Capítulo 8: ¿muerte?

298 19 7
                                    

Bueno creo que después de esta pequeña pausa podemos continuar ¿cierto?

Ambos se levantaron y empezaron a caminar con rumbo a la ciudad. Rumbo al destino de Okita pero ¿qué diría? ¿Qué haría? ¿Cómo vería a su esposa a la cara? ¿Qué le diría al resto? que explicación le daría a una niña que no conoce el dolor que el mundo da al perder a alguien el camino.

El trayecto se hizo eterno ni una palabra se escuchó ni una sonrisa de parte de ninguno de los dos.

Hijikata se quedó callado solo no sabía que decir era un niño que había perdido a sus padres pero nunca un padre que había perdido un niño. Pero mientras ambos llegaban a la entrada del hospital una sombra reconocible se muestra...

Para sorpresa de ambos no era otro más que Kamui. A un no sabían porque se encontraba en el lugar o si estaba enterado de lo que había pasado pero si algo se podía ver era que tenía la mirada caída y sin decir ni una palabra se desata aquella bestia que sin lugar a dudas tenía una fuerza incomparable y dirigiéndose directo hacia Okita con una gran rapidez pudo situarse enfrente de el en pocos segundos y con una fuerte patada a la barbilla manda a Okita por los cielos. Pero esto solo le hace recordad más a aquel día que lo conoció en aquella "pelea". Pero mientras la mente de Kamui recordaba algunas cosas y rápidamente se preparaba para un segundo ataque, un movimiento rápido aparece aquel que siempre había estado al lado de Kamui. Abuto a el cual sin preámbulo y sin duda detiene a aquel que considera su amigo.

Mientras que un hijikata sorprendido preguntaba– ¿qué demonios está pasando? –

Pero mientras Hijikata intenta conocer ñas respuestas para aquella situación. Kamui sin apartar la mirada del suelo solo pudo bajar los brazos y mientras todos los veian pudieron observar como una gota de agua caía al suelo por el pelo largo de Kamui ninguno supo si fue su sudor, saliva o si de verdad fue una lagrima pero en el rostro de él se podía observar como luchaba por controlar su ira.

Pero con la mirada al suelo solo pudo decir con voz baja y apenas entendible -sabes lo que mi hermana está pasando ¿cierto?-

Pero mientras él esperaba una respuesta, Okita simplemente se levantó a duras penas, tocándole el hombro y pasando a un lado del solo le susurra -ahora lo sé y ya estoy aquí-

Y sin decir más el padre prosigue su camino y detrás del Hijikata siguiéndole el paso mientras voltea ver aquellos dos misteriosos pero familiares yatos.


De regreso en el hospital Otose acaba de salir del cuarto de Kagura y el resto de sus amigas se levantan al verla y al unísono le preguntan -¿cómo se encuentra Kagura?-

A lo que ella simplemente cruzando los brazos y con un tono un poco deprimente solo podía decir una frase repleta de verdad -está deprimida-

El semblante de Kagura había cambiado ahora no se notaba la mujer fuerte que era simplemente no se reconocía. La voz de Otose se escuchaba una vez más -es mejor dejarla descansar un poco-

Mientras Gintoki veía por la ventana a una Kagura que nunca conoció solo podía apretar su puño en un acto de incompetencia al no poder hacer nada y preguntarse cómo podía estar en esos momentos.

A las afueras del hospital la lluvia no había cesado desde que Hijikata y Okita se habían encontrado pero eso no los iba a detener cerca de la puerta del hospital otra figura se hace presente esta vez es la del padre de Kagura que arremetiendo lleno de ira y dolor por ver a su hija así le reclama a un Okita pero a diferencia de Kamui él no quiere hacer una pelea inútil y solo vuelve a caer sobre sus rodillas en el suelo, la lluvia incesante solo podía cubrir las pocas lágrimas de un padre, de un abuelo...... mientras tanto Gintoki va a consolar aquel hombre que compartía el mismo amor por Kagura.

A las afueras del hospital en medio de la lluvia donde solo las gotas ocultan el llanto y el suelo detiene las lágrimas pero no el dolor. 

En ese momento Hijikata sintió un nudo en la garganta al ver tan conmovedora escena con ganas de soltarse a llorar pero sin darse cuenta paso algo que lo sorprendió y que nunca en su vida pensó ver. 

Okita inclinándose donde estaban ellos y abrazándolos al mismo tiempo que los cubría con su saco entro al hospital. A conocer la verdad y enfrentarse a lo que le deparaba.


Todos se sorprendieron al verlo llegar sin dirigirse a ellos se apresuró a ir con una enfermera para solicitar información sobre lo acontecido de su Hijo.

Para la sorpresa de todos, la enfermera no lo llevo al cuarto de Kagura si no fue llevado a otro lugar.

Kyuubei se levando y dirigiéndose a Otose le pregunto -¿adónde llevan a Okita el cuarto de Kagura está del otro lado?-

A lo que Otose respondiéndole de una manera un tanto cruel peor honesta le dijo -al lugar donde llevan a los muertos en este hospital-

Kyuubei cubriéndose la boca se soltó a llorar de nuevo por imaginarse lo que vería Okita.

Después de un par de pasillos al final habían llegado a una sala en donde un pequeño féretro blanco estaba esperando.

Parecía un pequeño baúl adornado con partes doradas Okita acercándose lento pero sabiendo lo que encontraría lo abrió era un pequeño niño. Con el cabello castaño pero un pequeño mechón color de rojizo tan parecido a su madre, tan único. Solo le toco la mejilla y sin poder más callo de rodillas con un llanto tan fuerte como nunca lo había hecho.

Mientras que Hijikata llegando sin más que decir sin contar lo ocurrido solo espero afuera y comenzó a fumar un cigarrillo mientras veía la lluvia aunque en su interior sabía el inmenso dolor de su "hermano". El ambiente se volvió más triste con cada lagrima llevaban años sin ven a Kagura y de igual modo a Okita.

Un relámpago ilumino aquella noche y una figura en el techo se mostró no era otra más que la de Kondo su maestro para el no faltaban lagrimas su rostro expresaba lo que su alumno pasaba en los vio crecer seguir su camino formar sus familias, verlos reír y ahora llorar. Otro relámpago cayo señalando la desaparición de este. En la espesa y ahora amarga lluvia que con cada gota nos hacía recordar lo frágil que eran las personas. Sin importar cuanto entrenaran y que tan fuertes se hicieran la vida está plagada de alegría pero también de sufrimiento y solo esto se sentía en ese hospital.

nota: lo de si Hijikata conoció o vio morir a su padres es puro invento mio dado que no se sabe así que yolo. recuerden que este fic tiene mucho o.c.c 


El reporte de Yamazaki: código S + CDonde viven las historias. Descúbrelo ahora