Sex on fire

PROLOGO

Las luces neón iluminaban el lugar, el aroma a alcohol y cigarro se mezclaban con el sudor de quienes bailaban al compás de la música. Meseros caminaban con tal destreza evitando que aquellos vasos llenos de alcohol se derramaran y bellas chicas acompañan aquellos que iban solos.

-No pudieron escoger otro lugar- un chico de cabello castaño y pequeños ojos reprendió a sus amigos

-Vamos Daesung este lugar es muy famoso, además es ideal para que Seungri despida su soltería- un pelirojo palmeo la espalda del mencionado

-Si tu lo dices- dijo con pesadez

-Dejense de niñerías y empecemos la fiesta- el festejado abrazo a sus amigos y caminaron hasta la barra de aquel bar que más bien parecía un prostíbulo

Los tres amigos platicaban de frivolidades acompañados de un buen whisky. No faltaba alguna bella mujer que pasará cerca de ellos y les giñara el ojo. El pelirojo sólo se divertía al ver la cara de terror de su amigo de ojos pequeños ante el atrevimiento de aquellas mujeres, mientras que el festejado se dedicaba a responder aquellos coqueteos con una sonrisa de lo más seductora. Era un hombre de piel canela, cabello negro y sus ojos marrones decorados con unas graciosas ojeras que le daban un aire inocente pero aquel joven era todo menos inocente. Él desprendía sensualidad pura por cada poro de su bien trabajado cuerpo.

Ya pasanda de la media noche el pelirojo y el festejado se encontraban ebrios mientras que el chico de ojos pequeño estaba aún sobrio y aunque hubiera querido terminar como sus amigos alguien tenía que conducir el deportivo de Seungri.

-Chicos es hora de irnos- Dae sacó de su billetera la tarjeta de crédito y pago la cuenta
-N...No. Taeyang dijo que vendría con mi regalo- Seungri apenas y pudo responder
-No creó que venga, ya pasan de la media noche y ustedes ya están totalmente noqueados-
-Cla... Claro que noooo- Ji Yong se puso de pie, cruzo uno de sus pies con el otro y levantó las manos -Mira aún puedo hacer el cuatro- se tambaleó pero gracias a Dae no se cayó

-Si como no. He dicho que nos vamos-

Los tres salieron de aquel bar en dirección al departamento de Seungri. Entró al estacionamiento y uan ve que aparco bajo a sus amigos uno a uno hasta el elavador. Presionó el botón del último piso y mientras esperaba a que llegaran al piso indicado observó a sus amigos haciendo gestos en las paredes metálicas de aquel aparato, Dae suspiro y sólo movio la cabeza. El timbre sonó y las puertas se abrieron, primero sacó a Ji Yong y después a Seungri quien ya estaba durmiendo parado. Metió la llave en la ranura y al momento de encender la luz confeti y globos lo recibieron

-Pero que diablos- dijo mientras cerraba la puerta

-Es la despedida de Seungri, aunque veo que ya celebró mucho- un chico de mohicano observó al aludido que estaba recargado en la puerta tambaleándose

-Sho... Estoy... Bieeen- Seungri dio unos cuantos pasos, de no ser por el de mohicano hubiera terminado en el suelo

-Será mejor irnos- sugirió DaeSung

-Si, si quieres me llevó a Ji Yong su departamento me queda de paso así tu no desvías-

-Estas seguro Young Bae- el de mohicano asintió

-Es... Espera quiero mi regalo- Seungri miró a Bae quien lo sostenía

-Será mañana- Bae camino hasta el sillón donde recostó a su amigo y cubrió con una brazada que encontró.

Los tres chicos se despidieron en el estacionamiento y cada uno tomó una dirección diferente, tenían que descansar algo aunque sea, ya que por la mañana su día estaría muy ocupado. No todos los días algún amigo se casa.

