Capítulo VII

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~ En el anterior capítulo ~

Le explicaron a la señorita Ada el motivo de su inesperada aparición en la Academia y que las personas sospechosas que causaron caos eran ellos. Ella por su parte entendió muy bien la situación y dirigió su vista hacia Gilbert.

—Ha pasado mucho tiempo desde que hablé contigo, Gil —afirmo Ada sonriente.

—Sí, tienes razón —comento el de cabello azabache con un leve sonrojo en las mejillas. Oz y su tío se miraron confundidos ante su respuesta, mientras que ___ arqueo la ceja un poco molesta por la reacción de Gilbert con la rubia.

—¿Usas el sombrero que te regale? —pregunto la oji-esmeralda inocentemente—. ¡Sí! ¡Por supuesto! —afirmo alegre.

Esa respuesta fue el detonante de todo, Oz y el señor Oscar sabían que ese sombrero era muy especial para Gilbert por lo cual pensaron que él era la persona de la que Ada estaba enamorada. Lo miraron con ojos asesinos, si lo mataran solamente con la mirada él estaría muerto y sepultado en lo más hondo de la tierra; y ___ solo se limitó a bajar la mirada.

Los dos se acercaron a Ada con un aura de muerte.

—Ada~ —canturreo su tío una vez que estaba en frente de su sobrina para después sacar la carta de su saco—. Tu tío y tu hermano tienen una pregunta acerca de lo que dice la posdata de esta carta...

—¿Posdata? Eso era... —dijo Ada levemente sonrojada, para luego dirigir su mirada hacia Gilbert, este solo la miro confundido.

—¡¿¡ESTÁS PREPARADO!?! —pregunto Oz con una cara que asustaría a cualquiera—. ¡NO CREAS QUE MORIRÁS TAN FÁCILMENTE Y DE FORMA INDOLORA GIL! —afirmo Oscar con cara de demonio.

—¿¡Qu-qu-qué?! —tartamudeo Gilbert para después escaparse y huir a un lugar seguro, seguido de sus posibles asesinos.

La rubia y la castaña fueron tras de ellos dejando sola a la oji-(c/o), la cual aún mantenía la cabeza baja.

Narra _____

Este sentimiento... De alguna manera se siente familiar, solo que... Duele, duele mucho. No quiero volver a sentir este sentimiento doloroso.

Me recuerda a "ese sueño" que tuve hace cinco meses atrás...

« Aparecía un hombre de cabello negro; esperándome en un invernadero, rodeado de distintos flores y árboles bellísimos a mi parecer, al centro se hallaba un piano con unas partituras. No podía ver su rostro, se me era borroso, solo sé que me esperaba con una sonrisa. A su lado se encontraban dos niños, uno de cabellos rubios y el otro de cabellos azabaches, pero igualmente no se les podía ver sus rostros.

El niño de cabellos azabaches camino hacia mí y me tendió la mano, lo curioso es que yo la acepte sin dudarlo. Me guió hasta el piano. Me senté al lado de ese hombre y empecé a tocar, junto a él, una melodía que conocía y conozco muy bien. Los dos niños acompañaron la melodía con violines.

Al terminar de tocar la canción ellos me abrazaron, como si fuera la última vez que me fueran a ver. Entonces...

—Perdóname... Por favor —dijo el hombre con lágrimas desbordando de sus ojos y abrazándome con más fuerza.

Todo lo que estaba a mí alrededor empezaba a desaparecer. Yo quería darle una respuesta a esa persona, siento que debía hacerlo. »

Fue en ese momento en el que desperté.

Lo que sentí al momento de despertar era tan fuerte que comencé a llorar sin saber por qué, solo lo hice y no podía parar. Eso mismo que sentí ese día, hace cinco meses atrás, fue lo mismo que sentí al ver a la señorita Ada y a Oz volverse a encontrar... Sentí nostalgia y melancolía.

Es mejor dejar el pasado y pensar en el futuro [Pandora Hearts]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora