Sirius.
Los siguientes momentos son muy tensos así que me pongo a practicar un hechizo de transformación. Enseguida lo consigo y James silba.
- Una amiga empollona - dice con una sonrisa.
- Que sepa hacer algo que tú no, no significa que soy empollona, significa que soy más lista - le contesto.
- Esta chica me cae bien - dice Sirius rompiendo en una carcajada.
Lily sonríe porque James no sabe que contestar. Parece que no se van a llevar nada bien...
Cuando llegamos, un hombre alto y muy grande, lleno de cicatrices y con un brazo menos y una pierna menos, nos dice que le sigamos los de primero. Todos vamos detrás hasta llegar a unas barcas. Por suerte, entramos todos. James casi tira a Remus al agua pero yo le doy una colleja y se tranquiliza. Antes de llegar yo también estoy a punto de caer.
- Para ya James - digo entre risas.
- Si nadie se moja no es divertido.
- Tírate tú - le dice Sirius entre risas.
- Eh, tú. ¿Cómo te llamas? - le pregunta James al chico bajo y de cara redonda que se ha sentado con nosotros en la barca. No ha hablado y no parecía tener intención de hacerlo.
- Peter - dijo muy bajito.
- Bien Peter, ¿a qué casa quieres ir? - le pregunta Sirius.
- No sé - contesta frotandose las manos.
Niebla, que hasta ahora me había seguido de cerca empieza a maullar. La cojo en brazos y le acaricio la cabeza. Empieza a ronronear y cierra los ojos. Llegamos a una puerta enorme y una señora vestida de verde y con un sombrero puntiagudo, empieza a hablar.
- Bienvenidos a Hogwarts. En breve dara comienzo la selección de casas: Ravenclaw, Hufflepuf, Gryffindor y Slytherin. Seguidme por favor.
Entramos a un comedor enorme con cuatro mesas super largas y llenas de gente. La señora, con el pelo castaño recogido en un moño nos guía hasta una mesa donde están todos los profesores. En medio, un señor con pelo largo y blanco, a juego con su barba, se pone en pie.
- Bienvenidos a Hogwarts. Estamos encantados de recibir un año más a tantos alumnos con tanto potencial. Esperamos grandes cosas de vosotros. He de informaros a los nuevos que esta terminantemente prohibido estar fuera de vuestras salas mas tarde de las 10.30 y, sobre todo, jamás vayáis al Bosque Prohibido. Mañana vuestros prefectos os entregarán un horario y así podréis empezar vuestras clases. También os recordamos que nuestro celador, el señor Filch, castigará convenientemente a los que encuentre incumpliendo las normas del colegio. Gracias y de nuevo bienvenidos.
- Cuando diga vuestro nombre os sentaréis y yo os colocaré el sombrero - dice la señora de verde.
Uno por uno van saliendo distintas personas a distintas casas. El primero del grupo en salir es Sirius Black, Gryffindor. Después Lily Evans, Gryffindor. Sanpe miró al suelo y apretó los puños.
- Ey, ánimo, podéis seguir siendo amigos - le digo dándole la mano.
El me sonríe tímidamente. La siguiente del grupo en salir, soy yo, Ruby Garroway. Después de unos segundos el sombre grita mi casa: GRYFFINDOR. Después le toca a Remus Lupin, Gryffindor. Luego Peter Pettigrew, Gryffindor. Seguido de cerca por James Potter, Gryffindor. El último del grupo es Severus Snape pero él va a Slytherin. Después el director Dumbledore se pone en pie y con un movimiento de varita, da la señal para empezar a comer. Las mesas se llenan de comida a más no poder y todos nos lanzamos a comer. Después el prefecto, que se llama Andrew Lewis y resulta ser el capitán del equipo de quidditch, nos lleva por unas escaleras hasta los dormitorios. Sin duda lo que más garantiza Hogwarts es seguridad teniendo en cuenta que las escaleras se cambian sin avisar. ¡Casi me da un ataque al corazón cuando se ha empezado a mover! En las paredes hay montones y montones de cuadros en movimiento que nos saludan. Llegamos a un cuadro de una señora bastante gorda y, la verdad sea dicha, bastante fea.
- La contraseña - exige con una voz de pito.
- Ranas de chocolate - dice Andrew.
La señora sonríe y el cuadro se hecha a un lado, dejando ver un agujero. Al otro lado nos espera una enorme sala roja con mesas para estudiar, sillones, murales para colgar cosas y una chimenea.
- Las chicas a la derecha, los chicos a la izquierda. Vuestras cosas ya esta en los dormitorios.
- Luego bajad a la sala común - me dice James antes de subir por su lado.
En mi cuarto estamos Lily, una chica rubia llamada Tiana y una chica morenita llamada Grace. Nos distribuimos el espacio de la habitación y deshacemos las maletas. Junto al armario al lado de mi cama, coloco la ropa a la izquierda y el material de clase a la derecha. Guardo el baúl bajo la cama y dejo a Niebla que me mira con cara acusatoria y me maulla. Cuando voy a salir de la habitación, me sigue y no tengo más remedio que bajarla conmigo.
- ¿No vienes? - le pregunto a Lily antes de salir.
- No me apetece...
- ¿Te pasa algo?
- Es James... No me gusta...
- Bueno, como quieras, luego hablamos.
Bajo a la sala común y me acerco a los sillones en los que estan James, Sirius y Remus. Peter esta sentado en el suelo. Me siento en el reposabrazos de Lupin y le cierro el libro que tiene en las manos.
- No te automargines - le digo con una sonrisa y él me la devuelve.

La Quinta Merodeadora [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora