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Harry me pidió que me recostara en la cama y cerrara los ojos. Todo esto tenía un doble sentido.

—Por ningún motivo vayas a abrirlos. Hasta que dejes de escuchar.

—¿Escuchar qué?

—La música.

Y enseguida sonó el teclado. Era una melodía muy linda, con notas agudas. Se detuvo un momento, y yo ya iba a abrir los ojos. Pero entonces comenzó a cantar:

Tu mano se ajusta a la mía, como si estuviera hecha para mí
Pero ten en cuenta que era algo que tenía que suceder
Y estoy uniendo los puntos con las pecas en tus mejillas
Y ahora todo tiene sentido para mí
Sé que nunca te han gustado las arrugas a un lado de tus ojos cuando ríes
Nunca te han gustado ni tu vientre, ni tus muslos
Ni los hoyuelos en tu espalda por debajo de la espina dorsal
Pero yo los amaré eternamente
No dejaré que estas pequeñas cosas salgan de mi boca
Pero si lo hago eres tú quien se suma a ellas
Estoy enamorado de ti, y de todas esas pequeñas cosas

Querido diario;

Hoy fue uno de los mejores días de mi vida.

Diario de una chica imperfecta Donde viven las historias. Descúbrelo ahora