el suicidio

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Pensar en el suicidio es muy tentador, hacerlo lo es más. Ese momento en el que piensas como sería la vida de los demás si todo lo que eres llega a su fin.

En tus padres, les harías un favor, no más gastos, no más discusiones...a tus amigos les daría igual....y ahí paras de pensar, porque no tienes a nadie más... Y por eso piensas en el suicidio.

Por eso, esa línea tan frágil entre la razón de seguir viviendo y la muerte, se quiebra y no sabes como seguir con tu vida, y a nadie le importa, pero debería son tus seres más cercanos y por lo menos deberían disimular que les importa.

Todas esas personas que te dijeron que siempre iban a estar ahí para ti y que nunca te dejarían. Adivino, son los primeros que se fueron y... No volvieron por más que se lo rogarás.

Ahora que te sientes sola(o) y vacía(o) no sabes que hacer, escuchas música... Te deprimes,lees...te deprimes, miras TVE... Ríes y al rato te deprimes.

Hay dos opciones: seguir con tu vida, volverte tan cruel y frío que nadie va a reconocerte, y ser feliz de la manera más hipócrita y  talvez.... Sólo talvez encuentres la felicidad algún día.

La otra opción... Morir... Acabar con tu vida...y ya. No saber nada más, no ver nada más ...no volver a respirar... Encontrar aquella felicidad, atención, amor,cariño,respeto,todo lo que esperabas en este mundo que tanto te decepcionó.

Yo me voy por la primera opción, añadida con una venganza....una dulce venganza

El amor dueleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora