Halo: La historia de un Spartan II: La salvación del universo empieza.

1.Nos vamos a empezar nuestra mayor pesadilla a Miami, irónicamente.

Bueno, aquí empieza mi segunda entrega de esta aventura. Para los que no me recuerdan soy O'conell, un spartan que junto a Óscar, Sebastián, Sebastian (los de ayuda mundial), el jefe maestro, la teniente Sarah Palmer y el inquisidor va a intentar salvar el universo y lo salvó (si no hubiese sido así no estaría aquí). Empecemos. La base nos daba lugares donde ir para empezar, porque tenían toda la información, y empezamos nuestra búsqueda en Miami, irónicamente la pesadilla empieza en un paraíso, con playas y todo es el lugar ideal para ocultar una base enteramente llena de covenant. Fuimos allí como tontos buscando hasta debajo de las piedras un rastro de base enemiga. La encontramos en el lugar más inusual, un hotel.
-¡5 horas buscando como imbéciles para encontrar la base en un hotel!-dijo Óscar-Es increíble que estos casos sólo los tengamos nosotros.
-Pues sí-dijo el jefe-. Acostumbraos, porque de estos va a haber un montón.
Total, entramos en el hotel con las armas como la Santa Inquisición en las casas de los herejes y empezamos a disparar a todo dios que se cruzaba en nuestro camino. Salían grunts volando por los aires, brutes destrozados, jackals con un tiro en la cabeza. Al final nos abrimos paso a la fuerza hasta el ascensor y subimos.
-Vaya batallita hemos tenido abajo, ¿eh?-dije yo.
-Pues si eso te pareció una una batalla espera a llegar arriba que apuntando con el rifle vi un escuadrón entero de brutes.-dijo Óscar.
-Esperemos que no nos metas en un lío.-dijo Sebastián.
-¿Qué es eso de meternos en un lío?-dijo el inquisidor.
-Cada vez que estamos en una misión con ayuda mundial acabamos en un lío por Óscar.-dijo Sebastian.
-Pues todavía no nos hemos metido en un lío con él.-dije yo.
-Pura casualidad.-dijo el acusado, Óscar.
¡Venga vamos! ¡Las casualidades no se repiten tanto! Me repatea que hasta el acusado diga que es pura casualidad, si en todas las misiones ha sido el enemigo el que nos ha metido en los líos. Llegamos al primer piso y, efectivamente, estaba a rebosar de brutes. Pobres, no sabían con qué se encontraban. La cuenta la empecé yo y acabé reventándole la armadura a disparos de subfusil a uno y luego le llené su caja torácica de balas posteriormente. Luego empezó la masacre de verdad. Sonaban disparos por todos lados y caían brutes uno tras otro Óscar metía disparos en la cabeza, yo acribillaba cuerpos, Sarah igual que Óscar, el jefe y el inquisidor como yo y el resto aleatoriamente. En apenas 30 minutos extendíamos el caos entre sus filas y en otros tantos habíamos acabado con ellos. Subimos al segundo y último piso (increíble, ¿verdad?) y nos encontramos con la peor sorpresa que se puede esperar. Dos hunters, pero no como los del gran cañón, ¡dos veces más grandes!
-Dios santo, no nos paran de caer regalitos.-dijo Sarah Palmer.
-La verdad es que esto es demasiado karma para nosotros-dije yo-. Y no sé por qué.
Los hunters comenzaron a disparar y volaron por los aires de sólo dos tiros una habitación entera. Salimos corriendo como si lleváramos el traje de The flash por debajo y cuando llegamos a un lugar más seguro diseñamos la estrategia.
-Vale, la estrategia es esta, habrá dos que se ocupen de la distracción del enemigo y el resto irá por detrás a despacharles por la espalda.
-Vale pero, ¿quienes son los que les distraen?.-pregunté.
-Óscar y tú, por preguntar.-dijo, seguramente con sorna, Sarah Palmer.
Al final, efectivamente, fuimos Óscar y yo. No le pegué un bofetón porque era mi superior, pero si pudiese, ay si pudiese. Total, que fuimos a entretener a los hunters. Gracias a Dios duró media hora. Sarah cogió un lanzacohetes covenant y le reventó la espalda. Al otro se lo cargaron a puñetazo limpio.
-Vale, veamos por qué nuestros superiores quisieron mandarnos aquí.-dijo el inquisidor.
Y fue por lo más patético. Querían que encontráramos un paquete de plasma. Se lo mandamos con una nota que decía:
"Por favor, la próxima vez que nos mandéis para una basura de estas decídnoslo para que nos enfademos antes."
Y con esto nos fuimos a la siguiente misión.