Llegó el día, hoy tengo que agarrarme de valor e ir a empezar una charla con ella, ya no puedo seguir huyendo de esto.
Llego minutos antes que ella para ordenar mi té, espero que llegue puntual. Me paro enfrente del mostrador y me atiende Katie, una chica de cabello negro y ojos rasgados. Mientras Katie toma mi orden, ella cruza la puerta y se forma detrás de mí, poniendome realmente nerviosa ¡mierda! Katie toma mi nombre...
- ¿Cuál es tu nombre?- me regala una sonrisa forzada.
- Charlie- Clavo mi mirada en la suya con el fin de intimidarla, y lo logro, ella se tensa y aparta su mirada de la mía. Vaya, que esto me ha ayudado a calmar mis nervios.
- En un momento estará tu té- trata de tener el menor contacto conmigo lo cual me satisface mucho.
- Gracias- le regalo una sonrisa relajada.
Me dirijo a la mesa de siempre y la veo pedir su desayuno, es realmente atractiva. Lleva un abrigo color mostaza, un suéter azul marino de lana, unos jeans negros y esas botas cafés que siempre trae; tiene el pelo suelto, pero mientras espera su desayuno en la mesa situada en el rincón del lugar, toma una goma y recoge su larga melena castaña en una cola alta.
Al fin dicen mi nombre, pero para mi sorpresa nuestros tés salen juntos... Creo que la suerte está de mi lado, empiezo a tener esperanza. Me levanto de mi asiento, y miro que está apunto de hacer lo mismo, así que no me apresuro a dar el primer paso. Sigo su ritmo hasta llegar al mostrador para encontrarme con su mirada... Wow, sus ojos son color miel y son los ojos color miel más hermosos que he visto en toda mi vida; después me regala esa perfecta sonrisa que me tiene con un deseo profundo. Tomamos nuestros tés y nos dirigimos a prepararlos y en cuanto llegamos a la isla a un lado de un árbol de navidad, es ella quien me dirije la palabra, para mi sorpresa.
- Vaya, qué frío hace en estas épocas ¿no lo crees?- destapa su té para tomar un sobre de azúcar y echárselo. Parece que se culpa internamente por la estupidez que acaba de preguntar, obvio que hace frío, ¡es Diciembre!
- Bueno, estamos en invierno, se supone que debe de hacer mucho frío- lo digo en un tono un poco frío y arrogante. No la quiero cagar, tal vez esta sea la última vez que le hable así que tengo que hacer las cosas bien.
- Cierto- Agacha la mirada sintiéndose estúpida, debo de retomar el tema para terminar con este momento incómodo.
- ¿Te gusta este clima?- la miro y se ve concentrada en lo que hace.
- Me gusta demasiado, es mi estación favorita del año- me dice casi en un susurro, parece un poco tímida. - ¿Y a ti?- me regala una pequeña sonrisa.
- Es la mejor estación de las 4, es tan... nostálgica- le miro y ella se ruboriza.
- Te veo todos los días aquí, ¿trabajas cerca? - Ella se muerde el labio con un poco de nerviocismo, es una chica muy linda.
- Estudio en la universidad de Toronto, vengo aquí antes de irme a la universidad. ¿Qué hay de ti?- le pregunto mientras le doy un sorbo a mi té.
- Yo...- Katie la interrumpe llamándola para recoger su pan francés.
- ¿Annie?- Grita Katie y coloca el pan sobre el mostrador.
- ¿Me disculpas un momento?- me dice con una mirada prometedora.
- Claro, no hay problema- le hago una seña para que vaya y enseguida lo hace.
Toma su pan francés, le regala una sonrisa a Katie y después se voltea y me mira. Siento algo raro en mi, como... debilidad.
- ¿Quieres sentarte conmigo?- Llega y alfin me pregunta y yo encantada asiento.
- Claro- le regalo una sonrisa y la sigo hasta el rincón. Me siento y la miro, sus grandes ojos me inspeccionan como en búsqueda de pistas.
- Y bien, ¿qué hay de ti?- tomo un sorbo y la miro expectante.
- Estudio en la universidad de York- me dice antes de darle un mordisco al pan.
- ¿Qué estudias?- le pregunto curiosa. Se ve que es una caja de sorpresas.
- Estudio Escritura Creativa, ¿y tú?- me mira con un tipo de brillo en sus ojos.
- Filosofía. Por cierto, soy Charlie - extiendo mi mano y ella hace lo mismo para después darnos un apretón amistoso.
- Soy Annie- me regala una sonrisa, le sudan mucho las manos, creo que es más tímida de lo que pensé.
- Ya lo sabía- le guiño el ojo, creo que me estoy pasando, no quiero que tenga una mala impresión de mi.
- ¿Ah si?- Abre mucho los ojos y se ruboriza.
- Si. Un bonito nombre para una bonita chica- le digo arqueando una ceja y se llenan sus mejillas de un rosa que le dan un color intenso.
- Charlie no es tu verdadero nombre, ¿verdad?- sonríe y me arquea una ceja, imitando mi gesto.
- No- rio- mi nombre es Charlotte- le sonrio y me regresa la sonrisa. -tu nombre no es Annie, ¿verdad?-
- No, mi nombre es Anastasia- rie
- ¿Como la hermanastra de Cenicienta?-
- Sí, como la fea hermanastra de Cenicienta- las dos soltamos una carcajada.
Miro mi reloj y ya llevo dos minutos de retraso.
- Ya me tengo que ir, ¿me das tu número?- los nervios me consumen, no quiero que me rechace.
- Claro- me sonrie y sus ojos se le iluminan. Saca una agenda de su bolso y anota su número en una hoja decorada, la arranca y le pone un corazón a su nombre.
- Ten, puedes llamarme después de las 6pm- me da el papel y me sonrie.
- Gracias, luego te llamo- me paro de mi asiento y tomo mi bolso del respaldo de la silla.
- Adiós Charlie- me voltea a ver.
- Adiós- la despido con la mano y me apresuro para llegar a la puerta, y salgo de Mitzi's Cafe.
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¿Fantasía o Realidad?
Teen FictionNo es una fantasía, pero tampoco sé si es realidad. Este cielo glorioso que nos abrazaba, ya no lo hace más, ¿por qué? No fue nuestra culpa caernos tan bien, acoplarnos tan bien. Recuerdo muy bien el primer día en que te vi. No sabía como llegar a...