Capítulo 3: La llamada

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  Entré a mi habitación y tomé el teléfono de la mesita de noche. Me acuesto encima del edredón, jalo el cable del teléfono y marco en el teléfono de disco el número anotado en el papel.  Contesta al tercer pitido-

-¿Aló?- suena relajada

- Hola Annie, soy Charlie -hago una micro pausa muy nerviosa- nos conocimos hoy en Mitzi's

-¡Charlie! Creí que no llamarías- suena como si realmente le alegrara escuchar mi voz - ¿cómo estuvo tu día en el instituto?

- Súper aburrido, ¿y el tuyo?

- No tan emocionante pero, fue bueno. ¿Qué hiciste después de la universidad?

- Fui a FUEL+ para comprar algunas cosillas y después llegué a casa. Mi mejor amigo Elliot hizo spaguetti y eso fue lo que comimos. ¿y tú qué hiciste después de la uni?

- Fui a hacer las compras, llevé a mi perro al veterinario e hice de cenar. No suelo cocinar pero mi compañera se lastimó la muñeca así que tuve a hacerla cena yo.

- ¿Qué raza es tu perro? No creo que cocines mal, ¿qué cocinaste?


Pasamos toda la tarde hablando sobre cosas muy random. Annie es una chica muy divertida, simpática, es de esas chicas que les cae bien a todo el mundo. Hemos quedado en salir de shopping mañana, no es que me encante salir de compras pero tengo un presentimiento de que me la voy a pasar muy bien.

Dejo el teléfono en la mesita de noche, me pongo mis pantunflas y salgo de mi habitación y me dirijo a la cocina para agarrar un snack en nuestra pequeña alacena. Al salir de mi habitación veo a Elliot acostado en el sofá jugando a la play. Tomo una bolsita de lays, me hago un espacio en el sofá y me siento poniendo las piernas de Elliot encima de las mías.

-¿Qué estás jugando?- abro la bolsa de lays y me llevo una papa a la boca

- Jugando Until Down. ¿Ya terminaste de hablar con Annie?- no quita su mirada de la pantalla.

- Si, hemos quedado en salir mañana de shopping.

-¿Tú?, ¿de shopping? Esta chica está haciendo milagros- me mira y suelta una carcajada.

- Ja ja ja que gracioso- hago una cara de fastidio y me llevo otra papa a la boca.

- Sabes, he pensado en tener algo serio con alguna chica.

Frunzo el ceño. Elliot es un patán, o al menos eso le hace ver a las chicas. Él es de ese tipo de chicos de una sola noche y no te vuelvo a ver.

-Elliot, ¿te pasa algo? Creo que estás pensando cosas raras- saco una carcajada.

- Claro que me siento bien-me da un pequeño golpe en la cabeza- simplemente quiero tener solo a una persona que pueda tener a mi lado todas las mañanas.

- ¿Por qué tan romántico? En verdad me estas asustando- los dos reímos

- No sé -ríe- tal vez luego se me pase.

- No te preocupes en mostrar tu lado romántico conmigo, a todas las chicas les gusta un hombre así.

- Sabios consejos de Charlie- reímos

- La única chica con la que has durado mucho tiempo ha sido Penélope y resultó ser lesbiana- lo digo en tono serio. No sé realmente el tipo de chicas que realmente le gustan a Elliot, él siempre lleva a casa chicas muy idiotas y por lo general rubias. Hubo un momento en el que tuve la sensación de que podría ser cierto ese estereotipo de que las rubias son tontas, pero después me acordé de mi profesora de Política quien es una persona muy inteligente y de carácter fuerte, aunque es buena persona.

-Tal vez por eso ahora busco a las fáciles, pero creo que tengo ganas de un reto.

- Vaya, ¿y después de un tiempo la votarás como todas las demás? Si así vas a jugar mejor ni empieces el juego.

- Charlie, esto es serio. Me refiero a un reto que me haga cambiar, quiero dejar de ser un patán, quiero encontrar de una vez por todas a la chica.- Apaga la play y deja el control en la mesa, quita sus piernas que están encima de las mías y se acerca a mi.

- Voy por un café, ¿quieres un Chai Latte?- me da un beso en la frente, de esos que me encantan y se levanta del sofá y coge un suéter del perchero que está junto al mueble de la tv.

- Claro- le regalo una de mis mejores sonrisas, no sé de qué humor esté en este momento.

-¿No quieres algo más?, ¿un muffin de frambuesa?- Me da esa sonrisa que tanto me encanta, hace que el Elliot lindo y tierno que conocí salga de su armadura de chico malo y petulante.-Sí, estaría perfecto.

 - Elliot, sabes que te amo ¿no?

- Sí, yo también te amo Charlie. Quiero que estemos juntos por siempre.

- Yo también.

Se acerca y me besa la frente de nuevo. Toma las llaves del perchero que está a un lado de la puerta y se va.  







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