Capitulo 16

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–Mira –me dice Cande, apuntando hacia un chico...– Se llama Mati y es nuevo, está bastante bueno.

Me rio por la cara que puso, estábamos en la cafetería con Cande y la china


–Sí, joder lo está –la apoya la china, yo solo río por sus caras de "Cojeme"

–Ok perras en celos, ustedes necesitan un polvo –les dije, estas me fulminaron con la mirada.


Nos levantamos y dejamos la bandeja.


Cuando íbamos pasando por el pasillo un chico me mira y me guiña.


–Aléjate –le dice una voz familiar a mis espaldas, el chico se va rápidamente. Me giro encontrándome con un Peter sonriente.

– ¿Por qué tan sonriente? –le digo reprimiendo una risa, las chicas siguieron caminando, mientras yo iba hacia mi casillero con Peter siguiéndome.


–Porque tuve un dulce y delicioso polvo con mi chica –me susurra al oído, me estremezco ¿Su chica? Abro el casillero y saco el libro de Física.

– ¿Y quién es tu chica? –le digo, mientras cierro la puerta.


–Mmm –Me acorrala entre el casillero y el, y comienza a besar mi cuello– Tú.

– ¿Por cuánto tiempo? ¿Una semana? –le digo, no dejándome llevar por sus dulces caricias.

–No... –me mira sus ojos color verde que me hipnotizan.


–Tenemos... tenemos que ir a clases –le digo, este me sonríe y me agarra de la mano llevándome al salón. Algunos se quedaban mirándonos en shock, con la boca abierta o sorprendidos, y otras solo me miraban con odio.

– Y dime Peter ¿Tú chica es buena en la cama? –le dijo un chico que iba pasando por nuestro lado, Peter se detuvo en seco. Oh no.


– ¿Qué acabas de decir hijo de puta? –le dijo Peter agarrando al chico del cuello de su camisa.


– ¿Qué sí tu chica es buena para cojer? ¿O la tienes porque es buena con las mamadas? –le dijo el chico, sin un poco de supervivencia.


Peter no le dijo nada, solo lo golpeo... en la mandíbula, en el ojo, lo tiro al suelo y le pateo las costillas.


–Dilo de nuevo hijo de perra... y no saldrás vivo de esta –le dijo rojo de la ira, mientras se ponía encima de él para golpearlo en la cara.


– ¡No! ¡Peter! –lo agarre del brazo– Vamos... por favor –le rogué, este paro en seco y me miro, se paró y miro a los otros chicos que estaban mirando, rápidamente se esparcieron.


–Venga...déjame curarte –le dije mirándole los nudillos, que por cierto sangraban.


–Atrévete a faltarle el respeto a mi chica, y te matare –le dijo con ira Peter al chico que se paraba apenas, lo mire y le sangraba la nariz, el labio y la ceja...tenía el ojo izquierdo rojo, después seguramente se le pondrá morado, se sacudió y se marchó.


–Ven –le dije, mientras lo arrastraba a mi habitación.

****


–Peter...Por favor, no te metas en líos –le dije, mientras le vendaba los nudillos. Este frunció el ceño.

A pesar de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora