One Shots.

Would you..? - Logan Lerman.

(Multimedia, los bebos de Alex y Logan)

Y aquí iba yo, conduciendo por las atestadas calles de California, sintiéndome como si estuviera manejando hacia mi propia muerte.

Conducía con la música en alto, para relajar mis nervios, pero no servía.

A mi lado, un arma mortal. Para bien o para mal.

Estoy nervioso y el tráfico no ayuda a relajar mis nervios. Salí más temprano del trabajo para darle a mi novia Alexandra una sorpresa por nuestro segundo aniversario de novios.

Demonios, la amaba con todo mi ser.

Ella y sus perfectos ojos que nunca sabes si son grises o azules. Su cabello, largo y lacio de un color negro precioso. Su cuerpo, con una figura envidiable. Ella misma, su carácter, su personalidad.

Todo en ella era perfecto.

Pensando en mi maravillosa novia, no me dí cuenta que al menos, podía avanzar la distancia de tres autos.

Me adelanté y tuve que volver a parar. Que estresante.

Decidí que cuando pase frente a una cafetería iría a tomar algo, para relajarme.

Cuando pude avanzar lo suficiente como para ver una cafetería a unos metros, estacioné donde encontré lugar y me encaminé hacia el local.

Entré al lugar y un aroma hogareño me reconfortó y relajó. Qué bonito lugar.

Era un café pequeño, pero lindo. Con una chimenea que le daba ese aspecto a una casa familiar, y con maderas en las paredes.

Me senté en una mesa que tenía un solo asiento. Rápidamente llegó una camarera con una linda cabellera rubia, y ojos verdes claros.

Esperen, reconozco ese rostro.

No será...

-¿Alison? -pregunté en voz alta.

-Logan -dijo sorprendida, con los ojos abiertos como platos.

-Si, soy yo -comenté aún con sorpresa-. Qué raro volver a encontrarnos.

Me levanté y la abracé, hace años no la veía. Por suerte ella me correspondió.

-Si, lo sé. Luego de irme a Inglaterra no nos volvimos a ver. Qué bueno es volver a verte.

-Digo lo mismo -respondí con una sonrisa.

Bueno, les explico. Alison fue mi novia a los 16 años. Estuvimos tres años juntos, fueron los mejores de mi vida. Por razones de la vida, Alison tuvo que viajar a Inglaterra. Desde ahí no la he visto, hasta ahora. Luego de su viaje, estuve un año solo, lamentandome su partida, y cuestionandome porque la dejé ir.

Para ser sincero, hasta el día de hoy no la he superado del todo, ella siempre abarcará una parte de mí. Fue mi primer novia a la que amé con todas mis fuerzas, con todo mi ser. Aunque tenga a Alex, siempre voy a querer a Ali.

Mientras tanto, ella y yo hablábamos, hasta que llegó un tema peculiar.

-Y bien, ¿como estás con el mosquito del amor? -preguntó.

-Genial, conocí a una chica, Alexandra. Es un ángel caído del cielo -sonreí pensando en ella-. La amo como a mi vida, ¿sabes?

Ella me miró con una expresión que no supe descifrar.

-Debe ser hermosa.

-¿Y tú? ¿Tienes novio? -pregunté interesado.

-No, lamentablemente. Este cuerpo vale oro -respondio ella, utilizando un falso ego mientras con la mano señalaba su figura.