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Una vez decir que si le dabas la oportunidad de volver a la persona que una ves te fallo perdías tu tiempo, solo caias en tus mismos errores, y te estancabas en la misma absurda e insoportable situación.
Narra Jeff
¿Que estoy haciendo mal?
Suspiro pesadamente sentado en la sala, todo esto se volvía mas agotador, la amaba, de verdad lo hacia, pero este amor como una esponja, absorbe cada fuerza mia, yo puedo ser fuerte ¿no? Eso creo, ya he pasado cosas peores, pero ¿lograre serlo con esto? Cada rechazo suyo me duele, no quiere ni verme.
-Jeff, ¿puedo hablar contigo?- mire a Miranda en el umbral de mi cuarto.
-largate... - la mire con asco y desprecio, esto inicio por su culpa.
-mi hija merece una buena vida, algo normal, no a ti- su voz era cariñosa- creí que hacerte ver como un seductor la alejaría de ti, y acabe haciéndole daño- se sentó junto a mi- eres un buen chico, pero mirate y se sincero, tu ya no eres una opción para formar una familia, ella sería una linda madre, una gran esposa, tiene una vida joven aun- suspiro- no le quites ese futuro, ella ya paso por bastante- mire mis manos, aunque estuvieran blancas y sin marcas, estaban sucias, ella se paro y camino hacia la puerta- piensa en ella.
Cuando iniciamos nuestra relación todo en mi vida mejoro, pero en la suya solo empeoro, no es un amor justo, debería favorecernos a ambos, no debería ella llorar tanto. Solo quería amarla, y protegerla, pero no lo logre, no hice las cosas bien.
Ahora tiene a su padre, su madre, a Fred, una vida maravillosa que vivir, su juventud, sus sueños.
Fui a la habitación en la que me quedaba, tome mis cosas, las empaque todas, escribí una nota y la deje en su cama.
Salí sin mirar atrás, lo único que me lleve de allí fue una foto suya, una de los dos juntos, era de esas instantáneas que ella había sacado un día de campo, amaba verla, esa sonrisa que la hacia ver como un gatito, sus ojos grandes y oscuros, su pelo algo rojo por el sol, estaba enamorado de ella, por eso lo hacia.
Llegue a ese lugar del que había salido hace tiempo cuando llegue aquí, volví a lo mismo, y cada tarde iba sin que nadie se de cuenta a esa mansión a ver si mi amada regresaba de su encierro.
Las muertes con mi firma aumentaban, al igual que mi lucura, y solo en el momento del día cuando era mas cuerdo escribía notas para ella, y las dejaba sobre su cama, día a día se amontonaban mas y mas, unas de amor, otras de perdón, otras de consuelo, y algunas de recuerdos, aveces me quedaba un rato, olía la fragancia de su perfume, me acostaba en su almohada, y luego me iba, la locura me consumía a paso veloz sin ella, noches largas de torturas, hasta que ella volvió.
Narra Lisa
-es el día mi niña, volverás a casa- mi papá ingreso a la sala gris llena de pacientes donde me haya, tenia una gran sonrisa- vámonos mi amor- tomo mi mano con la suyo y me guio, me sentía feliz, recorría los pasillos y me despedía de las enfermeras y pacientes aunque no los conociera, sali de aquel lugar con una gran sonrisa, el camino a casa se me hizo largo, los arboles y aveces solo pastizales me parecian mas verdes, el cielo mas azul, como sus ojos, y las nubes mas blancas.
Al llegar corrí a su habitacion, no estaban sus cosas, mi corazón latía muy fuerte, tenia miedo, fui a mi cuarto y la cama estaba llena de notas.
Te amo.........Perdoname........Entenderás luego que es lo mejor.......No te olvidare.......
Caí de rodillas al piso y llore, se había ido, ya no estaba.
-No podía irme sin verte- escuche su voz y me pare para verlo tras de mi, estaba con ojeras, la ropa sucia, el pelo mas largo, el rostro un asco, aun así lo abrace y lo bese- ahora debo de irme- me alejo.
-Jeff.....- lo mire suplicante jalandolo a mi- de verdad te has de ir....- el me miro y con firmeza en su mirada asintió- entonces hasme tuya antes de irte -lo mire rogándole, el me abrazo, y beso mi frente, hizo ese gesto de protección.
-entonces te haré mía- me beso y lo abrace del cuello, lo jale hacia el baño, olía mal, me separe un rato y abrí el agua, mis manos le quitaron la sudadera sucia y la camiseta sudada, sus manos me despojaron de la camisa que llevaba, sus manos en mi cintura, las mías en su cuello, los besos nos desconcentraban, sus manos desabrocharon su pantalón y el mio, ambos calleron, quitandonos los zapatos y los calcetines con los pies nos metimos a la ducha en ropa interior, no dejaba de besarlo con fervor y pasión, mordía su labio el se abría paso con su lengua en mi boca, su mano subió a mi sujetador desabrochandolo, baje mis manos y este cayo, sus manos subieron lentamente a mis pechos y los acarició con suavidad, mi piel se puso de gallina, su tacto era tan dulce, sus besos bajaron a mi cuello.......fui suya. el mio, llore y el me hizo sentir amada, al acabar me alzo y metió a la cama, beso mi frente, se vistió, se fue, llore toda la noche, lo había perdido.
Años después.....
-Jeff apurate, llegaras tarde- grite desde la puerta de mi casa en la ciudad de Los ángeles, lo vi acercarse a mi con sus ojos azules y su pelo negro.
-mami, ¿debo ir vestido así?- me agache a besar su frente, era igual a su padre.
-si mi amor- acaricie su mejilla, mi bebe de cinco años, fruto de mi primer amor- tu abuelo nos espera- tome su mano entre la mía y salimos de la casa, lo subí al auto.
No volví a saber de Jeff, luego de esa noche, se que el me ve a lo lejos, aun veo su sombra rondar por la noche, y de ves en cuando, se que viene y ve a su pequeño, lo escucho cuando ingresa a mi habitación y roba un beso mio mientras finjo que duermo. Se que aun me ama, aunque estando cerca......este lejos.

Se que no es lo que esperaban pero este es el fin de la historia, lamento si no les gusto, y si es así avisenme para arreglarlo, y darme ideas jajajaja, gracias por leer la novela.

Un ser extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora