No se suponía que fuera real (Rubelangel)

¿Mangel?

Narra Ruben:

Llegué al cuarto de Mangel en busca de saber que coño era lo que le había pasado, al llegar, el llegó al hotel primero que yo, pero cuando fui con el, solo se dignó a no mirarme, me alzó la mano en señal de saludo y se encerró en la habitación, supuse que con lo flojo que era solo quería dormir o había llegado de mal humor, baje y me encontré con la llegada de demás amigos.

-¡Ruben! que sorpresa.

Me dijo una voz por detrás, al voltear, miré a Willy, quien se encontraba con una copa de vino en manos y una gran sonrisa en su rostro, tenía una sonrisa que para ser sincero, jamás había visto en el sonrisa tan deslumbrante como la suya, era como si con ella pudiera pasar sobre todos sin importarle lo que pasara, era como si con su sonrisa pudiera cubrir un campo completo de amargura... estoy usando palabras demasiado gays, incluso para mi, después de quedarme embobado con sonrisa tan brillante y envidiable me acerqué a el para darle un abrazo y unas palmaditas en la espalda, hace ya que no nos veíamos, los dos vivíamos muy alejados del otro, y esto era muy nostálgico.

-¿Qué tal todo? ¿Dónde se encuentra tu prometido?

Solté una risa ante su comentario, no me molestaba en lo absoluto, al contrario, me hacia reír cada vez que nos nombraban así, no por sonar gay ni nada, es solo... que me gustaba, porque me recordaba de la buena amistad que el y yo teníamos, esa amistad que desde hace un largo tiempo teníamos y no perdíamos.

-Esta...

Dije algo dudoso sobre cual sería mi respuesta, ¿Durmiendo? ¿En su llegada a Argentina? No. 

-Está ligando por ahí con algunas chicas que le vienen a conocer.

Dije esto con un pequeño golpe en el pecho, suponía que sería por el hecho de tener que mentirle a un amigo sobre otro amigo, que cosas me haces hacer por ti, Mangel. sin darme cuenta bajé la mirada un tanto frustrado, no sabía porqué, simplemente pasó, inconscientemente lo hice, últimamente he estado de esos ánimos cuando se trata de Mangel, debe ser por nuestra última discusión, me dejó algo alterado y...

-Deberías traerlo ya para acá, que se le necesita saludar, todos le extrañamos.

Por alguna razón ese comentario me molestó un poco, pero no le tomé importancia, no quería que en mis primeras horas en un país nuevo fueran mierditas de niña con hormonas alborotadas, por lo que asentí y me di la vuelta sin decir nada para correr a buscar a Mangel, no fue necesario decírselo a Willy, porque al parecer entendió perfecto.

Iba acelerado, aun no entiendo porqué, era como si algo dentro de mi quisiera ver a Mangel, como si algo dentro de mi necesitara verlo, pero, sabiendo que últimamente ando de esos ánimos no hice caso a la primera alerta .

No recuerdo cuantas veces fueron las que toqué el botón del ascensor para poder subir hasta el piso correspondiente de la habitación de Mangel, nos habían asignado habitaciones juntas, así que no era necesario adivinar cual era su piso, al abrir el ascensor, habían dos chicas, muy guapas debía decir, algo incómodo por ser un hombre entre dos chicas dentro de un ascensor entré, fue silencioso el trayecto hasta el piso que necesitaba, hasta que una de las chicas se decidió por romper el silencio, no sabía si agradecer o maldecir.

-Oye, tu eres uno de los famosos que llegaron, ¿No?

Mierda, dijo lo que me temía, pero antes de poder contestar la puerta del ascensor se abrió, y para mi suerte fue justo en el piso que necesitaba, no dije ni una palabra y salí corriendo de ahí, lo único que hice fue darle una mirada con una sonrisa a la chica que había hecho la pregunta antes de salir corriendo, por lo cual, lo que vi, la dejó algo desconcertada, pero no me importaba, no pensaba en regresar para dar explicaciones, así que seguí corriendo y corriendo hasta llegar a la habitación.