No había manera en el infierno de que yo le diga a mi padre que estaba suspendida. Hoy no.
Acaba de llegar y no quiero más drama por hoy. Creo que es suficiente.
Nos subimos al auto de Jace después de guardar todo el equipaje.
-Así que, Jace. ¿Eres nuevo en la ciudad? -Pregunta mi padre.
Genial, ahora empezará con su interrogatorio.
-Me fui por un tiempo. Mi madre quería alejarse de todo. -Dijo Jace.
Ojalá pudiera hacer eso. Es justo lo que necesito.
-¿Eres novio de mi hija? Porque si es por Savannah, nunca me enteraría de sus relaciones. Es algo reservada. -Oh, no. Mi padre no acaba de decir eso.
¿Me puedo tirar de la ventana ya?
-Oh, no. Solo somos amigos. -Dijo Jace nervioso.
-Eso suelen decir todos. -Dijo mi padre y yo me moría de la vergüenza.
-Su hija es una chica increíble, pero no estoy interesado en ella. -El volteó a verme y yo solo le sonreí nerviosa.
¿Por qué los momentos incomodos siempre están tan presente en mi vida?
Después de que mi padre decidió callarse, llegamos a casa. Dios, pensé que jamás llegaríamos.
Mi padre y Nicolle bajaron todo el equipaje y entraron a la casa.
-¿Entonces soy una chica increíble? -Le dije burlona a Jace.
-Solo quería darle una buena primera impresión a tu padre. La verdad es que eres un desastre, Williams. Y a veces me pregunto por qué somos amigos. -Dijo burlón.
-Ja, ja, ja. ¿Pero qué dices? Sabes que no hay nada que te haga más feliz que mi amistad.
Su sonrisa desapareció y se quedó callado. Genial, ¿ahora qué dije?
-Me tengo que ir. Descansa, lo necesitas. -Dijo quitando el mechón de mi cara.
-Sí, supongo. Mañana mi padre me dará un horrible sermón. -Abrí la puerta para entrar a casa. Por lo menos mi día nobterminó tan mal después de todo. Y todo gracias a Jace.
-¡Eh, Savannah! -Gritó, Jace a lo lejos, justo entrando a su auto.
-Dime. -Volteé hacia él, apoyándome en la puerta.
-No pienses en él...
~*~
-¿Suspendida? ¿Me voy unos días y te suspenden, Savannah?! -Exclamó mi padre enojado.
-Lo siento, ¿sí? -Dije bajando la mirada.
-Me imagino que tenías una buena razón para golpear a esa chica. -Dijo Nicolle y yo sonreí.
-Oh, ¡no tienes ni idea! No me arrepiento de haberlo hecho. Esa chica es Satanás, Nicolle, lo juro.
-Oh, te entiendo. Cuando tenía tu edad, había una chica justo así en mi escuela. Esas son las peores. -Dijo riendo y mi padre solo nos miraba enojado.
-Y las encuentras en todos lados. -Dije y la acompañé con sus risas.
-¡Bueno ya! -Gritó mi padre, haciendo que Nicolle y yo terminaramos nuestra conversación- Savannah, ve a tu habitación. Ah y no saldrás esta semana, así que dile a tus amigas porque te quedarás aquí, encerrada. Ah, y tampoco creas que te puedes pasar de lista invitándolas a la casa.
-Cómo sea. -Exclamé y subí a mi habitación.
Me tiré en mi cama y cogí mi móvil.
Tenía algunos mensajes que mandar, en especial a Danielle. Tenía que hablar con ella y pedirle perdón, fui algo grosera.
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Eres Mía, Pequeña
RomanceSavannah Williams y Lucas Hoult. No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura. Nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes. Él era dueño de sí mismo, ella una niña...