El reporte de Yamazaki: código S + C

Capitulo final: locura

Sabes creo que nunca debí haberte contado esta historia tal vez no es el cuento romántico que tu esperabas ¿Qué? O vamos no te pongas así. Está bien continuare, sabes cuándo te enojas das el mismo miedo que tu mamá

Mientras las desgracias abundaban en la vida de Okita el solo podía observar el cielo mientras su mente escapaba de la realidad que estaba viviendo. Tan solo se había cansado de llorar y en esos momentos tan solo pudo reír. Una clara muestra que su cordura se escapaba con cada desgracia que pasaba y como lentamente las notas de un inevitable réquiem sonaban en el aire.

-"fuiste débil"- escucho Okita mientras despertaba de su sueño y volteando de izquierda a derecha intentando descubrir a aquel que se dirigía a su persona tan solo para descubrir que no había nada y volviendo al hospital un poco perturbado por sus pensamientos se sentó enfrente de la cama de su esposa esperando que despertara del "sueño sin límite" que los doctores le habían comentado.

-Oye ¿puedes salir?- preguntaba Hijikata que había llegado para ver su compañero y sin decir ni una palabra Okita se levantó y acariciando el cabello de su esposa salió de la habitación

-Ya me comentó el doctor lo que tiene- comentaba Hijikata mientras sacaba un cigarrillo y se lo llevaba a la boca

-si- contestaba Okita algo cortante mientras volteaba a otro lado intentando ignorarlo un poco mientras volvía hablar -su padre está en una misión o alguna tontería dijo mientras sollozaba pero aparentemente paso lo mismo con su madre semanas antes que ella...- pero mientras hablaba corto la frase y volvió a voltear la mirada hacia el cielo mientras suspiraba y sonreía un poco

-oye ¿estás bien?- preguntaba Hijikata ante el momentáneo y raro comportamiento de el

-si- contestaba

-este.. este y sabes que harás o que pasara cuando ella... bueno ya sabes. Maldición- exclama Hijikata mientras se pone nervioso

-no lo entiendes verdad. Bueno siempre fuiste un poco idiota ella está haciendo lo que siempre hace- contestaba Okita mientras no apartaba la mirada del cielo

-¿Qué demonios?-

- no lo ves ella está peleando, ella fue por nuestro hijo, ella no está en coma ella simplemente está siendo ella. Tú no lo ves pero ella ahora este esforzándose más que nunca y pronto yo estaré a su lado, pero por ahora ella peleara sola mientras yo hago lo mismo- dijo Okita mientras una lágrima rodaba sin quitar la sonrisa de su rostro y mientras Hijikata lo miraba completamente asustado por su comportamiento, Okita simplemente se alejo

Las semanas pasaron y Kagura aún no despertaba todos los días sus amigos venían a visitarla a distintos horarios intentado darle un poco de alegría y animo a la habitación de Kagura y por las noches una silueta con el cabello rojizo idéntico a ella la venia a visitar y a contarle un poco de su vida desde que se separaron cuando eran niños.

Pero sin lugar a dudas la preocupación de muchos estaba también del lado de Okita después de su trabajo el visitaba a Kagura y le contaba todo lo que había hecho aunque en sus enormes y entretenidas platicas solo estaban el dormir y molestar a Hijikata, otras veces simplemente se quedaba dormido a su lado pero al volver a su casa simplemente se la pasaba entrenando sin decir nada. Aun cuando el resto lo visitaba el no dejaba de entrenar y en las noches la soledad lo cubría en la inmensa oscuridad de su alcoba en donde los recuerdos de las noches que paso con su esposa lo torturaban una y otra vez mientras que en su mente solo escuchaba una oración -"fuiste débil"- y ahogado en su propia desesperación pasaba las noches con el frio manto de la soledad.