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No creo que Andy me guste por que no conozco nada, además de su nombre. Pero si era bonito, demasiado.
Marta una de mis compañeras de la primaria, que iba a la secundaria conmigo, que me caía muy mal. Me imaginé que como me vio hablando con Andy, seguro se haría amiga de él. Y que hizo la muy zorra, se hizo amiga de Andy.
Entre al aula y los vi abrazados, me miraron e hice un gesto de disgusto, Andy se río y rodó los ojos.
Me senté y me coloque los auriculares.
Sentí como ese sentimiento de matarla, volvía a mi.
Estaba celosa, lo admito.
Pero no, no puedo. Él nunca se fijaría en mí.
O eso fue lo que creí.
Sonó el timbre y todos salieron, como siempre yo me quede en el aula. Pero vi que Andy también se quedó, estaba acostado en la mesa y con los auriculares.
Quería pararme y abrazarlo, pero no sabía si hacerlo.
Me levante y fui hasta su banco y me senté al lado de él, le empeze a acariciar el pelo. Al parecer él no sabía quien le acariciaba el pelo y giro su cabeza, haciendo que le acaricie su suave y blanca piel, agarró mi mano y la empezó a acariciar, yo estaba perdida mirando sus labios rojos y sus grandes ojos marrones, cuando él paso su dedo indice por mi cachete, lo pellisco y me llevo en dirección a su boca, me beso y yo lo bese, no tuve tiempo de pensar lo que estaba haciendo, y solo disfrute el momento.

RaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora