VIII

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- Oye Andrew. Dos preguntas. - hablé mientras el jugaba.

- Dime. - contesto sin mirarme.

- Que hiciste para que tu pie dejara de doler? Se veía horrible.

- Aún me duele.- murmuro y le si un sape. - Ay! Por que me pegas?

- Y te pasabas cargandome como si yo fuera un saco de papas.- le reclame- Si que eres bruto. Sabes que te puedes lastimar!

- Y?- se encogió de hombros. - Próxima pregunta.

- Donde están las muletas?

- Abajo. Ve y búscalas. - no miraba en mi dirección ni por chiste.

- Andy...

- Ya voy, ya voy. - accedió y luego soltó un gruñido.

- Sabes que te amo?

- Mjmm.

- Biersack. De todos los idiotas. Tu eres mi favorito. - me miro de mala gana y sonreí. Se abalanzo sobre mi con sumo cuidado y comenzó a besar mi rostro. - No seas baboso. Tonto! que asco. - me queje. Lo último que esperaba era un beso de perro y antes de salir corriendo lo hizo. Sólo podía escuchar su risotada poco a poco disminuyendo por la lejanía. Imbécil.

Tome el control del video juego e inicie una partida nueva. Ya me habian matado cinco veces para cuando el pelinegro llego y se sentó a mi lado dejando las muletas en una esquina. Se comenzó a burlar. Yo tambien lo hubiera hecho. Estaba jugando pésimo.

- Que te pasa? Yo te enseñe a jugar bien.

- No se.

- Has pasado mucho tiempo con los niñitos esos. Tal vez por eso juegas tan mal.

- Puedes sacarlos de nuestras conversaciones? Es como si yo comenzara a hablar de Juls. La diferencia es que tu te sigues babeando por ella.

- De hecho no. - mascullo.- Yo no creo sentir nada por ella. - su tono era serio al igual que su semblante. Me quedé unos segundos en silencio. Como es que su corazón dejo de amar tan de momento? Por qué el mio sigue amando?

- Imposible. Fueron muchos los años y las memorias. Fueron muchos los sacrificios y toda esa mierda de amor. Estuviste a ley de pedirle matrimonio y si no fuera por ella yo no estuviera aquí fingiendo ser tu novia. Posiblemente estuviera hablando con los chicos escuchando cada una de las quejas sobre Juliet como todo este tiempo y diciéndoles que no le tuvieran tanto odio que con el mío era suficiente. Nadie la queria, ni si quiera tu familia. Ella te trataba como mierda y tu ahi de tonto.- no debí decir eso.

- Espera que?- Andy me miro serió.- Ellos no la querían?

- Mierda. Me mataron otra vez. - lo evadí. - Ady, ayudame otra vez con la mierda esta.

- Deyaneira Santana contéstame.

- Andy. No hablemos de eso, si? - pedí. - Ya es suficiente con que nos separo por un tiempo.

- Eso te dolió?- pregunto. Fue ilógico. Claro que me dolió! Muchas cosas que no quiero decir, pero son suficientes para decir que ella nos aparto a propósito. Era una maldita y nunca dejare de decirlo. Sus amenazas me valían mierda, pero preferí no intervenir con esa relación y alejarme. La felicidad de Andy iba antes que todos mis sentimientos. Si eso implicaba irme, yo me iría. Tal como lo hice.

Asentí como respuesta y puse mi vista en el juego. Se volvió a retirar de la habitación sin decirme palabra alguna. No lo iba a detener. Dare comenzó a ladrar a mi lado. Ni si quiera había recordado su presencia en la habitación. Andy lo llamo desde la planta inferior y este correteo lo más rápido que pudo hacia su dueño. Apague el juego y me recosté en la cama mirando hacia el techo.

Still Into YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora