FLIGHTLESS BIRD

Capítulo Uno

"Without Shoes"

-Bo-

Suspiré, quitándome las sábanas de encima. Bien, otro día más, falta un día menos para morir.  Me levanté perezosamente de la cama, ignorando lo frío que estaba el piso de mi habitación.

Más frío, menos frío ¿Qué importaba?

Kendra, mi compañera de piso y amiga de hace años, aún seguía dormida, sus incontrolables suspiros enamorados entre sueños  se escuchaban hasta mi habitación.

Era muy típico de ella soltar esos suspiros al dormir, simplemente seguía con la odiosa idea de que todos merecen un final feliz, pero, a mi parecer, las buenas cosas jamás deben de terminar. Ella solamente estaba comprando la mierda barata que Walt Disney inventó.

-Caleb-

Estábamos todos juntos, planeando una forma inteligente de hacer las cosas pero yo sabía de sobra que no serviría de nada; todos, y mucho más los hombres, nos dejamos llevar por nuestros impulsos y mucho más cuando se trataba de sacarle la  mierda a esos hijos de puta que decían cosas idiotas e irreales  sobre nosotros.

Ellos se lo buscaron y nosotros, gustosos, se lo vamos a dar.

¿Por qué pelear cuando puedes arreglar las cosas dialogando? 

¡La mierda! ¡Dialogar mis pelotas!

Nosotros simplemente dejamos pasar sus ridículos e inmaduros comentarios, pero estos no pararon, al contrario, se fueron intensificando, hasta el grado en que nuestro propio coach nos había cuestionado al respecto.

¿Cuál era el problema? Los jodidos come pollas afirmaban que nosotros, del equipo de americano contrincante e invicto desde hace varias décadas, usábamos esteroides y ese tipo de mierdas para tener mejor musculatura. Al diablo si lo hicimos.

No queríamos que esos rumores siguieran circulando, no podíamos perder la oportunidad cuando estábamos a un paso de la gran final.
Esos idiotas iban a saber por qué nosotros no necesitábamos esteroides ¿Y por qué no? Hacerlos limpiar nuestros autos con sus repugnantes lenguas.

Escuché unas risas para nada masculinas y me volteé, preparado para burlarme del idiota que se haya reído como niñita, pero para mi sorpresa me encontré con dos chicas: la-fácil-abre-piernas Kendra Dawson, y la otra pequeña chica que ya había visto prácticamente casi toda mi vida.

En el colegio siempre la molestaban por sus enormes lentes, sus pecas, por su situación familiar, por sus gustos en comida, por su vestimenta, porque siempre tenía su nariz enterrada en algún libro, por su nombre, por siempre estar sola, por sacar excelentes calificaciones, por sus zapatos ortopédicos, entre muchas cosas infantiles. Casi 13 años de conocerla y nunca la había mirado de la forma en que lo estaba haciendo ahora.

No era mi intención, es solo que ella me vio con mi traje de Batman; ella estuvo allí cuando tuve mi primer pelea y también cuando lloré como una nena por no saber cómo multiplicar; ella siempre estuvo allí, tal vez no tan presente, pero lo estuvo.