Una de batido para Mike

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Mis maletas ya estaban en el coche y mi padre se disponía a despedirse de mí. Me soltó un discurso del cual no me enteré de nada y me besó la frente. Yo no le dije nada, como ya dije: Le odiaba.

Me subí en el coche y el chofer me llevó al asqueroso campamento ese, que según había visto en internet era un campamento de actividades al aire libre, es decir: humedad, bichos y mofetas. Y lo peor de todo, gente no-rica.

No discrimino ni nada pero es que esas personas no tenían modales y vestían raro, y lo peor es que les gustaba ser como eran, ¡que asco! ¿tendría que convivir con ellos un mes? Buaj.

-Cien euros si me llevas a Nueva York.- le dije al chofer desesperada, y él río.

-No se puede ir a Nueva York en coche desde Australia.

-Cierto.- maldije.- Pues a Sídney.

-Lo siento, Kristinne, pero ya llegamos.-me indicó, y el coche se frenó. Miré por la ventana, todo era verde a excepción de un gran grupo de cabañas de distintos tamaños y un par de mesas cerca de una.

El chofer abrió la puerta y yo negué con la cabeza.

-Kristine...- me replicó y suspiré. Salí del coche, el chofer me dio mis maletas y vi como se marchaba, y podría jurar haberle visto una cara malvada mientras me miraba.

-¡Hola!- escuché una voz detrás mío que me obligó a dar un pequeño brinco. Era una chica de mi edad. Una no-rica.- Me llamo Claire.- Me dijo tras soltar una pequeña risita y me extendió la mano.

-Kristinne.- le dije algo... repugnada y le di dos palmitas en la cabeza, lo que, no sé por qué, le hizo reír.

-¿Algún problema con mi mano?- sonrió.

-Nada.- le sonreí hipócrita.

-Bueno, Kris, yo seré tu guía.- dijo ignorando mi actitud.

-No necesito guía, y es Kristinne no Kris, Maire.

-Es Claire,- dijo sonriente ¿acaso esa chica nunca se enfadaba? por qué por su chaqueta de cuero y su... todo, parecía no tener muchos amigos.-y si necesitas guíaada noob necesita uno.

-¿Qué me has llamado?- la tal Claire volvió a reír, que estrés por favor...

-Noob es como llamamos a los nuevos.

-Prefiero utilizar palabras que estén en la RAE.- le sonreí.- Si eres mi sirvienta, coge las maletas, que pesan, y ten cuidado con la ropa al desdoblarla, ¿si?

-Creo que no has entendido, soy tu guía, no tu mayordomo, así que coge tus cosas y sígueme.- yo suspiré y, muy a mi pesar, le hice caso.

Me guió hasta una de las cabañas más pequeñas, que tenía dos camas, un baño y dos cómodas, encima de las cuales habían unos espejos.

-Esta es nuestra habitación.

-¿Nuestra?- repetí, creyendo haber escuchado mal. Ella se limitó a asentir, y me di cuenta de que una de las cómodas tenía un montón de gorras encima. Me tocará convivir con la pesada de Maire, o como sea. Que asco.- Ah...- me limité a decir, y fingí una sonrisa.

-Deja tus cosas ahí.- me indicó y yo le hice caso.- Ven, vamos a desayunar.- Cogí mi bolso, que estaba dentro de una de mis maletas y la seguí hasta una cabaña más grande, en la cual habían mesas en frente.

Nos pusimos en una fila de un par de chicos que seguramente habían llegado tarde a desayunar. Cogimos unas bandejas y nos sirvieron unas enormes hamburguesas.

-Asco.- me limité a decir mientras caminamos hacia nuestra mesa, pero ella pareció no escucharme.

-¡Hey, Claire!- dijo un chico de apariencia asiática a mi "guía".

-¡Holo!- le saludó ella, y nos sentamos en otra mesa. Mi mirada no se había separado de aquel chico y sus compañeros. Eran cuatro y todos estaban buenísimos, sin excepción. Uno era alto y rubio, con los ojos azules y un piercing en el labio, otro tenía el pelo teñido de un color oscuro mezclado con violeta y la verdad es que no estaba nada mal, otro tenía los ojos color miel, una sonrisa increíble, y su cabello castaño tenía unas pequeñas ondulaciones y, por último, el de pinta asiática con una mecha rubia en el pelo.

-¿Quienes son esos y cuando cayeron del cielo?- le pregunté a Claire, la cual río.

-Son los "popu" de aquí, pero son muy majos. Tienen una banda juntos, siempre tocan al terminar el campamento y lo hacen genial.- mi mirada no se separaba de ellos.- El jirafa se llama Luke, el rockero es Michael, el sonrisitas es Ashton y el chinegro es Calum.

-¿El chiqué?- le pregunté confusa y ella rió fuertemente.

-Chinegro: chino y negro. En realidad es kiwi.- sonrió.

-Ah...- me limité a decir, aunque no sabía que significaba eso de kiwi.- Con que son los "popu".- dije pensativa.

-Mhm...- dijo ella.- pero no se fijarán en ti, así que descuida.- me advirtió, dandole un gran mordisco a su hamburguesa.

-¿Por?- dije ofendida.

-Por que ellos no son así, no les gusta lo superficial.- bufé.

-A todos les gusta el físico.

-A ellos no. A ellos les gusta el rock, el negro y las cosas extravagantes, y tu te creías que yo era tu mayordoma, no son para ti, aquí las cosas son diferentes que en chupilandia.

-Primero, la palabra mayordoma no existe, segundo, seguro que me los ligaría si quisiese.- dije, cortando la hamburguesa con un cuchillo y un tenedor que me había traído, ni loca comparto cubiertos con estos.

-Ya, claro...- dijo sarcástica, volviendo a devorar un trozo de su hamburguesa.

-¿Lo dudas?

-Mucho.

-Bien,- solté los cubiertos y aparté la bandeja.- ¿Qué te apuestas?- la miré amenazante y ella rió.

-¿Eso quieres?- dijo ella en el mismo tono y yo asentí retándola.- Bien, si te ligas al que yo diga antes de que acabe el campamento, yo...

-Le dices a todos que soy la mejor del mundo mundial.- afirmé y ella rió, para variar.

-Vale, y si no lo consigues...- se quedó pensativa durante unos segundos.- Les dices a todos que eres lesbiana.

-¡¿QUÉ?!-grité, y en un segundo todos me miraban.

-¿Te echas para atrás?- dijo ella sin inmutarse.

-Nunca.- dije, bajando el tono de voz- Acepto.

-Está bien, te ligas a Michael.

-¿En serio? ¿El rockero?- le dije, molesta.

-Mhm...

-Vale.- suspiré y me levanté para dirigirme al grupo de chicos, no sin antes fulminarla con la mirada. Me senté al lado del tal Michael y le miré fijamente. Él miró incómodo a los demás mientras se aguantaban la risa.

-¿Hola?

-Hola, soy Kristinne, encantada, he visto que me estabas mirando y he pensado, ¿por qué no?- el soltó una risa junto con sus amigos. Tenía ganas de pegarle en la cara, pero me aguanté y volví a fulminar a Claire con la mirada mientras ella se reía.- ¿Hace gracia?- pregunté, dejando mis modales atrás. Por más que sean los "popus", nadie se ríe de mi.

-No, lo siento, es solo que...- volvió a reír.

-¿Sabes qué? ¿queréis ver algo gracioso?- les pregunté a todos mientras me levantaba. Cogí el batido de Michael y se lo tiré por encima. Él se paró de reír, mientras que sus otros amigos se rieron aún más fuerte, y todo el comedor también.- Toma, ríete un rato.- le dije y me marché con Claire.- Estúpidos.- susurré cuando ya estaba sentada.

-Eso ha sido muy épico.- dijo sin parar de reír, y yo sonreí mientras seguía cortando mi hamburguesa.

Al menos no he pasado desapercibida.

***

Multimedia: Claire (Kaya Scodelario)






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