8. Mi estilo es jugar sucio

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Anna's Point Of View:

Desperté a la mañana siguiente con los rayos de sol golpeando levemente en mi rostro. Abrí los ojos con lentitud parpadeando varias veces intentando acostumbrarme a la claridad.

Apoyándome sobre mi codo froté mis ojos con cansancio. Miré el otro lado de la cama para encontrármelo vacío. No había rastro de Justin, di un suspiro incorporándome.

Caminé hacia el cuarto de baño cerrando la puerta tras de mí. Me despojé de mi pijama y me metí en la ducha abriendo el grifo y dejando que el agua caliente cayera sobre mí.

Enjaboné mi cabello y mi cuerpo y al cabo de unos minutos salí con una toalla envuelta alrededor de mi cuerpo.

Caminé hacia la mesita de noche cogiendo de los cajones un conjunto color negro de ropa interior. Después de colocarmelo caminé hacia el armario mientras con la toalla secaba un poco mi cabello.

Me detuve pensando en qué ponerme. Hoy era sábado por lo que no teníamos clases, y como era un día apagado debido a la cantidad de nubes que cubrían el cielo y el frío que hacía posiblemente me quede en casa durante todo el día.

Finalmente, me decidí por unas mayas negras y un jersey de lana de color blanco. Me puse unos calcetines de invierno sobre mis pies y cepille mi cabello.

Lo sequé con el secador ya que no era época de llevarlo mojado, los resfriados acechaban y no quería coger un catarro como el del año pasado.

Miré mi reflejo en el espejo, no es que estuviera preciosa pero tampoco era un desastre. Además, una buena ducha te hacía mejorar mucho.

Observé la hora en mi móvil, marcaban las diez de la mañana. Era bastante temprano.

Mi estómago rugió del hambre, dejé el móvil sobre la mesa del escritorio y salí de la habitación bajando las escaleras hacia la cocina.

En cuanto entré en ella vi a Tanner apoyado en la encimera con el móvil entre sus manos. Alzó su cabeza reparando en mi presencia. Sonrió dulcemente hacia mí.

"Buenos días guapa." Deja su móvil sobre la encimera y apoya ambas manos en ella.

"Bueno días guapo." Beso su mejilla en saludo y me dirijo hacia la nevera para coger un poco de zumo.

"¿Qué vas a hacer?"

"Coger un poco de zumo." Saco la caja de la nevera dispuesta a abrirla.

"No hace falta, ya te he traido yo el desayuno." Le miro, confusión reflejando en mis ojos.

"¿Enserio?" Una pequeña sonrisa cruza mis labios.

Asiente con lentitud. "Está ahí." Con su cabeza hace un asentimiento a la mesa, en ella había una bolsa.

Ni siquiera me di cuenta de que estaba ahí.

Volví a meter el zumo en la nevera y cogiendo la bolsa la abrí para observar que en su interior había chocolate caliente de Starbucks y una caja de galletas de chocolate. Mis favoritas.

"Aún recuerdas lo que me gusta." Le miré con una sonrisa en mi rostro, enternecida a la vez por su gesto.

"Pues claro." Me mira como si no supiera porqué estaba sorprendida. "Llevo seis años contigo y siempre desayunas Starbucks. No podría olvidarlo." Niega con su cabeza.

"Gracias Tanner, es un detalle." Le agradezco.

"No hay de qué preciosa." Su sonrisa ilumina la cocina.

"¿Tú ya has desayunado?" Pregunté curiosa mientras sacaba mi chocolate caliente de la bolsa.

"Sí." Asiente. "Fui antes."

Los secretos silenciosos (2° temporada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora