Capítulo IX

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~ En el anterior capítulo ~

Pasaron las horas, la luna ya se encontraba en lo alto del cielo alumbrando tenuemente la mansión Nightray. En la puerta principal se encontraban Vincent y ____ esperando el carruaje que la llevaría a la mansión Rainsworth; ambos se encontraban en silencio pero este no era nada incómodo.

—Muchas gracias por todo, Vincent —agradeció la peli-(cc) por décima quinta vez.

—No hay porque, señorita ____. Además no creo que sea necesario decirlo muchas veces.

El carruaje ya había llegado, ambos se encaminaron hacia el pero antes de que pudieran acercarse lo suficiente la puerta se abrió de golpe mostrando a un azabache preocupado.

—¡_____!

Gilbert... —dijo incrédula.

Gilbert no la había dejado terminar porque ya la estaba abrazando contra su pecho. La hija del duque Barma no se lo esperaba, al igual que Vincent, por eso no tardaron en teñirse sus mejillas de rojo brillante. El corazón de ____ latía muy rápido que parecía que explotaría en cualquier momento, y ese detalle no se le escapó a Gilbert. Se separó de ella lentamente, como si en cualquier momento fuera a desaparecer.

—¿Te encuentras bien? ¿No te paso nada? ¿Estas lastimada?... —preguntó el oji-dorado—. Estaba muy preocupado por ti —agregó para volverla a abrazar.

Ella seguía perpleja, pero no tanto como para no corresponder el abrazo del azabache. En su oído le susurro que no le había pasado nada y que estaba en prefecto estado gracias a Vincent. Gilbert se sorprendió al escuchar eso y dirigió la vista a su hermano, sin romper el abrazo.

—Gracias por avisarme que estaba aquí y por cuidarla, Vincent

—No hay de que Nii-san

____ y Gilbert se subieron al carruaje; y partieron hacia la mansión Rainsworth donde los esperaba los demás. Durante el camino ____ se quedó dormida en el hombro del joven Nightray, mientras que el solo la observaba con ternura.
"¿Por qué siento esto cuando estoy contigo? " pensó para sus adentros sin encontrar respuesta alguna

Narra ____

Me sentía tan cómoda, tan relajada, tan... segura, como si estuviera en una gran cama de nubes, de alguna forma, pero a la vez como si me cuidaran. No quería abrir los ojos, pero tenía que hacerlo solo que no espere ver a Gilbert. Los latidos de mi corazón se dispararon violentamente y mis mejillas se tiñeron de un rojo fuerte, lo sé porque sentí mi cara arder. No aparte la mirada de su rostro, me tenía tan hechizada esos ojos color dorado; que desde hace tiempo causaban algo en mí, una sensación mejor dicho. No sé cómo podría definirse esta sensación... sería menor que le pregunte a la señorita Sharon porque preguntarle a la señorita Alice no creo que sea una opción.

—_____... —escuche que me llamaban y creo que ya sabía quién era.

—G-gilbert...

Nos quedamos viéndonos fijamente por un buen tanto de tiempo. Vi cómo se ponía rojo... Creo que mirarnos de esa forma no fue buena idea, por lo que veo se puso nervioso y mis nervios incrementaron más. Miro al otro lado y me bajo —me estaba alzando como princesa y ya no estábamos en el carruaje— para luego encaminarnos hacia la mansión. Estábamos en un silencio tanto incomodo como a la vez no, era complicado.

—Gil... Gracias por traerme de vuelta —dije con una sonrisa en el rostro, que mostraba lo agradecida que estaba o eso creía yo.

—N-no hay porque —respondió con un ligero sonrojo.

Es mejor dejar el pasado y pensar en el futuro [Pandora Hearts]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora