Capítulo 43.

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-Parece que alguien no durmió ayer. -Dijo Danielle burlona guardando sus libros en su casillero.

-Cállate, fue tu culpa. Todo gracias a tu mensaje.

Estaba empezando a sentirme bien, o eso creo. Pero tuvo Danielle que arruinarlo todo recordándome de que Lucas volvía hoy. No dormí nada y me levanté de mal, mal humor.

¿Es acaso posible esconderme en mi casa todo el tiempo para no verlo? Porque no estoy lista. No quiero verlo.

-Sólo quería recordarte que Lucas viene hoy, Sav. -Dijo sonriéndome.

-Danielle, ¿Lucas es mi novio? -Pregunté fría.

-No.

-Entonces, ¿qué mierda me importa si viene o no? Había dejado de hacer el conteo regresivo, porque me di cuenta que era estúpido, porque así vuelva no va a pasar nada entre nosotros, ¡nada! mpezaba a sacarlo de mi cabeza y tú me tienes que mandar ese maldito mensaje de que hoy vuelve. ¡Gracias, Danielle!

-Eh, Savannah, no tienes que hacer un drama por esto... -Dijo Danielle intentando calmarme.

-¿No? ¡¿No?! Oh, lo siento, se me olvidaba que tu tienes el novio perfecto y no necesitas estar en esto de intentar olvidar a alguien y que tu mejor amiga no te ayude.

-Cálmate, Savannah.

-Sólo tengo que decir, ¡gracias! Eres la mejor. -Dije y me alejé de ella.

Todos estaban mirándonos. Sé que había gritado un poco, pero es que en serio estaba de mal humor.

A veces no podemos andar con una sonrisa todo el tiempo.

Empecé a caminar y Melody se acercaba con su grupo amigas.

¿Acaso este día se puede poner peor?

Melody venía con una camisa blanca y una falda negra. Una muy corta falda negra. Dios, ¿no puede respetarse? Su ropa no dejaba mucho a la imaginación.

La detesto.

-Parece que alguien está teniendo un mal día. -Dijo Melody burlona y sus amigas empezaron a reír.

-No tendría ningún problema en hacer tu día mucho peor, puta.

No puedo creer que esas palabras salieron de mi boca. Cómo me arrepentiré de esto. Pero estaba tan enojada que no me importaba descargar toda mi furia en Melody, no me importa para nada.

Toda la escuela estaba mirándonos. Esto es lo peor.

-¿Cómo me llamaste?

Ser sincera es algo bueno, ¿no?

Me acerqué a ella y la miré fijamente.

-Puta. -Repetí.

Pierdo la cuenta de cuantas veces he deseado decirle esto.

Ella abrió los ojos como platos y estampó su mano en mi rostro.

-Nunca vuelvas a llamarme así. -Gritó, llamando la atención de muchas personas más.

Yo era bastante tranquila y callada, pero ella me sacaba de mis casillas. Y hacía que tirase mis buenos modales a la basura.

Esta escuela está a punto de ver un lado de mí jamás antes visto.

Y sin pensarlo más, me tiré encima de ella, placándola contra el suelo. Melody dejó escapar un grito cuando cayó conmigo encima. Estaba sentada a horcajadas encima de ella y le di un puñetazo en su perfecta nariz. Luego intenté tirar de su cabello pero ella fue mucho más rápida y me agarró de la muñeca. Intenté pegarle con la otra mano libre, pero como ella era más alta y más fuerte, me aprisionó las dos muñecas con sus manos y me giró, golpeándome con fuerza la espalda contra el suelo.

Eres Mía, PequeñaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora