Real
La noche estaba tranquila. Nada se oía alrededor, sólo los grillos frotando sus patas haciendo a su vez un sonido chirriante. La tranquilidad del ambiente podría incluso asustar al más valiente.
"Despierta." Susurraron en mi oído.
Mis ojos se cerraron aún más de lo que ya estaban, mi ceño se frunció con la intención de transmitir mi molestia por el hecho de que intentasen despertarme en mitad de la noche.
"Despierta."
De nuevo, esa palabra sonó en mi oido haciendo que me estremeciese y frunciese aún más mi ceño. Estaba medio dormida, por lo que no diferenciaba si esto era real o un simple sueño. Esa voz habló de nuevo y esa palabra comenzó a gobernar mi mente con fuerza. Ahora, lo único que podía oir era "despierta" y siempre de la misma persona, siempre de esa persona. Se hizo tan intenso que no me contuve y comencé a removerme en mis sábanas, con el ceño fruncido y mi respiración volviéndose cada vez más irregular. Me incorporé de golpe respirando con rapidez y fuerza, dando bocanadas de aire y mirando a mi alrededor. Mis ojos pudieron observar la oscuridad de la habitación, pero eso fue lo único que observaron. No había nadie, y juraría que alguien me había hablado al oido incitándome a que me despertase. Pero quizás, sólo fue un sueño.
Di un leve suspiro y froté mis ojos. En cuanto miré a mi lado en la cama, observé que el hueco que solía ocupar Justin, ahora estaba vacío. Con mis manos toqué las sábanas, estaban frías lo que me hizo pensar que llevaba rato levantado. El reloj de la mesita de noche marcaban las cuatro y treinta y dos de la mañana. Una hora bastante temprana para andar despierto. Decidí levantarme e ir a ver donde estaba Justin. Quité las sábanas de mi cuerpo y puse mis piernas sobre el suelo aún sentada en el filo de la cama. Justo antes de incorporarme un ruido proveniente de abajo hizo que mis ojos observaran con rapidez la puerta de la habitación. Extrañada me dirigí hacia ella a paso lento. Mi mano giró el pomo de la puerta con cuidado abriéndola lentamente dejándome observar la oscuridad del pasillo. Asomé mi cabeza observando por ambos lados, no había nadie. Aunque con esta oscuridad era bastante complicado.
"¿Justin?" Llamé esperando obtener una respuesta.
No la obtuve.
Mis pies caminaron hacia las escaleras y asomé mi cabeza levemente por la barandilla mirando hacia abajo esperando averiguar alguna luz encendida.
En su lugar, todo estaba oscuro.
"Justin." Volví a llamar.
De nuevo, silencio.
Con paso decidido bajé los escalones uno por uno con lentitud. Estaba nerviosa y esto no me daba buena espina. En cuanto llegué al piso de abajo volví a llamar a Justin de nuevo. "Justin, ¿estás ahí?" Caminé hacia la cocina, pero no había nadie. El salón estaba completamente vacío, y tenía la sensación de que la casa entera solo estaba habitada por mi presencia. Otro ruido proveniente de la entrada hizo que girase mi cabeza hacia la puerta, observé el pomo girando con la intención de que se abriera la puerta. La puerta comenzó a abrirse lentamente, mis pies estaban intactos en el sitio, no conseguía moverme ya que mi cuerpo me lo impedía. La puerta hizo un largo quejido abriéndose completamente y mostrándome nada más que oscuridad al otro lado de esta. Una sombra atravesó la puerta hasta quedar dentro de la casa, no veía bien quien era pero algo me decía que no era Justin. Alzó su cabeza y sentí sus ojos dirigirse a los míos. No conseguí verle el rostro ya que la oscuridad me impedía ver con claridad lo que había a mi alrededor. Quería preguntarle quien era y que estaba haciendo aquí, pero las palabras no salían de mi boca. No conseguía formular palabra alguna y menos moverme del sitio. Estaba paralizada. La persona frente a mí no dijo nada, simplemente metió la mano en su bolsillo trasero y apuntó algo alargado hacia mí. No conseguía ver con claridad lo que era, pero dentro de mí sabía que era un arma con lo que me estaba apuntando. Decidí echarle valor y hablé. "¿Quién eres?" Mi voz sonó muy pequeña en esos momentos. No me respondió, se mantuvo callado y observándome mientras su objeto metálico seguía apuntándome. Estaba muy nerviosa y mi respiración comenzaba a ser irregular. El ambiente era frío y silencioso y la persona frente a mí irradiaba odio, mucho odio. Le quitó el seguro a su arma haciéndome estremecer. Si pudiera, correría, pero seguramente acabaría muerta antes de dar el primer paso. Y de todas formas, mis pies no me permitían moverme.
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Los secretos silenciosos (2° temporada)
FanfictionTodo sucedió muy rápido, casi como un pestañeo. Dejó de ser la misma después de todo lo que sucedió. Todo esto solía ser un juego para ella, le divertía. Ella disfrutaba matando. Pero una noche, todo cambió por completo. Para ella esto ya no era un...