En un audi negro una sonrisa femenina se dibujo, bajo de auto para dejar al descubierto sus blancas y torneadas piernas. Era una mujer hermosa su piel blanca como la leche, ojos de un verde olivo, cabellera castaña y labios finos que eran pigmentados por un labial rojo. Subió hasta el ascensor y mientras aquella música algo irritante se escuchaban sacó su móvil y texteo un simple "gracias". El ascensor se detuvo y camino hasta la puerta del mismo departamento donde escasos segundos tres chicos habían salido. Empujo un poco la puerta y esta inmediatamente se abrió, se deshizo de aquellas zapatillas negras y camino de puntitas hasta donde estaba aquel cuerpo inconsciente, se puso a su altura y besos aquellos labios degustando de esa manera el sabor a whisky. El chico ojeroso abrió los ojos y por un momento trató de incorporarse pero le fue imposible, todo le daba vueltas

-Tranquilo cariño- la chica empezó a deshacer el nudo de la corbata y a desabotonar la camisa.

Beso su cuello, su pecho y sus labios. Seungri sólo pudo gemir aún con los ojos cerrados. La mujer bajo el cierre de su vestido para quedar sólo en ropa interior
-No. Ve... Vete- pronunció aún con los ojos cerrados

-Claro que no. Te deseo tanto como tu a mi, tu cuerpo me lo dices- posó su delicada mano en el bulto que se marcaba en esos pantalones de sastre color negro.

La mañana había llegado, los rayos del sol acariciaban el cuerpo desnudo de aquellos dos amantes. El ojeroso abrió lentamente los ojos y cuando era consciente del lugar donde se encontraba sus ojos se abrieron como platos al ver a su acompañante.

Se levantó apresurado sin importarle su desnudes y sacudió a la mujer que estaba durmiendo en su cama.

La chica apenas abrió sus ojos cuando el ruido de algo rompiéndose hizo que ella y Seungri se girasen a ver la causa de aquel ruido. Justo en el marco de la puerta una mujer de cabello rubio, ojos verdes y piel blanca tenía los ojos llenos de lágrimas mientras cubría su boca con sus delicadas manos y evitar que un sollozo saliera, aquello hizo que una charola con comida cayera al piso.

-Puedo explicarlo- Seungri trató de acercarse a la chica quien retrocedió
-Quería desayunar contigo antes de la boda y mira lo que encuetro- la chica grito dolida
-Yo... Yo- trató de escudarse Seungri

-Querida- la mujer que descansaba en la cama se incorporó y cubrió su desnudes con las sabanas blancas para dirigirse a la recién llegada

-Tú... Tú eres una maldita. Una ofrecida- afobeteo a la chica haciendo que la sabana cayera y dejara su cuerpo desnudo

-Ashley dejame explicarte- Seungri tomo a su prometida de los hombros
-Que te acostaste con ella, que me fuiste infiel un día antes de muestra boda. Es acaso eso lo que tienes que explicarme- Ashley se deshizo del agarre
-En parte si pero- Seungri no pudo terminar de hablar pues la mano de Ashley se impacto con su mejilla

-Callate. Eres un ser despreciable al igual que esa... Que esa... Puta- escupió con rabia Ashley quien salía corriendo de aquel departamento y subir a su auto.
-Vistete y largate- Seungri se vistió lo más rápido que pudo para salir de su departamento y buscar a su prometida.

-Cariño todo salió perfecto, te veo en el lugar de siempre- la mujer guardó su movil por el cual hace unos segundos habia hablado. Se vistió para salir del lugar con una sonrisa de triunfo plasmada en su hermoso rostro.

La sala de espera estaba casi vacía, en una de las bancas una chica lloraba desconsolada, se suponía que hoy sería el día más maravilloso de su vida pero en vez de eso fue el peor.

Su celular sonaba pero lo ignoró de la misma manera que lo había hecho con las 10 llamadas pérdidas. Tres llamadas de sus padres, cinco del culpable de aquel dolor que estaba sintiendo y dos de la perra que se revolcó con Seungri.

<<Pasajeros con destino a París favor de abordar por la puerta 1. Pasajeros con destino a París puerta 1>>

Ashley se incorporó y camino hasta aquella puerta que la llevaría lejos de todo ese infierno. Sólo llevaba su abrigo y el corazón destrozado, limpio las lágrimas y el brillo se sus ojos se perdió dando paso a una mira fría y resentida.

-Me las pagaran, lo juró- el avión alzó vuelo y en la que entrada del aeropuerto aquel hombre que causó ese dolor agonizante se dejó caer de rodillas pues algo en su corazón le decía que ya era demasiado tarde.