Vacaciones

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La Navidad ya estaba a la vuelta dela esquina y los alumnos comenzaban a irse de vacaciones.
Sherlock, John y yo éramos los últimos de la pandilla que tenían que quedarse en Hogwarts.
Por lo menos, estar con los chicos no me tendría tan aburrida.

Yo era la encargada de mantener a salvo la poción Multiugos mientras se hacía.
Había decidido esconderla en el baño de las chicas, ya que por culpa de Myrtle la llorona nunca iba nadie allí.
Ya casi estaba lista y por suerte yo ya tenía el cabello de una de las amigas de Adler, por lo que corrí a avisar a los chicos.

Como ya eran las tres de la tarde, supuse que estarían en el gran comedor jugando al ajedrez mágico y no me equivocaba.
-¡Chicos!- dije corriendo a su lado y me deslicé por el banco hasta su lado -ya está-
-¿El qué?- dijeron a la vez.
-Shhhh- dije en bajo -la poción multijugos está lista ¿Tenéis los pelos?-
-No- dijeron ellos.
-Bueno- dije sonriendo -por suerte ya lo tenía pensado-

Saqué un frasco de perfume bastante caro de mi maletín yambos se quedaron extrañados.
-Veréis- dije-este perfume en realidad es una potente pócima del sueño. Cuando las amigas de Irene lo huelan caerán redondas-
-¿Cómo has podido hacerlas?- dijo Sherlock -No sete daba bien-
-Clases particulares con Slughorn- reí -ahora soy su mejor alumna-
-Sherlock- dijo John-tienes competencia-
-Vosotros procurad que las chicas encuentren esto- dije -nos veremos delante del baño de las chicas después de cenar-
-Vale- dijeron a la vez.

Una vez avisé a los chicos, fui a la cabaña de Hagrid para ver si podía ayudarle en algo.
-Hola Hagrid-dije acariciando a Fang.
-Hola (T/N)_____- dijo Hagrid con una sonrisa -¿Vienes para ayudarme?-
-Por supuesto- sonreí -¿Qué tengo que hacer?-
-Verás- dijo él -tengo que ir a ver al grupo de unicornios del bosque porque hay una cría nueva-
-¿Puedo ir?- dije dando saltitos.
-Por supuesto- dijo él -vamos-

Ambos nos fuimos adentrando en el bosque hasta que llegamos a un gran claro.

Allí un grupo de hermosos unicornios pastaba tranquilamente.
Había unicornios marrones, negros, grises, blancos... todos diferentes pero todos muy lindos...

la pequeña cría corrió hacia nosotros con curiosidad, ya  que ella ya conocía a Hagrid.
-Tengo que ir a ver...- dijo él -a otras criaturas... espérame aquí y comprueba al potrillo-
-Vale- dije con una suave sonrisa.

Examiné por completo al potro que gozaba de una salud perfecta.
Saqué una manzana del bolsillo de mi túnica y se la ofrecí a su madre, la cual se acercó cuando terminé de examinarle.
Era un unicornio totalmente blanco con unos hermosos ojos casi dorados.
Como Hagrid tardaba mucho, decidí ir a investigar que le había sucedido.
Me subí en el unicornio que me guió por el profundo bosque.

A medida que nos adentrábamos, el ambiente cambiaba drásticamente.
Todo estaba lleno de enormes telas de araña y parecía que el aire no quería entrar en nuestros pulmones.

De pronto, vimos a Hagrid en un claro y decidimos acercarnos.
-Hagrid- sonreí -mira la mamá unicornio me ha dejado subir-
-¡(T/N)_____!- dijo él molesto -te dije que esperases allí-
-¿Quién es?- dijo una extraña voz -Hagrid ¿Has traído a alguien?-
-Aragog- dijo él -solo es otra amiga mía queme ayuda a cuidaros-
-Eso lo decidiré yo-dijo la voz.

De repente, de un enorme hueco frente al que Hagrid se encontraba, una enorme Acromántula surgió ante mis ojos.
Ver aquella enorme araña frente a mí hacía que mi cuerpo se quedase totalmente petrificado.
-S...So...Solo- dije asustada -quiero ayudar a Hagrid-
-Mentira- dijo la araña -cuando vuelvas al castillo se lo contarás a los demás-
-Te juro que no se lo diré a nadie- dije seria -estás a salvo-
-Están- dijo Hagrid -hay millones como él-
-Eso- dije con más terror en mi cuerpo -no diré nada sobre esto-
-Mejor- dijo él -no queremos que esa criatura nos encuentre-
-¿Qué criatura?- dije -Aragog ¿Sabes algo de lo que pasa en el castillo?-
-Se hace tarde...- dijo el insecto -debo descansar-

Cuando Aragog volvió a su agujero, Hagrid nos guió a mi y al unicornio a la salida del bosque.
Al bajarme, la criatura volvió con su grupo y yo caminé con el gigante siguiendo nuestro camino.

Por el camino, las dudas invadían mi mente.
¿Qué había en el castillo?, ¿De qué criatura hablaban las arañas?... eran preguntas que necesitaba resolver.
-Hagrid...- dije curiosa -¿Por qué tienen miedo las arañas?-
-No debo decírtelo- dijo él -es un secreto-
-Hagrid- dije -si sabes algo de la criatura  que ronda por el castillo debes contármelo-
-No (T/N)_____- dijo él- conociéndote la buscarías-
-¡HAgrid!- dije -esa cosa está petrificando a alumnos de la escuela. Obviamente que quiero matarla-
-No diré nada- dijo él -es casi la hora de la cena. Vuelve al castillo-
-Vale- dije molesta.

Caminé de nuevo hacia el castillo y me dirigí al gran comedor.
Allí la profesora McGonagall estaba dando una reprimenda a un fantasma.
-Hola tío Fred- dije sonriendo.
-Hola (T/N)______- dijo el fantasma sonriendo -¿Qué tal va todo?-
-Muy bien- sonreí -profesora tengo algo para Fawkes-
-Démelo y se lo daré de su parte- dijo la profesora con una sonrisa.
-Tenga- dije sacando un saco de semillas -mi abuelo me lo mandó y dijo que le gustan mucho-
-Gracias- dijo ella -y señor Weasley que sea la última vez que hace una travesura así-
-De acuerdo profesora-dijo él.

Una vez se fue la profesora, ambos nos miramos con complicidad.
-¿Vas a repetirlo verdad?-reí.
-Por supuesto- dijo Fred -me encanta ver a Filch rabioso-
-Todos te extrañan mucho- dije -sobretodo el tío George-
-Y yo a ellos pequeña- dijo él -¿Cómo va todo por allí?-
-Muy bien- dije -seguís siendo la mejor tienda en el callejón Diagón-
-ME alegra saberlo- rió -¿Todos estáis bien?-
-Si- dije -todos estamos muy bien-
-¿No te molesta haberte quedado aquí?- dijo él.
-Para nada- sonreí -tengo muy buena compañía-

La magia de la deducción (Parte 2) (Sherlock Holmes y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora