Bocchan estaba arrodillado ante mí, esperando a que le mostrara lo que le había mencionado hacía escasos minutos.
-¿Crees que ya sabes lo que quiero...? ¡Qué confiado! -rió.
-Siempre habrá que dar un primer paso, ¿no cree, maestro? -sonriendo, me llevé las manos a la espalda, dispuesto a enseñarle mi propuesta.
-Adelante. Sorpréndeme, Sebastian.
Al abrir mis puños cerrados delante de su rostro, salió de ellos una burbuja azulada y brillante, que iba aumentando de tamaño y moviéndose de manera un tanto espectral, cosa que sorprendió a mi amo.
-Bocchan, esto es esperanza. Nunca la has llegado a tener, y es totalmente necesaria para una vida feliz y sin preocupaciones. -dejé que la esfera rodeara a mi divertido maestro, el cual jugueteó con ésta.-Buen intento, Sebastian, pero no es lo que quiero -dijo, mientras explotaba con fiereza el elemento flotante. Miles de pequeños cristales se clavaron en su mano, haciendo que brotara sangre de su palma magullada. Gruñó de dolor, y chasquée la lengua de fastidio. Odiaba ver a mi maestro herido.
-¿Lo ve? Si destruye la esperanza, le puede causar un intenso sufrimiento. ¿Está seguro de que no es esto lo que desea? -murmuré, limpiándole con un pañuelo con sumo cuidado.
-He sobrevivido 13 años sin esperanza alguna, mas los que aguantaré sin ella. ¿Y qué? No la necesito -concluyó, suspirando-. Sigue buscando, Sebastian.
Suspiré, tomándole en brazos y llevándolo a la sala del botiquín. Sentándole en la camilla, cogí un bote de desinfectante y unas vendas.
En ese momento, se me iluminó la mente con algo que todo ser humano aceptaría casi sin pensarlo.
-¿Y no le gustaría no padecer dolor, bocchan...? -murmuré, pensando que sería, quizá, demasiado fácil-. Piénselo; librarse de todo sufrimiento físico y mental por el resto de su vida... No sentirá ni un mísero rasguño.Aunque yo ya sabía que mi amo era sumamente inteligente para su corta edad, y que no caería en una tentación tan fácil como esa.
-Si no sintiera dolor, ya no sentiría nada en esta vida. Es parte del ser humano, y desgraciadamente, yo soy uno de ellos. Si me quitas eso, me quitas lo poco que me queda. Yo vivo en dolor, Sebastian.
Sonreí satisfecho. "Me imaginaba que no se rendiría a una propuesta tan absurda como esa", pensé. Siempre me gusta ver cómo mi amo es mucho más astuto que incluso un adulto.Cuando terminé de sanarle la herida, le llevé hasta el jardín, donde me ofrecí a acompañarle en su paseo diario. Él aceptó, dejando que le cogiera suavemente del brazo. Al poco rato, me preguntó;
-¿Acaso mi pregunta es tan complicada? No pido tanto -dijo, serio.
-Debo decir que es misteriosa hasta para un ser como yo. No es fácil adivinar todo lo que piensa la mente humana.
Soltó una risita, dando unos ppasos hacia unas flores y agachándose para observarlas.
-¿Qué ocurre, Sebastian? ¿Te resulta difícil adivinar algo TAN fácil? -dijo mientras sonreía de oreja a oreja.
-Cómo le gusta mofarse de mí, bocchan -reí, recordando lo impertinente que resultaba mi amo a veces.
-Para ser un demonio, no pareces ser tan sabelotodo como dicen -murmuró, acercándose a mí con una mueca malévola.
-Y usted no es nada infantil para alguien de su edad, señor -le repliqué, siguiéndole el juego-. Oh, es cierto; ahora se está comportando como un verdadero pícaro...
-Yo sólo soy pícaro -me agarró fuertemente de la chaqueta-... en la cama.
Me sorprendí, ya que no me esperaba tal respuesta viniendo de una persona con tantos modales. Rió mientras se separaba de mí.
-Era una broma, Sebastian. Vayámonos a--
Le tomé de la muñeca, con una mirada seria.
-Bocchan... Me gustaría que me demostrara cuan pícaro es usted algun día -sonreí, atrayendo su cintura hacia mí.
-Sigue soñando, Sebastian -me rechazó, apartándome de un manotazo-. Ni siquiera te he perdonado, no te atrevas a tocarme más.En ese momento, se me ocurrió una grandiosa idea; me atrevería a decir que era incluso infalible. Me detuve, observando cómo mi amo se iba alejando cada vez más de mi lado.
Con los ojos iluminados y el ceño fruncido, le llamé de nuevo.-¡¡MAESTRO!!
Se giró en silencio.
-¿Sí...?
-¿Usted lo que quiere es... Hacerlo?
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Te Deseo Para Mí (CielXSebastian)
DiversosDespués de superar sus terribles pesadillas gracias a su amor por Sebastian, Ciel decide llevar su relación con él a cabo, aunque esto genera celos e inseguridades. ¿Podrá Sebastian conquistarle definitivamente?