Suena el despertador
Rayos me levanto de inmediato para irme a la secundaria por suerte era día festivo y no íbamos a tener clases, solo iríamos a la posada de diciembre pero no quería faltar y perderme la última fiesta del año.
Me arregle y me puse ropa que me habían comprado como regalo de navidad.
Tome el transporte para irme, y como siempre yo escuchando música en todo el camino.
Llegue a la secundaria muy entusiasmada buscando a mis amigas, para saludarlas y para ver como iban arregladas, de inmediato las encontré porque estaban en el patio cívico, ayudando a decorar. Me uní a la decoración y acabamos muy rápido.
Mis amigas y yo fuimos a dar vueltas alrededor de la secundaria, saludando a nuestros conocidos, después nos fuimos a nuestro salón porque el convivio ya iba a comenzar, fue un dia muy casual porque no tuvimos sonido como los demás salones, asi que solo comimos y después ya no sabíamos en que distraernos y salimos a ver que había en los otros salones, en algunos si había sonido y en otros estaban más aburridos que nosotros.
Sonó el timbre para salir al patio cívico a ver lo que tenían preparado algunos grupos como villancicos, bailes, rifas etc.
Se llenó de inmediato y nos quedamos sin sillas e íbamos a estar paradas un gran rato, por suerte Abril encontró un espacio en las gradas justo donde cabíamos las 5 perfectamente, nos fuimos rápido antes que alguien nos ganara esos lugares.
Comenzó el festival primero cantaron villancicos, como estábamos en las gradas podíamos ver perfectamente todo, no estaba poniendo atención a lo que estaban presentando sino que estaba más concentrada en la gente que iba pasando delante de nosotros, en un momento mi mirada se centró en un chico que estaba parado por que al igual que nosotras ya no había alcanzado silla, no podía dejar de verlo no sé qué le encontraba de especial pero tenía algo que lo hacía diferente, se veía que era muy serio pues estaba solo sin amigos a su alrededor, le conté a mi mejor amiga Alison que estaba a un lado mío, me dijo:
-No inventes Kamila que le ves si está bien feo
-Lo sé pero se ve que es lindo dije sonriendo
-Nombre como vas a pensar eso si ni siquiera lo conoces
-Pues no me importa algún día le hablare
El tiempo se nos pasó de volada, cuando menos acordamos ya se estaba acabando el festival.
Todos se empezaban a abrazar y a desearse lo mejor para navidad y año nuevo, mis amigas y yo hicimos lo mismo nos despedimos ya que nos veríamos hasta el próximo año. Cada quien se fue para su casa libres de cualquier cosa.Como siempre llegue a mi casa y estaba mi mama esperándome para comer, estaba emocionada porque comenzaban las vacaciones, pero por otra parte estaba triste porque ya no vería a ese chavo que había visto en el festival.
Todas las fiestas navideñas las pase con mi mama con mis tíos y primos, disfrute mucho esos días pues conviví más con mi familia.
Cuando menos me lo espere ya me quedaba el último día de vacaciones, de nuevo vería a mis amigas, tres semanas sin ellas fue como una eternidad, no hice nada en especial ese domingo, comenzó a oscurecer y arregle todas mis cosas de la escuela para no andar apurada al día siguiente buscando la mochila y los zapatos como la mayoría de veces me pasaba. Me fui a acostar temprano pero no tenía nada de sueño, supongo que me dormí como a las 2:00 am. Mi mama me despertó para alistarme y no puse ni un pretexto.
Cuando llegue a la secundaria mis amigas me estaban esperando con un fuerte abrazo al igual que yo a ellas.
Volteaba a todos lados necesitaba ver de nuevo al chavo de la posada, necesitaba verlo, quería saber en qué grupo iba.
Nos fuimos a caminar por toda la secundaria cuando de repente Alison me jala del brazo muy bruscamente.
-Voltea ¿ya viste quien está ahí?
-No, ¿En dónde? ¿Quién?
-Pues ve con tus propios ojos.
-No puede ser ese chico estaba a unos metros de mí, pude ver como conversaba con unos compañeros de su salón, note su hermosa y perfecta sonrisa no podía dejar de verlo.
-Hey Kamila ¿si me escuchaste lo que te estoy diciendo?
-¿Mande? Lo siento creo que me distraje un poco.
-Ash ven vamos a seguir caminando no sé qué le encuentras a ese tonto.
Nos fuimos al salón porque ni el timbre escuche de lo distraída que estaba.
Hicimos lo mismo de siempre en clase, contar como nos fue en vacaciones que nos pasó y todo eso.
Pasaron los días y yo seguía encantada de ese chico, cada mañana, cada receso, cada rato que tenía libre me ponía a observarlo sin que se diera cuenta. Era fácil poder verlo porque su salón estaba a un lado del mío.
Iba en un ciclo menor que yo, quería averiguar su nombre pero soy muy penosa y no soy capaz de dirigirle la palabra y puede que le caiga mal, mejor no, algún día se me dará la ocasión.
Un día cuando me dirigía para la secundaria en el transporte paso algo que no podía creer pues en ese autobús se subió el, el chavo que no podía dejar de ver ni un momento, mi corazón se aceleró demasiado, en mi estómago empecé a sentir cosas raras, algo inexplicable, no lo podía creer cuando se sentó a lado mío, quería gritar, llorar y bailar, cosa que no hice, qué pensaría de mí, nunca lo había visto cerca de mi casa, quien sabe si vivía cerca o porque motivo se subió en ese lugar. Quería mover mi brazo hacia él, quería sentirlo cerca, pero se iba a ver muy lógico, pues yo iba cruzada de brazos, no hice ningún movimiento en el camino, quería que ese recorrido durara horas para tenerlo mucho tiempo a mi lado.
En otra parada se subió otro alumno de la secundaria, era amigo de el porque se subió y se saludaron, así como la mayoría de los chicos le hacen, deslizando la palma de la mano y chocando puños. Yo llevaba mis audífonos puestos pero en cuanto comenzaron a platicar, puse pausa a la canción que se estaba reproduciendo. Quería escuchar su voz, y la plática entre ellos. El amigo lo llamo "tato" supongo que era su apodo, pero me pregunte ¿se llamara Héctor? A la mayoría de los chavos que se llaman "Héctor" así les dicen.
Es bonito nombre, le va perfecto, pude escuchar su hermosa risa, por mala suerte ya estábamos frente a la secundaria, así que me baje de prisa moría por llegar a contarle a mis amigas. Solo estaba Jennifer, Evelyn y Abril las llame para que salieran y poder contarles, por fin pude gritar y expresar todo esa emoción que sentía. Cuando termine de contarles se miraron entre ellas y solo sonrieron, no se alegraron igual que yo.
-Que tienen ¿no les alegra verme feliz?
-Claro que sí, pero porque te emocionas tanto si ni lo haz tratado- dijo Evelyn
-¿Y eso qué? Déjala es su vida- dijo Abril
Jennifer no dijo nada solo sonrió. Cuando llego Alison ya no le dije nada, me había puesto triste que ni mis amigas entendieran como me sentía.Cuando salimos al receso nos encontramos a Héctor comprando lonche, no lo pensé mucho y también me forme no me importo que comida era pero quería estar cerca de él.
-Háblale-dijo Alison empujándome contra él.
-No, qué te pasa.
-Ándale no vas a perder nada.
-No, qué pena, además, que le diré si no tengo nada de que platicar mejor otro día- mi corazón estaba latiendo más rápido que de costumbre.
El terminó de comprar su almuerzo y se fue solo.
-Hubieras aprovechado esta oportunidad ahorita que lo tenías cerca- me dijo Jennifer
-No, sabes como soy de penosa, ni un hola le podre decir, me quedare sin habla.
Compramos nuestra comida y nos fuimos a unas mesas a comer.
-Antes de que acabe este día le tienes que hablar a ese Héctor no pierdes nada ni que te fuera a comer- me dijo molesta Abril.
-Ya les dije que no le hablare.
-Es que ya me está fastidiando esto, llevamos dos meses y no te atreves a hablarle, de que sirve emocionarte de tenerlo cerca si él ni siquiera te conoce.
-Ya déjala en paz, si no quiere no la puedes obligar- dijo Alison.
Ya tranquilas no tiene caso discutir por esto, luego veré si le hablo o no, ese es mi problema.
Por suerte sonó el timbre para regresar a clases. Caminamos hacia el salón y estuve feliz porque me salvo el timbre de hablarle al chico que me gustaba.
Bueno mis amigas me están presionando para que le hable, pero yo no estoy convencida, soy muy tímida y él se ve demasiado serio, creo que no es buena idea que le hable, además es un año menor que yo.
Cada que lo veo algo raro pasa en mí, una sensación súper bonita cuando lo tengo cerca, a pesar de que no nos dirigimos la palabra siento grandes cosas que solo él me provoca.
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Disfruta El Amor Cuando Lo Tengas, No Cuando Lo Pierdas.
Teen FictionEn este libro encontrarás una historia relatada por una adolescente, que a sus 16 años tuvo que enfrentarse a distintas pruebas de la vida y el destino le pusieron en su camino. Mas sin embargo, logró salir adelante con ayuda de sus amigas y de sus...