Ese día en la mañana, Charlie despertó muy temprano, y fue a ver a Henry.
Toco la puerta...
-¿quién es? -dijo la mamá de Henry
-¿está Henry?
-Si, claro, ¡Henry! -le gritó
-Aquí estoy. -se escucho como si bajara las escaleras, se puso frente a la puerta y su mamá se alejó. -Hola Charlie, ¿no es muy temprano?
-Bueno yo, Henry... -le dijo un poco nerviosa- voy a regresar a California.
-¿En serio? No, Charlie no te vallas. -le dijo dándole un gran abrazo.
-Te voy a extrañar Henry
-Yo también, cuídate mucho Charlie.
Así que se fue de ahí, y fue a casa de Gisselle. Toco la puerta y vio que Gisselle se asomaba por la ventana. Abrió la puerta.
-Hola Gisselle
-Hola Charlie, ¿y Henry?
-Bueno, vine a decirte que, regresare a mi casa en California.
-Pero, ¿cómo? ¿Por qué?
-No lo sé, supongo que todo se arreglo
-Te vamos a extrañar, espera un minuto. -Gisselle fue a llamar a John para que se despidiera.
-Charlie, ¿te vas? -preguntó John
-Si, así es. -les dio un abrazo a ambos. Luego se despidió con la mano desde lejos.