Halo: La historia de un Spartan II: La salvación del universo empieza.

5.Nos vamos al medio del amazonas a meternos con un ejército de indígenas.

Esta vez nos fuimos al amazonas a meternos con indígenas. Nos dijeron que había una base vital aquí. Me dieron ganas de hacer un combate de lucha libre con uno de esos tíos que nos encargaron la misión. Ayyyyyy si pudiera, ayyyyyy. En total, fuimos ahí y vimos que era una base en toda regla, pero...
-¿Está protegida por indígenas?-pregunté.
-Eso parece-dijo Sarah-. Por lo menos no son ni caballeros ni covenant.
-Are you kidding?-le dije en inglés-¡Esto es lo más fácil del mundo! Mandas aquí a un escuadrón de tíos sacados de la Tierra sin entrenar y revientan la base con tres bajas de las cuales una mortal como mucho.
-Me parece genial-dijo Óscar-. Pero me parece a mí que lo importante es la misión, no lo malos que sean los rivales.
-Eso, dejad ese tema y dadle la enhorabuena a Óscar porque es lo primero realmente sensato que dice.-dijo Sebastian.
-¡Eh!-dijo Óscar-Que no soy un insensato.
-Paremos ya de discutir y vayamos a asaltar la base y destruirla.-dijo el jefe.
Fuimos a ver cómo se defendían los indígenas ante la mínima presencia enemiga. Fatal. Primer error suyo: una lentitud de reacción inimaginable. Decidimos esperar para divertirnos más, pero si realmente tuviésemos que hacerla rápido ya estaría arrasada.
Segundo error: fallan más que una escopeta de feria, su disparo más cercano se fue a 2 metros de la cabeza del jefe, que es el más alto por cierto, disparaban de risa.
Tercer error: tienen cañones enormes con un daño de área gigantesco y no deciden usarlos, con lo cual fue muy fácil derrotarles. Fue lanzar un par de granadas a los cañones y reventarlos.
Cuarto error: directamente le pegamos un tiro a uno todos salen huyendo.
Así que después de un análisis de todos sus errores os cuento la historia.
Nos acercábamos a ver su reacción ante la presencia enemiga. Vimos que eran diferentes a los de Ceres, sus reacciones eran bastante más lentas y tardías.
-Tíos, van más lentos que el caballo del malo, por eso os dije que eran fáciles de arrasar.-les comuniqué.
-¿Por qué no esperamos un poco a ver cuánto tardan en colocarse para defender?-dijo Óscar-Será divertido.
-Por mí vale.-nos dijo Sebastian.
-Por mí igual.-dijimos los demás.
Así que esperamos. Eran bastante lentos a decir verdad. Tras media hora lentísima esperando dijo Óscar:
-No sabía que fuesen tan lentos.
-Ya-dije-. Llevamos media hora. Lo más lento hasta ahora fue un minuto.
-¿Empezamos a dispararles?-dijo Sarah.
-No, que disparen ellos primero.-dijo el jefe.
-Eso, que se sientan bien de empezar-dijo el inquisidor-. Luego se llevarán la decepción de la muerte.
-Mejor.-dijo Sebastián.
Así que estuvimos otra media hora esperando, esperando, esperando... hasta que pasó la primera bala.
-¡AL FINNN! Ya era hora.-dije.
Los disparos venían muy por encima de nuestras cabezas. El más cercano, a dos metros de la cabeza del jefe.
-Tío, tienen un sólo ojo o son disléxicos, eso seguro.-dijo Óscar, aparentemente fastidiado.
-¿Sabes qué es lo peor?-dije-Que tienen ahí unos cañones gigantescos y no los usan.
-Es verdad.-dijeron los demás al unísono.
-¿Comenzamos a disparar?-dijo Sarah.
-Sí.-dijo el inquisidor.
Y comenzamos a disparar. Directamente empezamos a dispararles y ya se desperdigaban. Pobres. En apenas cinco minutos sólo quedaban tres que huyeron por dentro. Decidimos entrar en la base para acabar con ellos. Ya accedimos al nivel más importante a los 20 minutos. Y mira con quién nos encontramos: con nuestros amigos los tres francotiradores que huyeron. También había unos pocos más, a los que reventamos primero. A los tres francotiradores les fusilamos. Y con esto y un bizcocho (como dice un youtuber llamado Vegeta777) reventamos la base. Después llamamos a un pelican para que nos depositase en nuestro siguiente destino.