Camino con el block gigante, con el cual no es nada de fácil, pero es necesario para la carrera de diseño.Este es mi primer año en la universidad y sinceramente tengo mucho miedo de estar aquí. Sólo el año pasado salí de la escuela y fue duro dejar a mis compañeros y todos los momentos buenos que tuvimos, pero ahora nos toca crecer.
Llego como puedo al segundo nivel del edificio, siento un suave golpe en mi brazo pero es suficiente como para que se me suelte el block.
Me agacho y siento una presencia junto a mi, levanto la mirada y un chico está junto a mi ayudándome con los papeles que había dentro.
—Lo siento mucho... – dice el chico mirando el suelo.
Mete todos los papeles dentro del block, nos levantamos y me lo da. Su mano tiene un pequeño tatuaje, lo recibo rápido.
—Gracias...
Entro al salón que tiene «Dibujo» en la puerta.
Ese pequeño incidente fue suficiente para distraerme el resto del día, sin contar que era el primero en la universidad.
La única información que logre retener fue un nombre, el cual corresponde a la profesora de historia del Arte, Gloria.
Terminan las clases del día y salgo para esperar a papá.... Si, a papá. Tengo 18 años pero sigue cuidándome tanto como antes.
Veo a lo lejos al chico que me ayudo, esta apoyado en un auto hablando animadamente con más chicos.
Comienza a caminar hacia... Un segundo... ¡Viene para acá!
Siento una bocina y miro, me levanto rápido y entro al auto de papá.— Hola, hija...
Tomamos la carretera y veo como el chico se va haciendo cada vez más pequeño.
—¿Paso algo?– pregunta sin despegar su atención de la calle.
—No... Nada– me pongo un auricular— sólo fue un día agotador.
A los minutos después estamos en casa. Voy a mi habitación, la cual es lila y tiene la letra de una canción que amo con mi alma.
Me lanzo a la cama y comienzo a repasar lo que ocurrió en la universidad, para ser el primer día no fue tan terrible como pensé que sería. Y todo se lo debo al misterioso chico del tatuaje en la mano.
No sé ni porque estaba caminando hacia mi cuando era hora de irse, estaba con sus amigos y eso me hace entender que no es de primer año.
Y yo en su lugar sólo habría ignorado el hecho de que me conocí, mi apariencia no es de lo más "Agradable" si se puede calificar así. Para qué se hagan una idea, tengo cabello cobrizo y con unas simples ondas, mis ojos cafés extremadamente oscuros cosa que casi los hace negros y con unas gafas negras. Mi figura es normal, aunque también tengo unos cuantos kilos de más, pero vistiéndome como se debe eso se oculta.
Además de nunca haber besado a alguien y con eso dejo en claro que mi vida a sido un total aburrimiento... Y seguirá igual.
Lo olvidaba... Me llamo Jess.
Y esta es mi historia
