Sorpresas

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Pasaba más de media noche, nadie en el edificio se encontraba laborando, por más que fuera un adicto al trabajo tenia permitido quedarse a tan altas horas de la noche. Los guardias de seguridad realizaron su recorrido habitual y confirmar que el lugar estaba sólo a excepción de aquellos hombres de uniforma azul marino. Sin embargo en lo más retirado de aquel subterráneo dos autos se encontraban, un Mustang último modelo color plata y aquel BMW negro. El piloto de aquel Mustang bajo y subió en el asiento del copiloto en espera de alguna explicación para ser citado tan noche y en aquel lugar.

-Daesung...-el copiloto se tenso al escuchar aquella voz, se giro y observo en la parte trasera a su amada atada de pies y mano, y un apenas perceptible golpe en el rostro

-Pero que mierda- grito y se giro a ver al piloto de aquel BMW –Qué diablos significa esto-

-Significa que estas atado de pies y manos. Si dejas de trabajar para mi, ella puede salir lastimada- se giro a ver a Alexa con cierta repulsión

-Habías prometido que no involucrarías a terceros-

-Eso era antes de saber que tenías pensado salirte del juego, porque quieres una vida tranquila y feliz a lado de esta zorra- le escupió en la cara a la pelirroja

-No le llames así, su nombre es Alexa. Entendido- el de cabellera castaña le grito a quien se había convertido en su dueño

-Como sea, solo quiero dejarte las cosas en claro. Si por un momento vuelves a pensar de salirte de este juego, huir o decirle la verdad a Seungri, ten en esta cabecita hueca- golpeo las sienes de quien decía llamar amigo –La zorra de Alexa puede terminar muerta-

-No te preocupes, nada de eso sucederá- bajo la mirada mientras escuchaba como bajaban de aquel auto. La puerta trasera del auto se abrió y un grito proveniente de Alexa hizo que la ira se apoderada de él. Alzo la mirada y encontró aquel tipo rasgando el vestido color menta que la joven llevaba

-Dae... Dae ayúdame- gritaba la joven con angustia

-Su... suéltala- en un apenas audible susurro para que no se atreviera a tocar a su amada

-Cómo si fuera la primera vez que pruebo este hermoso cuerpo. Recuerda que hace tiempo ella misma se me ofreció y todo para salvarte. Así que imagina que esta haciendo lo mismo y ahora largo o la mato- Daesung observo por el retrovisor como aquel hombre tenia por el cuello a Alexa y con todo el dolor que en es momento se clavaba en su pecho. Bajo del auto y regreso al suyo donde libero aquellas lagrimas que había contenido y tratando de ignorar las suplicas de su amada.

Una hora después o quizás menos, no sabia a ciencia cierta cuanto tiempo había pasado escucho como la puerta del auto se abría y cerraba enseguida y el rechinar de unas llantas hicieron eco en aquel lugar solitario. Abrió los ojos y se giro para encontrar a una Alexa totalmente indefensa, con el vestido rasgado, el labio sangrado y las lágrimas resbalando por su rostro de forma incontrolable. Llevo su mano hasta el rostro y con el pulgar limpio una de tantas lágrimas que se habían acumulado en aquellos ojos azules, Alexa trato de sonreír pero era imposible. Un "lo siento" fue pronunciado en un susurro y ella logro escucharlo para responder con un "estoy bien, vamos", y así lo hicieron. Daesung encendió el motor y arrancaron para perderse entre la oscuridad de aquella noche amarga.

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-CL- la peli plateada escuchó aquel apodo que hizo que su corazón diera un vuelco

-VI, eres tu hermano- pregunto aún incrédula

-Era necesario que hirieras al cobarde de Riri para que yo regresara- removió la cabellera teñida de su hermana

-Si eres tú, VI- la chica brinco –Lo siento, no sabia como hacerte volver así que tuve que recurrir a eso. Te extrañaba- se aferro a la espalda de su hermano

Sex on fireDonde viven las historias. Descúbrelo ahora