Capítulo 1: Envidia

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(¡Hola lector/a! ^-^ Gracias por pasarte por aquí. Esta es la continuación de El Gato Negro, mi otro fanfic. Si quieres enterarte bien de lo que pasó, te invito a que lo leas también :) Disfruta de la lectura :3)

Dicen que los amores reñidos son los más queridos. Espero desde el fondo de mi ser que esto que se dice en el mundo humano sea verdad.

Ese día fue absolutamente maravilloso. Fue la primera vez que toqué su hermoso cuerpo, y no lo pude disfrutar más. Mi amo es el mejor que he podido tener nunca; el más delicioso, fantástico, tentador y seductor que se podría pedir.
Era también su primera vez, y me atrevería a decir que lo disfrutó muchísimo, pero seguro que no más que yo.

Mis tácticas parecieron funcionar, y cayó rendido a mis pies, suplicándome que le hiciera mío. Ja, ja. ¡Qué adorable...! Es como un pequeño gato pidiéndote que juegues con él. Parece ser que a pesar de mi crueldad con él, no se ha dado cuenta de que era yo quien le "torturaba" poco a poco para que pudiera amarle aún más con locura, en su lecho, abrazados y fundiéndonos en un beso a la luz de la noche.

Sí, lo se. Soy absolutamente despreciable, pero ha merecido la pena. Ahora nos encontramos unidos en una relación altamente secreta y romántica, y siempre que gozamos de privacidad, la aprovechamos lo mejor que podemos.

Después de una semana aproximadamente, mi amo está muy raro conmigo. Cada vez que tengo que seducir a alguna mujer para llevar a cabo una misión, o incluso alejarme de él, frunce aún más el ceño y enrojece de furia. Luego, ya en la mansión, me pregunta todo lo que he hecho, con todo detalle.
Supongo que eso es normal, pero me preocupa la estabilidad de nuestra relación. Yo le amo, pero no sé si él sabe lo mucho que lo hago.

Ahora, procederé a relatar lo ocurrido hoy, porque, como dicen aquí los mortales, "ha sido la gota que ha colmado el vaso".
Una chica, la cual era una criminal muy peligrosa, tenía información altamente importante sobre un asunto de La Corona inglesa. El sonsacársela con dolor no era eficiente; así que Su Majestad ordenó a mi maestro que buscara la manera de seducirla y averiguar qué tramaba esa terrorista. A mi amo no le quedó más remedio que pedírmelo a mí, aunque a regañadientes.

Después de encontrarla y llevarla a un lugar acogedor, le conté que era otro criminal que quería colaborar con ella, y ésta no quiso saber nada de mí. Desgraciadamente, tuve que recurrir a la cama, y al fin logré conseguir toda la información que queríamos.
Ya en casa, mi maestro me preguntó sobre qué le había hecho a esa muchacha para que me lo contara todo.
-Bocchan... Tiene que confiar en mí.
-¿Cómo voy a confiar en ti de esta manera tan ciega? -me gritó, furioso-. Puedes estar haciéndolo con otras personas y yo aquí, ignorante de todo. Eres sólo mío, Sebastian. ¡Recuerda eso! -suspiró. Noté cómo miles de lágrimas se acumulaban en sus ojos.
-Maestro, no le he hecho nada indecente a esa chi--
-Por Dios, Sebastian... -murmuró, al borde del llanto-. ¿Crees que soy idiota...? Os vi. Vi lo que la hiciste. Observé cómo la besabas, cómo la tomabas entre tus brazos... Lo vi todo, Sebastian. Todo.

Me acerqué lentamente a su silla, sin expresión alguna en el rostro.
En medio de un sollozo, me empujó.
-Ni se te ocurra tocarme, ¡sucio! -se tapó el rostro con las manos, hundiéndose en la silla.
En ese momento, no sabía qué decirle para quitarle esa estúpida idea de la cabeza. Los humanos son, en mi opinión, demasiado complejos.
-Maestro, yo...
-¡Vete de aquí! -aulló.
Decidí obedecerle y me fui por la puerta, decepcionado. Tenía que averiguar la manera de demostrarle mi amor más sincero, para que se convenciera de que yo nunca sentiría lo mismo por esa gente lo que yo sentía por el, ni muchísimo menos, demonios. Vaya que si muchísimo menos. Sus labios eran suaves y cálidos, su piel no tenía imperfección alguna y su cuerpo era el más hermoso que he visto jamás. Sus gemidos me hacen sentir tan bien... Y su alma parece ser la más deliciosa de todas.

Pero... ¿cómo se lo demuestro?

Te Deseo Para Mí (CielXSebastian)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora