Me caen mal tus amigos

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Terminé de desayunar, o mas bien de dejar toda la comida en la bandeja; ¿hamburguesas para desayunar? ¿en serio?
Salí del comedor yo sola, preguntandole antes a Claire dónde estaban los baños, y me dirigí a ellos.

Entré, me coloque bien el pelo, me lavé las manos y salí.
Para mi sorpresa ahí estaba el estúpido de Michael, no me podía creer que tuviese que ligarmelo.

-Hola.- me sonrió, me sorprendía que no se hubiese enfadado.

-Hola.- dije desinteresada.

-Siento haberme reido de ti en el comedor.- yo le mire sorprendida, estaba siendo muy bueno conmigo, que raro.

-¿Eres rico?- le pregunté rápidamente y él se rió.

-No, ¿por?- preguntó divertido.

-Entonces, ¿qué quieres? - dije desconfiada.

-Nada.-volvió a reir.- ¿es que alguien que no sea rico no puede ser amable sin querer nada?

-Si pueden, pero no suelen hacerlo. ¿Por qué tú querrías ser amable conmigo si no quieres nada?

- Me gusta conocer gente.- me sonrió, ese chico me empezaba a caer bien.

-Me han dicho que no a gente como yo.- dije refiriéndome a Claire, mientras me volvía a acomodar el pelo.

-¿A gente que me tira batidos en la cara?- sonrió.

-A gente "superficial y cursi"- imité la voz de Claire y el se rió.

-Primero te tendré que conocer para saber si eres "superficial y cursi".- imitó él, y esta vez fui yo la que me reí. ¿Me reí? Kristinne Hudson, ¿te acabas de reir delante de un chico? ¿se lo vas a dejar tan fácil?

Rápidamente me callé, y hubo ese silencio incomodo mientras él no paraba de mirarme.

-¿Tengo monos en la cara?- le pregunté molesta y el se rió.- ¿Por qué a la gente le hace tanta gracia todo aquí?

-¿Tu no te ries nunca?- preguntó.

-No, delante de no-ricos no.

-¿No-ricos?- preguntó divertido.

-Si, de gente que viste...- le miré de abajo a arriba para encontrarme con sus ojos.- así.- acabé por fin. Él abrió la boca para hablar pero alguien le interrumpió.

-¡Hey, tortolitos! Hay que ir al campo de paintball.- dijo el jirafa como le había dicho Claire.

-Ya vamos, Luky Puky.- dijo Michael con voz de chica lo que me hizo reir. ¿Otra vez Kris? Espera, ¿me he llamado Kris?

-¿Vamos?- me preguntó, señalando con la cabeza a un grupo de chicos que estaban bastante lejos de nosotros y yo negué.

-Ni loca hago actividades al aire libre, prefiero quedarme en mi habitación hablando por telefono, gracias.

-Sabes que es obligatorio, ¿no?- me dijo sonriente, lo que me tentó a sonreirle de nuevo, pero ni loca.

-¿Ah si? ¿Y quien me obliga?- le dije con una sonrisa hipócrita.

-Yo.- dijo, y me cogio de la muñeca para tirar de mí hacia el grupo de chicos.

Al llegar un par de monitores explicaban cosas sin importancia.

-¿Qué es lo que vamos a hacer?- le susurré a Michael, tratando de no interrumpir al monitor.

-Paintball.- respondió el que Claire había llamado Ashton, que estaba al lado de Michael.

-¿Y eso significa?- pregunté.

-Bolas de pintura.- me respondió Claire, poniendose a mi lado.

-¿Vamos a pintar?- pregunté emocionada. Me encantaba pintar.

-Algo parecido.- dijo Michael divertido, y todos soltaron una risita mientras que yo me quedé pensativa.

-Vamos, anda.- me dijo Michael, tirando de mí hacia una cabaña en dónde todos habían entrado.

Los monitores repartían prendas de ropa ridículas, Michael se acercó, al igual que Claire y los chicos, y volvieron con una prenda cada uno, excepto Claire que trajo una para mí.

-Toma, póntelo.- me indicó, lanzándome la prenda, obligándome a cogerla.
-Buen chiste.- dije, agarrando la prenda con asco. ¿Quién sabe quién se habrá puesto eso?

-Tienes que ponertelo.- me insistió el tal Calum.

-No hablaba contigo.

-Hey, Mike, valla humos que tiene tu novia.- se burló Luke, haciéndo que todos se rieran.

-No es mi novia.- dijo Michael, que parecía más molesto que yo.

-Te lo tienes que poner si quieres hacer paintball.- me dijo Claire, ignorando lo sucedido.

-Pintar no merece la pena.

-¿Cómo que pintar? Pero si el paintball es con pistolas.- rió Calum, mientras el resto le fulminaba con la mirada.

-¡¿Pistolas?!- grité, y seguidamente tiré la prenda de ropa al suelo y me marché de la cabaña.

-Pistolas, dicen... Cuando vuelva a mi casa van a ver lo que es disparar de verdad, cuando pille mi móvil hago que todos les odien.- susurraba yo mientras caminaba hacia mi supuesta habitación.

-¡Hey!- escuché una voz detrás mia. Era Michael. Me paré pero no me giré.

-Me caen mal tus amigos.- dije sin más, cruzandome de brazos y él se colocó en frente mío.

-Pues perfecto.- dijo sin más, y yo le miré sin comprender.- Ahora es tu oportunidad para dispararles.

-¿Puedo disparar a Luke?- pregunté sonriente, y el asintió riendo.

-Y lo mejor es que ¡es legal!- anunció y yo reí.- ¿De acuerdo?- preguntó y yo asentí. Al final aquel rockero no sería tan malo.
Me llevó hasta la cabaña y ahí recogí mi prenda.

-¿Al final te has decidido por venir?- me preguntó Claire, y yo asentí.

-¿Qué mejor que una pistola para vengarte de quien te cae mal?- añadí mirando a Calum, Ashton y Luke, y estos tragaron saliva.

Esto iba a ser divertido.

***

Multimedia: Michael

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