Un Destino Cruel

Capítulo 1: Zack Smith.

... ¡¡BIP, BIP, BIP!! ...
La alarma me despierta, hoy hay liceo. Bajo del camarote en el mayor silencio posible para no despertar a Dave ya que aun son las 6:00am, si es que no despertó con el fuerte ruido de la alarma. Salgo sigilosamente de mi cuarto, lentamente me asomo de nuevo a la  habitación, aun duerme. Su guitarra esta al borde de su cama, esta destrozada...

-Al parecer pasó mala noche.- pienso.

(Dave se desahoga rompiendo sus guitarras para no hacerse daño...)

Suspiro, cierro cuidadosamente la puerta y me dirijo al baño a arreglarme.
Luego de ducharme y vestirme voy a la cocina para prepararme el desayuno, abro el refrigerador y solo encuentro una nota de Dave:

"Vale por leche y pan (tu desayuno) -Dave."

- Pues una manzana será - digo suspirando para mi mismo.
De repente apoyado en la puerta de la cocina veo a mi amigo con una cara de sueño...
- ¡Hola! -dijo y chocamos las palmas infantilmente y ambos reímos.

Nos sentamos en el sofá a ver las noticias, hablaban algo sobre un posible brote virulento muy peligroso recién descubierto... Pero Dave apago el monitor y me dijo:

-¡Bah!, tonterías. Cosas como esas no pasan hace más de treinta años. -dijo en tono despreocupado.

-Si ... tienes razón, pero bueno... ¡¡VAYA!! ¡¡VOY TARDE!!-

Él mira la hora en su celular "7:30".

-Será mejor que corras o llegarás tarde.- Dice en tono burlón.

-Naa.- le digo irónicamente y me voy...

MAS TARDE YA EN EL LICEO...

Llego al descanso, corrí hasta la puerta de mi aula... pero cuando entré al pasillo me frenó un grupo de chicos...

-Mierda... - Digo en voz baja.

Era Diego y otro par de imbéciles gigantes que tiene por amigos.

-¡Miren quien llegó tarde! - Dijo Jackson subiendo el tono.

-¡¡Es la nenita de Zack!!- Gritó uno de sus amigos en tono burlón.

Los dos mongoles rieron junto a él en forma amenazadora.

-¡¡Basta!!- Dije en tono fuerte apretando los puños.

-¡¡OH , VAYA!! Miren, la nenita se las quiere dar de valiente no?.

Él siguió riéndose, nos estaba provocando, lo esta provocando a él... Me estaba obligando a dejarlo a actuar, pero seria peligroso...

-...Zack ¡calmate!- Me dijo Liz sujetándome el brazo al borde del llanto.

Miro a mi alrededor, estoy sobre Diego en el suelo. Mi mano al igual que su cara está llena de sangre.

-Yo... no se que me pasó.- Dije entre cortadamente.

-Perdón. - Continué. La abracé y besé aún impactado.

Liz en ese momento era mi novia, algo tímida...
El día siguió normalmente, no supe de Diego en lo que quedó de este.

Llegue a casa, al entrar Rex se abalanzó sobre mi y caí al frio piso de la entrada. Luego de acariciarlo y jugar un poco con el, encontré una nota de Dave. Antes de abrirla reí un poco por su manía con las "notas"  ya que podría decirmelo directamente o llamarme con su celular. Esta decía:

" Zack
Hoy regresare tarde, no me esperes.
Salí con Valeria, hay patatas y hamburguesa en la mesa de la cocina...
-Dave. "

Valeria es la novia de Dave, es su compañera de liceo. Tomé las patatas con la hamburguesa y a Rex y me encerré a tocar guitarra...
Mucho más tarde suena mi celular, es Liz. Le saludo tiernamente esperando su respuesta pero no hay nada, sigo escuchando y me doy cuenta de que ella no estaba sola, escucho la voz de un hombre en una conversación...

-Se oyen ruidos...se están besando...van... Van hacia su... -Digo en mi mente.

Cuelgo deprimido con ganas de querer gritarle. Necesito desquitarme con algo...

Tiro la guitarra, echo a Rex, apago la luz y lloro... Sigo llorando. Recuerdo todo lo que ellos me hacían, pienso en mis padres, pienso en todo lo que sufrí... Pienso... En Liz, y exploto. Con impotencia saco mi billetera, busco con rabia en los bolsillos pequeños, y lo encuentro; saco una hoja de metal plateado. Cuando mis dedos la tocan siento más rabia y odio hacia mi... Hacia mi vida. La levanto, la luz de la luna que atraviesa mi ventana se refleja en su filo, veo el frio resplandor y... Las lagrimas se detienen, se agotan... Bajo lentamente mi brazo, recordando que había jurado no volver a caer tan bajo. Veo cicatrices blancas que cubren toda la parte inferior de mi brazo. Presiono poco a poco la bella hoja, mi amiga, y la voy deslizando poco a poco. Me siento libre... Gotas rojas brotan lentamente, cayendo sobre lo que quedaba de comida. Me recuesto, con una especie de sensación entre agradable y tortuosa, y poco a poco me duermo...