Capítulo 3

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Me faltaba la respiración, me sentía aterrada, solo podía verlo con mis pequeños ojos cafés que se estaban llenando de lagrimas.

El solo me miraba con una sonrisa despiadada.

-Ahora si te tengo, pequeña revoltosa.

-q… que…- no podía pronunciar bien las palabras ya que me apretaba poco a poco mi cuello y sentía que me quedaba sin aire.

-Eres una ilusa si pensaste que vine aquí para solo saludarte, y vieras que aun sigo vivo.- me dijo con tono lleno de cinismo

¿De qué estaba hablando?

-¿¡Pensaste que nunca me iba a enterar de que le decías a todos lo que me sucedía!? ¡Que era la pena de mi familia!- Paro un poco para luego sorberse la nariz- Tu solo me veías con lastima cada vez que me golpeaban, y no hacías nada al respecto ¿¡pensaste que esos recuerdos los iba a olvidar!?

Estaba asombrada a su acto, pero en parte tenía razón.

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Un día en una fiesta estaba ebria con mis amigas y les había contado que Christopher era la deshonra de su familia, ya que él fue abandonado de bebe, era adoptado y lo mal traban mucho en su hogar. No debí de haber dicho eso ebria ya que al día siguiente todos se burlaron de él y lo golpearon, yo solo me quede viendo lo que hacían y no hice nada al respecto, no le dije nada, porque él no pensaba que yo había dicho eso de él. Y la verdad es que fui una tonta al decir eso mientras estaba ebria.

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-¡Respóndeme!- dijo enojado mientras me dio un azote contra la pared.

No podía decirle nada, además de no poder responder por falta de aire, tenía toda la razón. Y solo me quedo bajar la cabeza en forma de arrepentimiento.

Se comenzó a reír y apretó un poco más mi cuello.

-Sabia que eras una idiota, claro… Tengo toda la razón, lo hiciste y por tu culpa tuve que sentir todas las humillaciones.- cayo un poco, al parecer estaba pensando en algo- sabes que… no me mato el accidente porque creo que tenia cosas que resolver y al parecer ese  “por resolver” era verte sufrir como yo sufrí en la secundaria.

¿¡Que estaba hablando!? Tal vez estaba drogado o algo por el estilo, este no era mi amigo; aunque sé que le falle.

Estaba asustada, no sabía qué hacer para me que me soltara.

Solo podía ver sus ojos grises llenos de rabia y furia contra mí. No tenia escapatoria, tal vez ya iba a morir.

Cuando pensaba que no tenía ninguna opción no me había percatado que yo aun tenía en mis manos el cuchillo.

Sin más que pensar lo apuñale en la costilla, solo me miro y me lanzo a un lado y se agarro donde le había clavado el cuchillo.

Tosía por la falta de aire, me sentía débil pero eso no me impediría huir de este loco maniaco que no era mi amigo.

Me levante débil y salí de la cocina, saque mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y marque el numero de la policía.

Mientras iba corriendo a la salida escuche la voz de Christopher

-¡NO TE SALDRAS DE ESTA!

Finalmente salí de mi casa y una fuerte brisa me alboroto mis cabellos castaños y lacios por toda la cara, era de noche y el ambiente estaba frio pero eso no me impediría huir de él.

Sin rumbo alguno bajo la luna seguí corriendo mientras esperaba que alguien contestara el teléfono.

-¿Hola?- Escuche la voz de una mujer al otro lado de la línea.

-Ayuda! Un hombre se ha metido en mi hogar y a tratado de matarme!- Sonó muy extraño decir eso pero, era del todo cierto.

-¿Podría decirme su dirección?

-Los Leval, calle 366.- Dije muy apurada y tal vez la chica no hubiera entendido nada.

-¿Podría repetirme su dirección?

Me pare para poder decirle bien la dirección.

-Le dije Los Leval, call…- no me dio tiempo de terminar de decirle mi dirección cuando solo sentí un gran impacto.

¿Pasado?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora