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Capitulo 60: Buena Química

Para ser la primera semana del nuevo semestre no iba tan mal, las cosas se habían calmado en cuanto a las miradas 'acosadoras' de Tyler.. eso me dolía, ver como estaba con Blake en el almuerzo, comida y cena, aunque no entendía el por qué no me había confesado lo que sentía por mi; mi amistad con él y Alec pareciese que no existía, ya no hablaba con ellos como a mi llegada y yo no fui quien lo causó.. Con todo lo demás estaba bien, presenté a Melanie con las chicas a quien aceptaron gustosas y se dispusieron a ponerla al tanto de como eran las cosas en el sitio; con el paso de los días se adaptó a la vida de la academia, se quedaba en el edificio de huéspedes donde pasaba la mayoría del tiempo excepto en las comidas o cuando le hacian algunos mandados. Las clases no estaban muy complicadas, sin embargo nos estaban dejando agotados tal vez tenía que ver con ser el último semestre, y a su vez iniciaban los preparativos para el baile de San Valentín la semana entrante, todos estaban emocionados por ello; la banda estaría amenizando esa noche y desde ya han iniciado los ensayos y por lo que había escuchado estarán haciendo una dinámica que ni Rox ni Kya han querido decirnos.. oh bueno, lo tendríamos que descubrir en el baile.

- Entonces...eso ha sido tu vida -dije.

- Sip. Fue difícil al principio, pero lo he podido adelante.

Me encontraba con Melanie en una de las salas comúnes un miércoles después de clases, me acababa de platicar sobre cómo siguió su vida luego de que su madre muriese en un accidente.. quedó al cuidado de Matthew hasta los quince años cuando la mandó a Francia para seguir con sus estudios, me podía imaginar el proceso del duelo y aceptación, y al día de hoy se veía confiada y segura de sí misma; la escuché atenta en todo lo que me decía.

- Ahora -dejó descansar su barbilla en sus manos mientras se inclinó hacia adelante- Cuéntame de ti.

- Bueno -aclaré mi garganta- Soy de Liverpool, pero me enviaron aquí para terminar mis estudios.. tengo un hermano mayor que acaba de salir de aquí, mis padres son empresarios importantes en toda Inglaterra; soy la capitana de soccer de la academia... y eso es todo.

- Cuando dices que te enviaron.. ¿Es que te obligaron?

Negué con la cabeza.

- Tuvieron un asunto que atender e iban a estar en Suiza por dos años enteros, y como no querían que nada me ocurriese me mandaron a Londres, a este lugar donde estuvo mi hermano; con suerte estarán de regreso en cuesti+on de meses.

- Debió ser difícil adaptarte -me dijo- Proveniendo de una escuela donde tenías amigos y tener que hacer nuevos, eso me ocurrió a mi llegada a París.

- Costó un poco, pero me hice amiga de mi compañera de cuarto y de ahí poco a poco fui ganando amigos, aquel grupo de chicas son las que me han hecho sentirme adaptada.

- Eso debe ser genial -sonrió.

- Y ahora a partir de este momento, tú también eres de nuestro grupo de amistad.

- Gracias por aceptarme, Hannah -se mostró encantada- Pensé que pasaría todo esto sola, pero ahora veo que papá tenía razón y son increíbles aquí.

Sonreí al verla tan animada y poder incluirla en nuestro círculo, estuvimos charlando un poco más antes de la cena donde alcanzamos a las chicas y nos sometimos a una larga plática sobre el baile y los atuendos que portaríamos; miré a una de las mesas donde se encontraban Alex y Kaley besándose... ok, eso no era de mi incumbencia y dirigí la vista hacia otra mesa donde se encontraba Blake observando un libro con mucha atención, no quería interrumpirlo, sabía que podría cuestionarlo después. Cuando terminó la cena, me despedí de Melanie y de las chicas y me di paso hacia donde estaba Tanner tomándolo del hombro, se volvió a mi.

- Hannah.

- Hola Blake -le dije amable- Vi que estabas algo pensativo con ese libro -lo señalé- Algo importante, supongo.

- Un poco -reconoció- Lamento no poder pasarlo contigo, pero veo que estaban metidas en una charla interesante.

- Era sobre el baile de San Valentín, además, estamos integrando a Melanie a nuestra vida escolar.

- Esa es la hija de Matthew, ¿No es así?

- Así es. Le he estado mostrando la academia el último par de días.

- Tiene a la mejor guía -dijo con una sonrisa en los labios.

- Me apenas -dije ruborizada- Eres muy bueno conmigo Blake, me alegra tenerte a mi lado.

- Así seguirá siendo siempre y cuando me lo permitas.

Caminamos hacia los dormitorios sin dejar de hablar, nos despedimos dándome un breve beso en los labios e inicié a subir las escaleras con una sonrisa en el rostro, abrí la puerta mientras Rox cepillaba su cabello.

- Roomie, que bueno que ya llegaste.

- ¿Querías hablar conmigo?

- Sip -salió del baño dejó el cepillo en el tocador y se acercó a mi cama sentándose sobre las piernas- ¿Cómo te llevas con Alex? Es decir, yo se que es hermano de Blake y todo, pero, se llevan mejor que cualquier cuñado o cuñada.

- Había juzgado mal a Alex, Rox -dije- Me llevé por su forma de ser tan arrogante.. pero durante el tiempo que debí convivir con el chico, me di cuenta que es totalmente divertido. No lo vas a creer: le gustan las compras.

- Oh. Por. Dios. Eso es lo que cualquier chica quisiera de un chico.

- Lo se, y mira que tiene un buen gusto por la moda; debiste haber visto lo compró.

- Es genial que tengas buena química con él, aunque.. debemos de estar de acuerdo en que no se llevan muy bien ambos.

- Eso es lo que me tiene preocupada -dije- Lo hemos visto desde que llegó a la academia, una sola vez los vimos hablando; creéme, tengo un poco de miedo de que tome a mal que haya pasado mucho tiempo con Alex.

- No tienes nada que temer Hannah, él sabe que tu lo quieres y eso es lo importante -dijo Rox- Además, Alex está saliendo con Kaley. Todo está bien.

- Creo que tienes razón, no hay nada de malo en esto.

Entré al baño donde puse mi ropa de dormir y cepillar mis dientes, al salir me acosté en la cama y le deseé buenas noches a Rox para quedarme dormida al instante.

La semana se fue volando hasta que el baile de San Valentín llegó, aquella mañana desde muy temprano observé a varios con algo representativo a la ocasión: sudaderas rojas, chaquetas, bolsos, etc.; al entrar a la cafetería miré la decoración para esa noche especial, alrededor había un grupo de chicas cuchicheando emocionadas pues creo que una de ellas recibió una carta anónima... tenía que acostumbrarme a los pequeños chillidos de emoción de las chicas. Sería un día donde puede pasar de todo. Veamos que ocurrirá.