Capítulo 1

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Sentada en la silla de mi escritorio me encontraba con una gran taza de café caliente al lado de mi ordenador, mientras revisaba los e-mails que me mandaban miles de personas para investigar la vida privada de su esposa o esposo, por si alguno de ellos les estaba siendo infiel.

Para mi ese tipo de casos eran muy repetidos, la verdad ya me aburría investigar la vida de un hombre o una mujer siéndole infiel, para luego montar una escena y después divorciarse.

Ningún mensaje me parecía interesante, me canse de seguir leyendo los e-mails, así que decidí apagar mi ordenador.                                      
Cansada me levanté de la silla y sentí una fuerte punzada en mi cabeza, tomar café no me hacía bien, pero la verdad no lo puedo dejar, una vez que lo pruebas parece un hábito de mi vida diaria

Espere unos minutos para que pasara el dolor de cabeza, cuando ya sentí que el dolor cesaba decidí ir a la cocina, justo cuando iba a entrar sono mi teléfono, era una llamada de mi madre.

*Llamada telefónica*

-Hola?

-Hija, ¿como estas?- Dijo mi madre con un tono alegre.

-Em.… bien supongo, ¿y tu?- Dije un poco dudosa

-Estoy bien, pero por tu tono de voz noto que algo no va bien ¿Qué pasa Ania?- Como todas las madres, saben que les sucede a sus hijos.

-Madre…- Le reproche no quería que se preocupara por mi, aunque… las madres siempre se preocuparan por sus hijos.

-Ania, ¿Qué sucede? Puedes contarme- El tono de mi madre era dulce y suave

-Es que las investigaciones son lo mismo y ya estoy cansada de eso, necesito algo nuevo, ¡quiero hacer algo diferente!

-¿Ania es eso? ¿Unas simples investigaciones? Creía que había pasado algo con tu novio- Claro siempre mamá diciendo que mi amigo Alexander era mi novio, a veces ¿quien las entiende?

-Mama… te dije que no tengo novio, Alexander es un compañero de trabajo. Pero ese no es el punto. El punto es que ya estoy cansada de lo mismo.

Mi madre se comienza a reír para luego escuchar unas voces en el fondo del teléfono.

-Ania tengo que cortar, pero solo te digo algo… ten paciencia algo pronto llegara y dará un gran giro en tu vida…- Mi mama se callo un minuto para luego decirme- Te mande unas cosas que te pueden interesar espero que te gusten cariño, hasta luego.- Corto la llamada

-Adiós madre…- Dije  aunque sabia que no estaba al otro lado de la línea.

*Fin de la llamada*

Las palabras de mi madre me habían extrañado mucho, ¿un cambio en mi vida? No entiendo, pero bueno mi madre sabrá porque lo dice. Deje de pensar en lo ocurrido y entre a la cocina para buscar algo comestible.

Revise todas las alacenas y opte por unas galletas, salí de la cocina y me fui a la sala para ver una de mis series favoritas, ya que no tenia nada interesante que hacer.

Estaba a punto de terminar de ver la serie, cuando en ese momento se va la luz.

-NOOOO!!!

Fue lo único que pude decir, maldije mil veces a  la luz por irse, me levante del sofá para buscar una linterna y bajar al sótano y revisar los breakers de luz.

Me encamine a la cocina, cuando siento un movimiento muy cerca de mi,  me puse en modo alerta, ya que  aquí en la ciudad de Northlake muchos ladrones se escabullían en los hogares.

Temblorosamente abrí la gaveta donde estaba la linterna, maldije en este momento mi acto de nerviosismo,  ilumine donde había sentido el movimiento,  pero había nada, solo mi perro jugando. La verdad me sienti estúpida por ponerme de esa forma sabiendo que tengo un perro juguetón, y si alguien se hubiera adentrado a mi casa mi perro ya estuviera como loco ladrando.

Olvide lo sucedido y me dirigí al sótano, iluminé las escaleras que daban al sótano, estaba todo lleno de polvo y con muchas telarañas, un fuerte escalofrió recorrió mi columna,algo me decía que no era bueno bajar, pero necesitaba ver el problema con la luz.

Decidí bajar las escaleras, pero me di cuenta que las escaleras eran de una madera muy envejecida y seguramente al bajar se romperían; no tenía otra alternativa así que tuve que bajar con mucho cuidado, pero al parecer no fue buena idea, de un momento a otro cuando fui a pisar el tercer escalón de este  se comenzó a agrietar y se rompió, cai en un profundo agujero polvoriento, mi linterna cayó iluminando todo y solo se podía apreciar el polvo flotando por todos lados.

Mi cuerpo me dolía, comenzaba a sentir  un liquido correr por mi cabeza, al parecer me di un fuerte golpe, me toque donde sentía el liquido y efectivamente, mis dedos se llenaron de sangre, no le di mucha importancia, así que  me levante y agarre la linterna.

Ilumine el agujero donde había caído, y me lleve una gran sorpresa al ver un montón de cajas apiladas.

-¿Que demonios hacen estas cajas aquí?- Jamás en mi vida había visto ese montón de cajas y mucho menos el día en que me mude a esta casa, ¿Serian de los antiguos dueños?

Podría curiosear un poco, tal vez detrás de esas cajas podría encontrar alguna salida, ya que saltar no era una opción y mucho menos escalar, sin ninguna opción para salir por donde caí me dispuse a revisar entre las cajas.

Me acerque a las cajas y comencé a revisarlas, habian unas cajas muy envejecidas, pero una capto mi atencion era una caja pequeña de madera muy envejecida y con unos pequeños adornos ya sin color, la agarre y continúe en la búsqueda de alguna salida.

Seguí buscando cuando ¡bingo! Había encontrado un pequeño pasadizo; estaba muy oscuro, lleno de polvo y telarañas; volví a sentir un escalofrío en mi columna, me daba un poco de miedo pero tenía que salir de aquí, sin mas me adentré, a cada paso que daba más escalofríos me daban en mi columna, tome una bocanada de aire pero fue mala idea, sentí como mis pulmones se llenaron de polvo y comencé a toser,

-¡Que gran idea Ania!- Ya estaba cansada de ver que este dichoso pasadizo no me llevaba a ningún lado.

Cuando pensé que nunca saldría de aquí llegue justo al enfrente de la brekera o eso parecía, revise y vi que efectivamente eran los breakers de la luz los subí  y volvió la electricidad.

Me dispuse a volver y tuve sumo cuidado al subir  las escaleras del sótano, no quería volver a caer dentro de ese agujero polvoriento.

Cuando por fin salí del sótano me dirigí a la cocina y con mucho cuidado deje la caja de madera en la mesa.

-¿Que contendrá esta caja tan envejecida?- eran lo único que podía decir de aquella misteriosa caja.  

Decidí no pensar mas en el asunto y me dispuse abrirla cuando mis dedos estaba a punto de rosar la caja sentí una mirada perturbadora, levante mi mirada de la caja y mi vision fue atrapada por unos ojos grises.

¿Pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora