× seis ×

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Eran la 1:55 pm cuando miré mi reloj, exasperado por que ya pasen esos 5 minutos para que la clase haya terminado. En cuanto esta sonó, tomé mi mochila y salí disparado a la puerta de Queensland University. Me quedé ahí parado mientras otros estudiantes iban saliendo. Yo era de alta estatura, y era la única persona con jeans y chaqueta, mientras todos usaban shorts o playeras, así que no pasaría desapercibido entre toda esa gente. Pues, aunque en esa época en Brisbane hacía un calor infernal, no podía dejar ese estilo de lado. De ninguna forma. Pasaron unos 15 minutos, y la vi. Su cabello rubio brillaba aún más con los rayos del sol. La seguí con la mirada, y en cuanto hicimos contacto visual, ella se sonrojó y bajó la mirada, sin borrar esa sonrisa de su rostro. Era la señal perfecta para que me acerque.

–Hola, ¿me recuerdas? –le dije con una coqueta sonrisa.

–Tal vez sí, no creo que podría olvidar ese rostro –contestó ella siguiendo el juego.

–Lo siento por tirar tus libros, se te cayó este papel cuando te fuiste –le dije causándole confusión, lo pude ver en su rostro.

–Creo que no es mío, solo tiene un número telefónico anotado de algún chico llamado "Mike".

–Oh, lo siento, mi error. Solo es mi número telefónico, el cual quería que conservaras pues me encantaría invitarte a salir.

–¿Y qué te hace pensar que aceptaré? –respondió ella con una sonrisa retadora.

–No lo sé, tal vez el hecho de que tus mejillas estén más rojas que ese bonito labial que llevas –agregué, haciendo que se sonrojara aún más, y haciéndole botar una pequeña carcajada.

–Está bien, tú ganas. Pero creo que tú lo necesitarás más que yo –continuó, anotando su número en un pequeño papel color rosa.

–Perfecto, hablamos más tarde –finalicé ofreciéndole mi mano como despedida.

–Nos vemos. –dijo ella tirando suavemente de mi mano y besando mi mejilla. Yo tuve que agacharme un poco pues ella era mucho más pequeña. Qué fácil iba a ser esta chica.

Una vez que terminé, agendé su número en mi móvil. "Amitciv 23", ya que si lo lees al revés, significa "Víctima", y pues, ella era la número 23. Ni si quiera me tomaba la molestia de recordar sus nombres. Prefería llamarlas por algún apodo durante las citas, "linda", "cielo", "pequeña", siempre funcionaba. Puede sonar retorcido, perturbador, obsesivo, pero, ¿y eso qué? Lo que me hicieron también lo fue, y yo me tuve que defender solo, sin ayuda de nadie. Y hasta ahora me va muy bien, he cumplido mi venganza por todos los que se rieron de mí, las muchas chicas que me rechazaron, los muchos chicos que abusaron de mí, y sobretodo, Daphne, que hizo ambos, y se llevó lo último que quedaba en mi corazón.

15:08 hrs "¿Quieres ir por pizza? ;)"

15:11 hrs "Me encantaría. Estoy en la universidad estudiando, ¿pasas por mí a las 8?"

15:15 hrs "Allí estaré."

Paso uno, listo. En primer mensaje lo envié sin decir quién era, pues si me reconocía era porque ya había guardado mi número. Era una buena señal de que estaba interesada en mí, y así fue. Mi tarea era, sacar toda la información posible de ellas. Gustos, experiencias, fortalezas y debilidades. Cada dato era importante para que nada salga mal.

Mientras seguía en mis cosas, escuché la puerta sonar y me acerqué a abrir. Maldición, era Elizabeth otra vez.

–¿Qué quieres? –le solté con desinterés en mi voz, sin despegarme de la puerta.

–Quería disculparme por lo de esta mañana. No creí que te molestaría tanto que te despierte.

–Pues, ya lo sabes. Odio que me despierten, yo sé cuándo tengo que levantarme, ¿de acuerdo?

–No tienes que tratarme así. Te conozco desde niño, ¿por qué no puedes ser el mismo de antes?

–Odio esa maldita pregunta, yo no cambié, ustedes no me conocían lo suficiente. Este es mi temperamento, les guste o no. Tú siempre les has prestado más atención a mis hermanos. Por eso no me conoces. No cambié.

–Está bien, no tienes que decirme si no quieres. En parte es culpa nuestra, nunca te preguntamos cuando debimos, ahora es muy tarde.

–¿Algo más que quieras? Estoy muy ocupado.

–Sí, solo una cosa. ¿Recuerdas que en la mañana te dije que debía salir por algo importante?

–Sí, ¿y qué con eso?

–Pues, tendré que salir de la ciudad unos días. Y si todo sale como creo, tendré que volver a salir pero por más tiempo.

–¿Qué? ¿Y eso por qué? No puedes dejarme aquí solo con mis hermanos y con George.

–Tu madre también estará aquí.

–Ella no cuenta. Nunca está, ¡todo será un desastre!

–Es por cuestiones familiares, mi hermana me necesita y es muy importante para mí.

–¿Y acaso yo no importo?

–Claro que sí, dejaré todo listo para que tengas comida y todo lo que necesites estos 5 días. También te dejaré dinero, Mike, tienes que clamarte.

–Espero que solo sean 5 días.

–Como ya te dije, tengo un presentimiento. De todas formas regresaré, pero si es que sucede lo que creo que sucederá, tendré que ir de vuelta a allá hasta que pase. Por mi bien y el de mi hermana. Luego podré regresar.

–¿Luego que pase qué? ¿De qué demonios hablas? ¿Y cuál hermana? Creí que George tenía una sola hermana.

–No puedo explicarlo, no lo entenderías. Pero si es que sucede te darás cuenta. Y no, no solo somos 2 hermanos.

–Está bien.

–Ah, y una cosa más. Mientras regresaba a casa, pasé por una tienda de regalos, y me llamó la atención este collar. Tiene una letra "M", que es tu inicial. Me acordé de ti y te lo compré.

–¿Y desde cuándo tan amable conmigo?

–Sabía que lo de mi viaje te caería muy mal, es como una forma de decir lo siento. Además, estabas muy molesto esta mañana.

–De acuerdo, gracias. Ten buen viaje. –finalicé recibiendo el collar y cerrando la puerta.

Abrí mi puño y observé el collar. Era un corazón con mi inicial, como me lo había anticipado Elizabeth. Muy femenino para mí. Lo guardé en mi bolsillo y me tiré a la cama hasta que sea hora de ir por la chica 23.



× Jet Black Heart × [m.g.c.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora