Locos,asesinos Y Gatos

1 capítulo

Hola soy Vania Madeley Blair Stone nací en Alemania,pero cuando tenía seis años de edad mis padres "sufrieron" un accidente. Pero eso ya esta en el pasado así que paso el tiempo y llegaron mis dulce 18...el día más esperado de mi vida.

Empecé a buscar en mi armario para entonces sacar un lindo blusón blanco,un jeans,botas negras, ropa interior y unas cosas más de decoración.

Deje caer la toalla al piso y me dedique a ponerme la ropa interior y el jeans,me senté en el borde de mi cama aplique un poco de polvo a mi cara seguido de lápiz labial color vino tinto,me levante y me puse el blusón blanco.

Eran las 2:30pm según marcaba mi despertador.

Decidí ir a regar las plantas de alrededor de la iglesia,pues si vivo en un convento pase cinco años de mi vida en un orfanato de mierda siendo yo el centro de agresión,pero ya me empezaba a cansar y cuando llegó una de las niñas más creídas del orfanato

FLASHBACK

.-¡Miren la niña mocosa no quiere jugar! Que mal educada.-dijo Amy con tono mayoritario y con su chillona voz.-bastarda tenía que ser.

.-No me hables así eres mi igual,además tu también estas abandonada en este orfanato por lo que tu también eres bastarda.- dije algo tímida,pensando todo antes de decirlo.

.-¡Claro que no! ¡Cuatro ojos!.-dijo Amy eufórica,acto seguido me empuja,al hacer eso me caí de espaldas y mis lentes calleron al piso y ese acto derramó mi paciencia.

.-¿¡Que te crees Amy!?...¡Que sólo por ser la preferida de el coordinador,tienes el derecho a hacernos esto!

.-Si,Si creó tener el derecho.-dijo Amy con aire de odio hacia mi.

.-¡Pues no! ¡Es obvio que eres la favorita porque toda la noche tiene algo que ver con el ya que sólo sirves para una sola cosa! ¡para fornicar!.- dije igual de molesta gritando a los cuatro
.-¡callate!.-y plantó su mano en mi cara.

Eso activo mi ser asesino,en cuestión de segundos ya estaba sobre Amy dando contra el piso su cráneo

.-¡DEJAME BASTARDA! ¡AAH! ¡DEJAME!.-Dijo con sangre en su rostro,debo admitir que le quedaba bien la sangre.

.-vuelve a decir eso y te mueres.- dije sin miedo de mi palabra estaba dispuesta a matarla de una vez por todas

.-¡Bastarda! Ya,ya lo dije ¿que me vas a hacer ahora?

.-¡Oh,no debiste cariño!.-dije entre cerrando los ojos y cuando le iba a golpear unas chicas me agarraron por detrás he impidieron que lograra romperle la cara a Amy.

Fingí tranquilizarme y cuando ella se reincorporó le di un puñetazo en la mandíbula y causando que se desmayara.

.-Te dije que no te metieras conmigo idiota.-dije mientras veía como se caía

Pasaron tres horas para cuando ya la policía estaba en el orfanato y me llevaron a el psiquiátrico al llegar me despojaron de mi ropa y pusieron en su lugar un pantalón y blusón blanco.

No se el porque de que me llevaran a ese lugar pero...ahí estube tres años viviendo era mucho mejor que el orfanato y muchos de los guardias y enfermeras se hicieron amigos raro pero fue así en ese lugar ya tenía confianza y un día el jefe de los guardias decidio llevarme a un convento para mi salud ya que no era agresiva y me querían tener segura y no con un par de locos y asesinos.

FIN FLASHBACK

Ya terminaba de regar los lirios cuando llega el padre
El es un viejito de unos 60 y tantos con el pelo blanco y con lentes.

.-Buen día Vania,que dios te bendiga.-dijo el padre Derek Wood.

.-buenas padre Derek,amén.

Termine y fui a mi habitación si este día saldría con la hermana Teresa mi compañera de cuarto,era una chica de 17 años de edad,tiene la piel blanca,el cabello castaño claro y siempre anda vestida de lo que es...una monja.

Pero es divertida y muy amorosa aunque hace mucho tiempo que no la veo reír,ella es mi mejor amiga desde hace dos años,fue ella la que me recibió y enseñó todo sobre la iglesia,con lo de mis estudios,al lado de la iglesia estaba el instituto.

.-Hola Teresa,¿como amaneces?.-dije con una humilde sonrisa.

.-Bien,Si.-Dijo concentrada en ordenar la iglesia.

Ella es mi mejor amiga desde mi llegada,ella me mantenía cuerda ya que el orfanato me había creado un problema psicológico.

Raro como unas pocas palabras logran una amistad tan grande como de Teresa y yo